Te Elegí a ti

Capítulo 3

Emma

Estaba en mi última clase el día de hoy ansiosa por salir pues mi cámara me esperaba en mi auto lista para captar con su lente algunos lugares del parque donde había planeado ir. Era uno de mis favoritos en la ciudad. El profesor como siempre me eligió para resolver un problema en la pizarra pues yo sabía que era una de sus alumnas favoritas y aunque sonaba arrogante de mi parte, me había ganado ese puesto porque era una de las mejores de mi clase porque ya iba adelantada pues mi padre se encargó de que fuera así desde muy pequeña y debido a ello tenía una beca completa en esta universidad razón demás por lo que elegí venir acá. Termine rápido el ejercicio pues era fácil para mí y quería salir rápido, algunos compañeros me dirigieron miradas de envidias cuando el profesor me felicito y otros solo me miraron embobados por lo rápido que lo había resuelto.

El chico que se sentaba a mi lado me sonrió y yo le devolví el gesto, creo que su nombre era, Max. Un moreno de ojos verdes, cabello un poco rizado en la puntas de este que caían sobre su frente, con facciones como las de una escultura esculpida a perfección y con un cuerpo que cualquiera desearía, era guapo pero no me involucraba con nadie que estudiara conmigo.

Cuando por fin finalizo la clase, me apresure a recoger mis cosas y fui una de las primeras en salir a toda prisa del aula. Camine por el parqueadero en dirección a mi auto color azul, guarde mi mochila en el asiento trasero y luego encendí mi auto para dirigirme al parque. Antes de ir al parque pase por mi cafetería favorita y pedí un chocolate caliente para llevar, los empleados ya me conocían por lo que no tardaron en atender mi pedido mientras esperaba me fije en un cartel donde solicitaban un empleado. Me entregaron mi pedido y me apresure a mi auto de nuevo para seguir mi camino mientras disfrutaba del rico chocolate.

Al llegar al parque estacione el auto en una plaza que por suerte estaba disponible y prepare mi cámara, una vez lista me adentre en el parque buscando cualquier cosa que transmitiera alguna emoción o sensación. Llegue a un claro del parque y comencé a fotografiar las aves, los árboles y todo cuanto se cruzaba en mi camino que me llamara la atención mientras seguía caminando, mi lente se enfocó en los niños que jugaban y se divertían en su mundo de inocencia donde aún no existían los problemas con los que teníamos que lidiar los adultos. Aunque cuando estaba en el parque rara vez tomaba fotos de las personas ya que me encanta más el paisajismo porque a lo largo de mis viajes por el mundo capturaba cada paisaje hermoso y natural que veía, pero también evitaba fotografiar personas porque algunos no les gustaba que lo hiciera y porque mi trabajo los fines de semana se trataba de fotografiar personas.

Buscando con mi lente me detuve al ver una chica pelirroja sola en una banqueta, que al parecer estaba llorando pero lo hacía de una manera tan diferente a los demás pues acercando mi enfoque en ella, pude ver que sus lágrimas corrían por sus mejillas libres, sin que ella tratara de evitarlas y note que tenía los ojos de un bonito e intenso color verde que contrastaba con su piel blanca y su cabello. Le hice unas cuantas fotos sin que ella se diera de cuenta, pues las emociones que transmitía en ese momento me dejaron muy intrigada. Ya que capte que estaba enojada, frustrada, que se sentía impotente y además tenía algo de resignación, debido a ello estaba llorando y no como pensaría cualquiera creyendo que era porque estaba triste.

Sin saber cómo ni porque llegue a donde estaba aquella chica pelirroja y me senté a su lado en la banqueta mientras le ofrecía un pañuelo, que normalmente los tenía para limpiar mi cámara. Ella me miro con el ceño fruncido pero acepto el pañuelo para limpiar sus lágrimas. 

_ Sé que no es de mi incumbencia._ dije en voz baja._ pero ¿Puedo ayudarte en algo?

Me miro por un minuto decidiendo que diría a continuación pues yo era una extraña a fin de cuentas y yo tampoco sabía que estaba haciendo aquí exactamente.