Capítulo 21

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Emma

Estaba en el bendito hospital al que me había llevado Allison porque estaba preocupada por la fiebre que tenía, yo no lo estaba pues no era la primera vez que pasaba se podría decir que ya estaba acostumbrada y la diferencia de esta vez era que Allison lo había notado. No debí haberle pedido que durmiera conmigo sabiendo el maldito desastre de emociones que tenía en mi interior a causa de la llamada de mi padre.

No era típico de mi padre llamar para saber cómo estaba, así que cuando vi su llamada supe que algo quería,  para mi mala suerte lo que quería era que regresara a casa y terminara mis estudios desde casa porque él sabía que estaba más que avanzada en mi carrera. Quería que empezará a trabajar en su empresa y eso había hecho que toda la estabilidad que creí tener se tambaleara,  me aterre porque no quería perder la libertad a medias que tenía y sobre todo no quería alejarme de Allison.

Deje que la enfermera sacara un poco de mi sangre para examinarla aunque eso fuera una pérdida de tiempo, porque yo no tenía nada y mi fiebre se debía a mis emociones alteradas. Siempre solía pasarme esto pero cuando llego la doctora le respondí todas sus preguntas impaciente por largarme, porque no me gustaban los hospitales para nada.

_ ¿Ya me puedo ir a casa?_ pregunte a la doctora que escribía en sus papeles._ Como le dije, ya estoy bien.

La doctora levanto la mirada de sus papeles para observarme por encima de sus lentes y me sonrió con pesar.

_ Aún no. En un momento vendrá una enfermera para darte algo para la fiebre y luego ya veremos._ respondió mientras se levantaba de su silla para irse.

Asentí mientras suspiraba. Mientras estaba sola recordé como había besado a Allison sin poder evitarlo al tenerla tan cerca y sonreí porque había sido genial poder volver a sentir sus labios con los míos. Había vuelto a sentir todas las emociones que solo había sentido con ella con solo besarnos, no sabía que pasaría después de esto pero si de algo estaba segura era que no escondería lo que sentía por ella.

Entro una enfermera en la habitación en donde estaba y me dio unas pastillas que supuse eran para bajar la fiebre así que me las tome rápidamente para poder salir de aquí.

_ ¿Ya me puedo ir?_ pregunte de nuevo impaciente.

_ No, la Dra. McHale decidirá cuándo._ respondió antes de salir dejándome sola de nuevo.

Coloque los ojos en blanco y resople frustrada. Espere unos minutos esperando que viniese la dichosa doctora, pero después de unos quince minutos me harte y me dispuse a salir de allí fuese como fuese. Al abrir la puerta me asome discretamente para comprobar que no hubiese nadie en el pasillo y salí de allí.

Comencé a buscar a Allison por el lugar hasta que di con ella y vi que estaba hablando con la doctora que me había atendido. Me acerque a ellas sin que se dieran de cuenta hasta que Allison se fijó en mí, ella me miro sorprendida y la doctora también.

_ Me voy._ dije cuando llegue hasta ellas.

_ ¿Cómo que te vas? Tienes que estar aquí hasta que la doctora te dé de alta._ dijo Allison con ceño fruncido.

_ No, me quedare aquí y así como ya me escape puedo volver hacerlo e irme sola a casa._ dije cruzándome de brazos.

_ Tranquilas, chicas. La Srta. Johnston pude irse con la condición de que mañana tendrá que venir de nuevo._ dijo la doctora.

Yo negué con la cabeza mientras me disponía a replicar que no vendría a perder mi tiempo aquí cuando Allison me interrumpió.

_ Hecho. Yo me encargare de que venga._ dijo Allison mientras me daba una mirada significativa.

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