Capítulo 14

311 30 4
                                    

Allison

Desperté con el sonido de mi alarma para alistarme e ir al gimnasio como todos los sábados y domingos con Emma. Me cambie el pijama por unas mallas deportivas negras, un top rojo, unas sudadera gris con cremallera y mis zapatillas. Salí de mi habitación para ir a la cocina y comer mis cereales con leche.

Al entrar a la cocina vi a mi amiga desayunando sentada junto a la isla en unos de los taburetes y como venía ocurriendo desde hace una semana o algo así, me tense nerviosa porque aún estaba sintiendo cosas por ella, que habían empeorado al dormir con ella después de llegar del bar el día en que conocí a Adam.

_ Buenos días._ dije mientras abría el frigorífico para coger la leche.

_ Buenos días, Allison.

Pude sentir su mirada clavada en mi espalda mientras sacaba de uno de los armarios el cereal y me servía en un tazón. Emma había notado mi cambio con ella pero no sabía porque se debía mi distanciamiento y aunque sabía que estaba preocupada por mí, no podía evitar alejarme porque cuanto más cerca de ella estaba más fuerte se hacia mi atracción por ella.  

Después de desayunar en silencio nos fuimos al gimnasio en su auto. Al entrar John ya nos estaba esperando con una gran sonrisa y a mi lado escuche a Emma reírse entre dientes porque desde el día uno ella me dijo que John babeaba por mí.

John nos indicó los ejercicios que teníamos que hacer y se marchó para supervisar a otras personas. Yo más que encantada comencé de inmediato para dejar de pensar en el monto de cosas que tenía en la cabeza que principalmente consistía en muchas preguntas como ¿Era bisexual? ¿Lesbiana? ¿Desde cuándo había cambiado lo que siento por Emma?  ¿Era porque me gustaban la chicas que no me había enamorado de un chico? Eran muchas más preguntas las que me hacía sin obtener respuesta.

Estaba haciendo ejercicio en una de las bicicletas cuando divise a Emma no muy lejos de mí, haciendo un poco de pesas y un chico se acercó a ella. Emma dejo las pesas sobre el suelo mientras comenzaba hablar con él y sonreía, por lo que supe que el chico se había acercado para ligar. Apreté mi mandíbula al igual que mis puños sobre la bicicleta y me obligue apartar la vista de ellos para dejar de sentir estos celos irracionales.

Me baje de la bicicleta furiosa tratando de alejarme de ellos y coque con John de frente porque no lo había visto por estar mirando hacia el suelo. El me miro con una ceja enarcada y yo le sonreía un poco apenada.

_ Disculpa estaba distraída._ dije y el me guiño._ Ahora que te veo ¿Puedes ayudarme a colocarme los guantes para pegarle a esa cosa? 

Señale hacia donde estaba el saco de arena y el asintió mientras me cogía de la mano conduciéndome a donde antes había señalado, cuando llegamos me quite la sudadera y la ate a mi cintura. Como desde el primer día que comencé a venir aquí, el me ayudo a colarme las vendas para después colocarme los guantes pero a diferencia de las primeras veces ya no se quedaba conmigo porque ya había aprendido a como pegarle bien al saco de arena sin lastimarme. 

Comencé a golpearlo descargando mi rabia sobre él con cada golpe que le daba, esta había sido la única terapia que había conseguido para desahogar todo lo que llevaba conmigo porque no era solo por lo que sentía con Emma, sino que también el dolor constante con el que había aprendido a vivir por la pérdida de mi madre. A veces no sabía qué hacer con todo lo que tenía que cargar conmigo.

Te Elegí a ti Donde viven las historias. Descúbrelo ahora