2- Cuando la realidad me da un golpe

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Reiner parecía estar demasiado motivado por lograr su objetivo pero esto no lo hacía estar preparado para tal situación. Ambos niños eldianos habían sido aceptados cómo reclutas en un cuartel al sur de las tierras marleyanas, dónde en su alrededor no se encontraban más que bosques tenidos de blanco por la estación invernal que atravesaban. Reiner y Bertholdt se mostraron sorprendidos por la cantidad de niños allí presentes, cada uno había recibido un duro entrenamiento y fuerte adoctrinamiento que ellos mismos no tardarían en recibir por parte de sus superiores, los Marleyanos. Sin embargo ni Reiner ni Bertholdt estarían interesados en convertirse en guerreros para defender los ideales que sus dominantes tratarían de imponerles mediante discursos y sermones diarios dónde se narraban los hechos de antaños oscuros dominados por un demonio conocido cómo Ymir cuyo poder aún se encontraba presente en sus desgraciados descendientes llamados eldianos.
Bertholdt siempre se mostró indiferente ante estas acusaciones que la historia y mitos sagrados narraban, esto le costaría una paliza por parte de los reclutas más experimentados y adoctrinados, quienes se aprovechaban de la nobleza y falta de carácter del joven, pero no contaban con que Reiner siempre estaría ahí para enfrentarlos y defender a su compañero.
Además de los sermones diarios y trabajo duro, los combates cuerpo a cuerpo entre reclutas a forma de entrenamiento estaban siempre presentes, Reiner siempre se destacó y sobresalió entre el resto a pesar de que algunos contaban con mayor tiempo de práctica, es por esto mismo que varios reclutas consideraban inútil tratar de enfrentarse a él cada vez que aparecía para defender a Bertholdt, los agresores terminaban huyendo dejando a este último en paz.

- "No sé qué podría hacer sin tí"
exclamó Bertholdt luego de que su amigo llegara para socorrerlo
- ¿que quieres decir con eso? Le respondió Reiner quien con sus manos tomaba delicadamente el rostro de su amigo para verificar si este se había echo algún tipo de herida.
- "Bueno, cada vez que la realidad me da un golpe, tu apareces aquí para demostrarle quien manda, en serio eres cómo mi cable a tierra en este sitio tan despiadado"
Dijo Bertholdt con una tímida sonrisa

Reiner sólo se limitó a devolver el gesto y a pensar que en realidad él mismo es quien estaría perdido de no ser por el apoyo emocional que le daba Bertholdt, este mismo lo había salvado aún más veces y es que estar junto a él lo hacía sentirse de ciertas maneras que lo volvían una persona más capaz y segura de sí misma. "No sabía que yo significaba tanto para tí cómo tú para mí, Bertholdt" pensó Reiner.

- ¿Reiner en que piensas? Interrumpió Bertholdt, pero este no recibió respuesta alguna hasta que su colega lo miró fijamente a los ojos
- ...Escúchame Berth, no tienes que estar agradecido conmigo, estás aquí por causa mía.
Le responde finalmente Reiner
- ¿por causa tuya dices? No lo comprendo
- Aún recuerdo tu voz temblorosa pidiéndome regresar a casa, no te he escuchado cómo alguien a quien le importas lo haría
- Pero Reiner...
- Te he traído a cuestas y por eso eres mi responsabilidad, ya no permitiré que pagues las consecuencias de un camino que no has elegido seguir
- ...El destino es quien te obliga a elegir a veces
- ¿Que?
- Un joven me lo enseñó en una ocasión, nadie está aquí por su cuenta o mero capricho, conoces el propósito
- No Bertholdt, no tomes en cuenta lo que...
- ¡Además! ¿creías que iba a dejar a mi hermano y mejor amigo solo? Tuve miedo en aquella ocasión, créeme que no estaba midiendo bien la situación así cómo tampoco mis palabras.

Un nuevo silencio se hace presente entre los mismos hasta que finalmente Reiner continúa:
- No he podido dejar de culparme por aquello desde que llegamos aquí, no sé porqué estoy diciendote esto ahora
- ¿Culparte? Siempre estás ahí para salvarme el trasero ¿Recuerdas cuando nos hemos perdido en medio de la nada? Luego de eso tropecé y me doblé el tobillo, tú no sólo has encontrado la localización correcta, me has cargado hasta aquí y has atendido mis heridas
-... Es cierto, aún no logro comprender cómo es que logré todo eso

"¿Será qué... todo lo que logro estando a su lado, es porque lo hago por o con Bertholdt en mente?" Pensaba Reiner, mientas aún estaba junto a Bertholdt. Ya no podía evitar el cuestionarse todo por más que tratara de reprimir esas ideas, cada vez le surgían más pensamientos cómo "¿y si para mí nuestro vínculo va más allá de eso?" "¡no! De ninguna manera". Tan rápido cómo recordó su vida junto a Bertholdt, cómo lo había conocido y cómo habían formado ese vínculo, se dió cuenta de que en ese mismo instante mientras tenía sus manos sobre el rostro de Bertholdt, había puesto sus labios junto a los de su mejor amigo.
- ¡Bertholdt!
Exclamó Reiner tan pronto se dió cuenta de la situación y se echó para atrás.
Luego, completamente sonrojado continuó:
- p-perdonme Bertholdt, ha sido un accidente, yo no quise...
- Ya veo, con razón estabas tan raro
- ¡es un broma!
- Has estado acercándote mucho a los chicos del grupo de Marcel, nunca entendí el tipo de humor pesado que manejan pero se ve que a ti se te dan muy bien
- Sí ¡eso es! Digo... Marcel hará mi parte del trabajo de limpieza por haber cumplido su reto
- Así que de eso se trataba, supongo que bastaba con pedirme que fingiera haber recibido ese "detalle" de tu parte pero bueno, fue algo gracioso ¡lo bueno es que no nos ha visto nadie!
Dijo Bertholdt sonriendo a modo de broma mientras trataba de aparentar total indiferencia a lo ocurrido pero queriendo huir de esa escena que lo había dejado perplejo y con sentimientos encontrados, más que por el echo de que pese a la forma, su mejor amigo le había dado su primer beso.

Guerreros De Alas Rotas (Reiner x Bertholdt x Annie) SnK fanficDonde viven las historias. Descúbrelo ahora