Capítulo 4.

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Derek estaba en problemas en este momento. Es que nunca pensó en las consecuencias que traería dejarse llevar de esta forma por sus sentimientos.

Después de haber bailado bastante rato con Stiles, estaba siendo llevado a la barra donde se encontraba toda la manada platicando. En cuanto se acercaron, todos voltearon a verlos para darles miradas sospechosas, aunque no dijeron nada.

Pidieron una ronda de bebidas y todos hablaban más animados que de costumbre. Claro, menos Derek, él sólo se limitaba a escuchar y reírse ocasionalmente de alguna tontería que dijeran. Todo bien hasta este punto, el verdadero problema llego un par de rondas más tarde.

Tanto Derek como Isaac, Scott, Boyd, Erika y Jackson tenían la capacidad de beber sin embriagarse, por lo que sólo estaban disfrutando del sabor de las bebidas. Allison y Lydia por su parte estaban bastante tranquilas, habían bebido cantidades considerables de alcohol, sí, pero también habían estado bailando y comiendo en el transcurso de la noche, ayudando así a controlar la sustancia en su sistema.

El problema era básicamente Stiles. Llevaba las mismas rondas que los hombres lobo y se la había pasado contando anécdotas al resto. A cierto punto, estas historias ya eran comedia pura contada con la voz rara y la lengua arrastrando porque, sí, Stiles estaba bastante ebrio.

Cuando los jóvenes vieron que Stiles ya tenía dificultades para mantenerse de pie sin sostenerse de algo, decidieron que era hora de ir a casa.
Esto pasó como a las 3 am, y que suerte que el Sheriff no se encontraba en casa porque el estado de Stiles no era el más apto para que su padre lo viera.

-Vamos, amigo.- dijo Scott preocupado, con Stiles colgando de su lado izquierdo mientras salían del lugar- Coopera, te llevaré a casa.

-Puedo ayudarte, Scott.- se ofreció Derek, le parecía bastante gracioso ver a Stiles en ese estado, pero también le preocupa su estado -Necesitas hacer que esté un poco más consciente o mañana lo va a lamentar. Además, es más fácil que los lleve en el Camaro.

-Ouuuuh, siiii, hazle caso al grandulón... Él sabe qué hacer, ¡a la orden señor!- habló el castaño sobre el hombro de Scott, haciendo un intento de saludo militar.

Entre los dos lobos subieron al castaño a los asientos traseros, recostándolo en estos, y se dirigieron a la casa Stilinski.

Cuando llegaron, Stiles ya se había quedado dormido, así que Derek le dijo a Scott que él se encargaría de bajarlo, pero que fuera a preparar café cargado para ayudar a que Stiles estuviera más sobrio.

Así lo hicieron y Derek subió a Stiles cargando hasta su cuarto. Lo dejó en la cama con cuidado y luego lo movió un poco para despertarlo.

-Mmmh, 15 minutos maaaas...- dijo Stiles mientras se ponía boca bajo con una pierna doblada -Anda a dormir, lobito.

-Vamos, Stiles, necesito que dejes de estar tan ebrio o tu papá nos va a matar.- insistió Derek mientras movía el hombro del menor y trataba de no ver la posición en la que se encontraba acostado, que aún podía sentir ese trasero pegado a él y... No, concéntrate, Hale -Sólo una ducha rápida y listo, podrás dormir todo lo que quieras.

-Aggggggh, bien.- dijo el castaño mientras se levantaba, quitándose la camisa y los pantalones de espaldas a Derek, quien le veía atónito -Vamos, llévame a la tina, cariño.- canturreó dramaticamente mientras se volteava hacia Derek y se arrojaba a su cuerpo, rodeándole el cuello con sus brazos.

Por inercia y para evitar que se cayera, Derek colocó sus manos en la cintura de Stiles. Tenía la cara de Stiles a centímetros de la suya, y la sonrisa boba del menor se veía más hermosa que nunca, Stiles tenía los ojos abiertos con pesadez debido al alcohol, pero estos igual le veían de una forma tan intensa que lo hicieron sentir mareado.

Derek no tenía intenciones de hacer eso, pero el calor de la piel de Stiles bajó sus palmas se sentía tan bien que el azabache apretó un poco más sus dedos en esta, regocijándose al ver como los ojos de Stiles se abrían de par en par, y lo que era su sonrisa se convertía en una mueca de la que salió un leve jadeo. El ojiverde acarició un poco más la pequeña cintura, antes de bajar un poco más a las caderas del menor, donde tocó con sus pulgares los huesos que sobresalían.

La cara de Stiles era un poema, sus mejillas estaban sonrojadas, su boca entreabierta tratando de buscar aire y sus pupilas dilatas y clavadas en la mirada de Derek. Este mantenía una expresión tranquila, gozando de cada detalle y cada expresión que le regalaba Stiles. Él sabía que Stiles sólo estaba ebrio, sólo estaba "jugando", y eso le lastimaba, pero prefería tener esta parte tan pequeña de Stiles que no tener nada.

-Vamos, hay que ducharte.- susurró Derek con voz profunda, jalando ligeramente a Stiles del elástico de los bóxers, dirigiéndolo al baño que había en la habitación.

Al entrar, Derek se dio la vuelta y abrió la llave de la ducha, dejando el agua fría correr. Stiles estaba de pie en el marco de la puerta, estaba ligeramente más sonrojado y trataba de ocultar su obvia erección.

Derek sonrió en sus adentros y tomó a Stiles de las muñecas, jalándolo bajo la lluvia artificial.

-¡HEY! ¡Esto está helado, Dereeeek!- dijo el castaño en cuanto el agua chocó contra su piel, queriendo salir de la ducha al instante pero siendo detenido por los fuertes brazos de Derek que lo sujetaban de las muñecas.

-Ni si quiera está tan fría, Stiles.- rodó los ojos Derek al ver lo exagerado que era el menor.

-Bueno, eso lo dices tú porque eres un maldito calefactor andante.- le molestó el castaño mientras acariciaba sus brazos y temblaba ligeramente -Yo siempre me baño con agua caliente.

-¿Ah, sí? ¿Qué tan caliente?- preguntó Derek con una sonrisa.

-Casi tanto como tú.- contestó el, aún ebrio, muchacho, mirándolo con picardía.

Derek se sonrojó al instante, pero trató de ocultarlo girando la cara y empujando a Stiles de nuevo en la ducha. El gritito de sorpresa que salió del pecoso provocó una sonrisa indiscreta.

Después de que Stiles estuvo un poco más consciente, Derek lo dejó, muy a su pesar, para que terminara de ducharse y vestirse sólo. Bajó a la sala y encontró a Scott dormido sobre la mesa de la cocina, Derek rodó los ojos divertido, este chico era todo un caso.

Se paró frente a la cafetera y se recargó del mesón mientras pensaba. No es que se quejara de la cercanía y coqueteo que últimamente tenía con Stiles, el problema real era que tenía miedo. Sí, Derek Hale tenía miedo. No de Stiles, más bien, temía que para él muchacho sólo fuera un juego, cuando él ya estaba empezando a caer (una vez más) completamente enamorado del chico.

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Pobresito nuestro pequeño Derek :(.
Okay, dejo este cap hasta aquí porque no quiero hacerlo demasiado largo xd, nos leemos en el siguiente uwu.

¿A qué te sabe el café? ~STEREKDonde viven las historias. Descúbrelo ahora