Especial final 2/2.
-------------------------------------------------------------
Los meses habían pasado tan rápido, Derek no podría creer que hace un año estaba tomando una de las decisiones más importantes y felices de su vida: ser novio de Stiles Stilinski.
Un año, vaya, el tiempo realmente vuela cuando se está enamorado ¿eh?
Muchas cosas habían cambiado, Stiles había cumplido dieciocho unos cuantos meses antes, Derek había organizado una fiesta bastante genial para su chico con apoyo de la manada y de sus suegro (quien estaba, gracias al cielo, feliz de que Stiles estuviera con el hombre lobo, sabía que era un buen chico después de todo).
Semanas después de cumplir dieciocho, Stiles le pidió a su padre mudarse con Derek, y aunque a Noah le costó, no tuvo más remedio que acceder. Vamos, que su pequeño ya no era un pequeño, aunque para él siempre lo sería. Un par de amenazas (que incluyeron una bala en las bolas de Derek) después, Stiles tuvo sus cosas en el loft para iniciar una nueva etapa junto con su novio.
Derek también había conseguido ayuda psicológica y llevaba algo de tiempo en eso, se sentía mejor que nunca y tan feliz que podría escribir la canción mas cursi del mundo.
Si, las cosas habían cambiado bastante en el último año, pero hay una cosa que nunca iba a cambiar, y eso era la pasión con la que se entregaban en cuerpo y alma el uno al otro.
Stiles adoraba cuando Derek se ponía romántico, cómo iniciaba todo con lentitud, besando sus labios y bajando hasta su cuello. Derek adoraba su cuello.
Después de eso, el pelinegro besaba sus clavículas, incluso dejaba una que otra mordida en esa zona. Continuaba su camino hacia abajo, besando el pecho y el abdomen de Stiles hasta llegar al ombligo. Aquí comenzaba el juego.
Derek adoraba torturar a Stiles, el castaño enloquecía cuando le besaban el ombligo, le parecía demasiado sexy y claro que Derek lo complacía. Ver el abdomen pálido del castaño, lamer los lunares y fingir bajar los besos a ese lugar que necesita atención, todo era una tortura extremadamente deliciosa.
—Veamos, ¿cuántos besos le caben a ese ombligo elegante?
El aliento de Derek enfriando la saliva en su abdomen hacía que Stiles temblara. Besos con la boca abierta lo tenían jadeando y retorciendose.
Después de todo este juego, Derek retiraba la ropa interior se se aferraba a las caderas huesudas de Stiles, liberando el miembro lleno de presemen del menor. A este punto, las piernas de Stiles están lo suficientemente abiertas para dejarle ver a Derek la entrada de su amado novio.
Los preámbulos son importantes, Derek sabe que cuidar a su pareja es primordial, y después de todo eso la mejor recompensa es enterrarse en ese cuerpo cálido, regodeándose de éxtasis con su estrechez y la forma en que abraza su virilidad.
Empieza la danza del amor, el movimiento que los envía al paraíso, y al mismo tiempo los hace sentirse con el alma en la tierra. Derek chocando su cuerpo contra el de Stiles, Stiles aferrándose a los hombros del contrario, moviéndose bajo el cuerpo de su amante.
La mente de Derek está envuelta en una bruma de placer, su orgasmo construyéndose y preparándose para golpearlo, sin saber por cuánto tiempo más podrá habitar esas caderas humeantes.
El castaño no da tregua, sus movimientos no hacen más que enloquecer al contrario, y sus sensuales giros y choques, junto con los sonidos que salen de su boca, llevan a Derek a la cúspide orgásmica.
El cuerpo tembloroso, los ojos apretados, los movimientos erráticos, todo en el mayor destruye el control y cordura de Stiles, haciéndole acabar y sentirse completamente satisfecho.
Y es ahí, justo ahí mientras están tumbados el uno junto al otro, sudados, agitados, sucios en más de un sentido. Es justo ahí cuando la.parte favorita de Stiles sale a flote.
—Eres la persona más hermosa y perfecta que pudo llegar a mi vida, no tienes idea de cuánto te amo, Stiles Stilinski. Todo lo que pedí, lo que necesité en algún momento, todo lo encontré en ti.
Las manos de Derek atraen al menor hacia su pecho, apretándolo cerca como si en algún momento fuera a escapar, o a desaparecer.
—Vaya, alguien tiene espíritu de poeta.— Stiles resopla una risita cariñosa a un costado del rostro de Derek —¿O tal vez de compositor?
—No lo sé, ¿cuántos versos más debo escribir para besarte?
Y Stiles lo besa. Porque es Derek, porque lo ama, porque no podría ser de otra forma. Lo besa con el alma, y le abraza hasta sentir que se funden en uno solo.
Así son las noches en el pequeño hogar Hale-Stilinski, y así serán aunque pasen miles de años.
Al final del día, cuando Derek piensa en lo mucho que su vida cambió desde que aceptó sus sentimientos por Stiles, siente que nunca cambiaría nada de su pasado, porque todo lo ha llevado a estar en ese momento de su presente. A tener a su lado un hombre maravilloso, una familia y un hogar con él, a sentir que puede confiar en alguien de nuevo y que, cuando el día termine, siempre habrá alguien esperándole en casa.
Sí, Derek es un romántico empedernido, pero nadie lo culpa, y por supuesto que a nadie le molesta. Y es que ¿a quién le molestaría ver a Derek feliz?
Fin.
--------------------------------------------------------------No manchen banda, esta historia por fin se ha acabado. :'D
Recuerdo que todo empezó como una idea para un One-Shot, y una cosa llevó a la otra... Y vaya que lo disfruté.
Espero que les haya gustado la historia, es la primera que escribo y me siento satisfecha. Gracias por su apoyo, por su paciencia y por seguir aquí a pesar de todo. Los amo, nos vemos leemos pronto en otra historia. 💗—Tylan Hobrien.
ESTÁS LEYENDO
¿A qué te sabe el café? ~STEREK
FanfictionDerek era un mar de dudas. Tenía tantas preguntas rondando en su cabeza que sentía que le daba jaqueca. No eran malas, eran de hecho bastante curiosas, y eso era lo que más le preocupaba porque ¿en qué momento se había obsesionado tanto con conocer...