—una última vez—
Una semana después
Si me hubieran dicho que ese día comenzaba mi calvario, nunca les hubiera creído, se cual fue mi error ese día, se que nunca debí de haber dicho que Sean y yo eramos amigos, se que cometí el error de dejarme llevar por mis sentimientos, pero ya no puedo hacer nada.
Hoy el día amaneció triste, afuera hay un diluvio; está lloviendo como nunca. Camino más rápido para que el agua no me moje toda, pero es en vano, llegó empapada a la entrada del tren; suplicando que llegue rápido, ya que hoy, se me dio la idea de levantarme tarde, voy quince minutos tarde, sólo espero que aún no hallan empezado. Todo empapada entró al edificio, pero retrocedo al sentir un golpe en mi mejilla, me deja al aturdida, cuando me recupero veo al frente, y ahora se quien me golpeó, Zamara. Toda confundida y con un poco de miedo, me aclaro la garganta para hablar.
-¿Que te pasa Zamara?.
-¡¿Que me pasa?! ¡A ti que te pasa! —okey, si antes estaba confundida, ahora estoy perdida, ¿de que está hablando?.
-¿Que dices?.
-¡¿Porque lo hiciste?!. —veo a mi alrededor, todos están detrás de Zamara, viéndome con ojos de reproche, lástima, y odio, ¿pero que está pasando?
-No te entiendo Zamara, ¿Que hice?.
-Por favor, ahora te haces la tonta.
-Es que no se de que están hablando.
-Aide —me giro dándole la espalda a Zamara.
-Zamara ya me contó lo que hiciste.
-¿Hacer que?.
-En serio, mira que el papel de tonta no te va, ya deja de fingir, tenemos pruebas que demuestran lo que hiciste.
-Pero... Alguien me puede decir que hice.
-¡Tirar mi trabajo a la trituradora! ¡Pase semanas haciendo ese trabajo!.
-¿Que estas diciéndome?.
-Pídele perdón Aide.
-Pero yo no hice nada.
-Entonces dices que ella lo hizo, por favor, hasta decirlo es algo ilógico.
-¿Pero por que yo?, hay cuarenta trabajadores más y a mi me culpan.
-Tenemos el vídeo de las cámaras de seguridad, ya no hagas esto más difícil Aide, pídele perdón. —Esto es una locura, mi día no podía ir peor.
-No, no puedo pedir perdón por algo que no hice.
-Bien, tu decides, pides perdón o te vas despedida. —ya sabía que había algo detrás de todo esto, veo sonreír a Zamara, claro, todo ese llanto es pura mentira, y no dudo que Jorge sabe la verdad, pero lo hace para fastidiar me.
-No puedes hacer eso Jorge.
-¿A no? ¿No vas a pedir perdón? Entonces vete —lo haría, crean me, daría la vuelta y jamás regresar ahí, pero no puedo dejar a mi hermana sin sus estudios, nunca me lo perdonaría, lo hago más por mi hermana que por mí. Respiro hondo.
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Una ultima vez
Novela JuvenilUna historia sin un final feliz. Una historia triste, una chica pobre, sueña con un príncipe azul, pero lo único que obtendrá es el lado malo del cuanto de hadas, una bruja malvada; sera una amiga del trabajo, un hechicero codicioso; será su jefe, e...