Capítulo 17: oh, cariño... creo que quiero casarme contigo

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Malditos amigos, ¿no ven que cargaron aún más la cabeza del pobre Ramiro? ¡Estaba a punto de explotar!

Ahora, para colmo, se entera que quizá Violeta esté tras él. ¿Debería hacerle caso a los chicos? Mar ya está en otra relación y él podría estar perdiendo una bella oportunidad con la rubia.

R - Creo que sólo queda probar... - se dijo a si mismo.

Ramiro, quien ya se encontraba en su departamento, sale y toca la puerta de su vecina. La muchacha abre segundos después, con las manos llenas de harina.

V - ¡Rama! ¡Hola! - dice muy contenta. - ¿Qué te trae por acá?

R - Quería saber si quisieras salir conmigo hoy. - se rasca la nuca nerviosamente.

V - ¿Sabés que justo iba a decirte que vinieras a comer a casa? Estaba haciendo pasta para mi, - sube las manos para mostrar la harina que habían en ellas. - pero terminó siendo un montón de masa. ¿Te parece si cenamos acá?

R - Me parece. - se sonríen.

•••
Cinco meses después...

Marianella había ido con su hija Mora a la plaza del centro a tomar un poco de aire.

Mo - Mami, todo el tiempo me dice "chiquita"... ¡siento cómo si me tratara de petisa!

M - No dejes que el fratacho ese te trate de petisa, ¡ningún Rinaldi es petiso! Sólo somos un poco... - busca las palabras, pero no las encuentra. - ¡no somos petisos!

Mo - ¿Y cómo hago?

M - ¿Te conté cómo hace más de veinte años me  vengué de tu tío Nacho?

Mo - ¡Ay no! ¡Contame!

M - Él me había dicho que yo... - el relato fue interrumpido por la voz de Thomás al micrófono, quien se acercaba a Marianella. Ella, confundida, deja a su hija sentada en el banco de la plaza y camina hacia donde estaba su novio.

M - Eh... ¿Qué estamos haciendo, perno?

T - Marianella Tallarico Rinaldi, ¿me harías el honor de casarte conmigo?

Mo - No puede ser... - dice Mora consternada a lo lejos, sin que nadie escuche. Nadie excepto una persona. - Que diga que no, dios santo...

E - ¿Porqué no dejás que tu mamá sea felíz? - dice Enzo a espaldas de Mora.

Mo - ¡Enzo, me asustaste! ¿Qué hacés acá?

E - Te vi y quise asustarte, - se acerca a la cara de Mora y la mira de forma desafiante. - Chiquita... - dice esto último lentamente y se retira, dejando a una fastidiada Mora, quien desafortunadamente aumenta su fastidio al darse cuenta que, en efecto, su madre había accedido a contraer nupcias con la copia barata de su padre.

La fase tres había comenzado.

ᴘʀᴏᴍᴇsᴀ 2: ɴᴀᴅᴀ ᴇs ᴘᴀʀᴀ sɪᴇᴍᴘʀᴇ [ʀᴀᴍᴇʟʟᴀ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora