Family Dinner

4: Azirafel.

De ante mano, una disculpa por lo caca que quedó :c 

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Dean se preguntaba si su vida no podría empeorar en lo que iba de aquella semana; su auto no había ganado una carrera, el búnker se encontraba lleno de plantas y, por si fuera poco, su suegro demonio le hacía preguntas de improvisto a cada hora del día y Dean se veía condenado a responder con la verdad y nada más que la verdad. El cazador estaba a nada de mandar a todos al infierno y despedirse de Castiel ante eso, sabiendo que si echaba a sus padres el ángel los seguiría.

Quizá era eso lo que no entendía; Cass nunca había sido demasiado expresivo respecto a sus sentimientos, Dean casi podría jurar que sólo expresaba sentimientos con él y, desde hace unos años, con Jack, incluso parecía más humano que él mismo en ocasiones pero el Castiel que últimamente rondaba el búnker no era el que conocía. Cass lucía más contento, mucho más expresivo de lo que Dean hubiera imaginado y se preguntaba ¿por qué no fue antes así?

Era como si Cass siempre hubiera sido retenido por algo, oprimido en expresar sus emociones de una manera brutal y hasta ese momento no se había visto con la libertad de ser él mismo y en lugar de alegrarle le molestaba, hacía que se preguntara si todo el tiempo que llevaban juntos—no sólo en relación sino desde que se conocieron—Castiel no había tenido la confianza de mostrarse como realmente era, como si hubiera muros que no se atrevía a derrumbar ante Dean, ¡Dean! El humano con el que pasaba cada noche y no precisamente durmiendo.

Si era honesto consigo mismo seguía un poco molesto ante el hecho de que Castiel le hubiera ocultado el hecho de que no era un ángel creado de la mano de Dios sino de otros dos ángeles donde uno se había convertido en demonio. Sabía que era ese tipo de reacción la que había orillado al ángel a ocultarle semejante información pero Dean era su...bueno, en realidad no sabía qué era para el ángel. Nunca lo presentaba como su novio, simplemente era ese alguien con el que salía, solía decir que era su ángel pero...

Gruñó lleno de frustración, sintiendo que últimamente ni siquiera era capaz de organizar ni sus propios pensamientos, saltando de un lado a otro como un conejo en pradera. Todo aquello era demasiado para él, o quizá era que no estaba acostumbrado a ese tipo de cambios, ante el hecho de que Cass tenía una familia...una familia como la que él no tuvo.

Tres ligeros golpes en su puerta le sacaron de sus pensamientos haciendo que mirara con el ceño fruncido en esa dirección, maldiciendo internamente al ver las enredaderas cubriendo las paredes, creando más basura de la que estaba acostumbrado, diciéndose que apenas aquellos suegros que tenía se fueran a Londres él iba a podar todo ser biológico verde.

—Dean—llamarón del otro lado tocando de nuevo—Soy Azirafel, ¿puedo pasar?

Dean suspiró profundamente contando hasta cinco, diciendo que su suegro ángel de momento no había sido tan molesto como el demonio, si acaso Azirafel le recordaba aún más a Cass con toda esa aura de ternura rodeándolo, tan torpe y despistado en ocasiones que a Dean no le sorprendía que Crowley fuera tan protector con él.

—Seguro, adelante—habló mientras se sentaba al borde de su colchón.

Azirafel abrió la puerta, sonriendo al ver las enredaderas darle la bienvenida, sabiendo que Crowley las tenía amenazadas para que crecieran y se expandieran por todo el búnker si no querían que comenzara a cortarlas, apostaba a que Dean estaría feliz con eso.

El ángel miró al cazador encontrando a la perfección aquello que tenía tan enamorado a Castiel; estaba a simple vista, era la luz que aún emanaba aquel humano a pesar de todo lo que había pasado. Azirafel había aprendido, en ese poco tiempo, a compararlo con un roble; resistiendo cada tormenta, manteniéndose fuerte y frondoso mientras mantenía seguros a todas las criaturas que vivían en él. Crowley aseguraba que había más debajo de la piel que no querían mostrarles, se sentía demasiado conectado a él por lo que lo repudiaba, Crowley nunca se había llevado bien con otros demonios...