Capítulo 72

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POV TRISH

-¿Cuándo vamos a hacer el trabajo?- exclamé desesperada. El pelo me estorbaba en la cara y me hice un moño, pero eso no ayudó a desestresarme.

-¿Por qué no te vienes unos días a casa?- propuso Harry mientras cruzábamos el infernal pasillo de la universidad lleno de gente.

Cuando el reloj marcaba y media, aquello era peor que Times Square en hora punta. Gente yendo de acá para allá, corriendo algunos, incluso, porque su siguiente clase estaba en un módulo alejado y puede que no llegaran a tiempo.

-Sería más fácil, piénsalo- siguió hablando por encima del ruido-. Podríamos ir a la biblioteca, como solíamos hacer.

Me quedé pensándolo y sí, puede que fuera la mejor y única opción. Esta semana estaba hasta arriba de cosas. Tenía que hacer exposiciones orales y terminar infinidad de trabajos y, para colmo, me habían añadido otro más a la lista, que tenía que hacer con Harry.

-Sí, vale. Pero preferiblemente entre semana porque el fin de semana quiero ver a Louis- le informé. Le miré curiosa tras ver que no hablaba y le vi con una pequeña sonrisa en el rostro-. ¿Qué?

-Nada...

-No, Harry, ¿qué?- le demandé.

-¡Nada! Solo que me alegro de que volváis a estar juntos- reconoció.

-Ya, bueno... yo también- sonreí-, aunque es raro.

-¿Por qué?- dijo con el ceño fruncido.

-Volvemos a estar juntos pero no está conmigo... ¿me entiendes?- últimamente, expresarme no era lo mío.

-Solo nos queda poco más de un mes para acabar las clases. Antes de que te des cuenta estarás con él de nuevo- le sonreí amablemente y salimos juntos al campus. Harry siempre me alentaba a mirar las cosas con positivismo.

*

-Duermo en la habitación de Louis, ¿no?- chillé al subir las escaleras de la casa de Harry.

-¡Sí! ¡He puesto sábanas limpias!- gritó Gemma desde abajo.

Era jueves por la tarde y esta noche me quedaría con los Styles, como habíamos acordado a principios de semana. Harry y yo acabábamos de volver de hacer el trabajo y estaba matada. Él se había ido a comprar bebidas para la cena y yo fui hacia la habitación de Louis para tumbarme y no hacer absolutamente nada. Estaba exhausta. Parecía como si tuviéramos una conexión especial o algo porque, nada más cerrar la puerta, mi móvil sonó. Era él.

-Tú habitación ha cambiado considerablemente desde que no estás- comenté viendo lo que había ante mis ojos.

-¿Qué le han hecho?- pude sentir su mirada penetrante.

-La han convertido en un trastero- me reí. Había cajas por todos lados y cacharros en cada esquina. El único espacio que estaba libre era el de la cama.

-¡Qué bonito es que te echen de menos!- exclamó con ironía-. Oye... ¿sabes cómo se hacen las lasañas congeladas?

-¿Eh?- exclamé soltando la mochila sobre la cama y tumbándome sobre ella.

-He decido que tengo que empezar a comer mejor y Kylie me recomendó comprar cosas de la sección de congelados. Es lo que hace ella y, por ahora, le va bien, así que voy a copiarla. No quiero que cada vez que vengas le tengas que hacer una inspección sanitaria a la nevera.

Me repateaba que tuviera los huevos de hablarme de Kylie. ¿Acaso no se había dado cuenta de que no la tragaba?

-Sí, mira... todo lo que necesitas son un par de ojos para leer las instrucciones.

Fast: IncinerationDonde viven las historias. Descúbrelo ahora