XVI

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Sábado 22 de Septiembre de 1973

Emilio

12:34 am

Había sentido una gran punzada en mi corazón al no haber oído respuesta de su parte, y sabía perfectamente que Joaquín no sé había quedado dormido, pero debía respetar su espacio, finalmente como el siempre lo recalcaba, solamente era mi amigo y tenía que reprimir todo ese amor que crecía día a día con más fuerza dentro de mi, tenía que reprimirlo porque sabía a certeza que el sentimiento no era mutuo. Después de haber dicho esas últimas palabras que habían salido desde lo más profundo de mi, lo más sinceras que ninguna otra, tuve que obligarme a dormir, pero el hecho de que estuviéramos solos en una misma habitación, en la misma cama me dejaba sin sueño, sin aliento complemente.

Tome una bocanada aire, me levante y salí de mi habitación, necesitaba lavarme la cara y saber que todo esto realmente estaba pasando, relajarme y tomar aire, necesitaba un momento para procesar todo esto, cerré la puerta cuidadosamente, buscando de alguna manera no despertar a Joaquín, camine hasta el baño, abrí la llave dejando correr el agua acercando mis manos a ella, me veía en el espejo y sabía perfectamente con solo ver mi rostro se podía observar todo lo que estaba sintiendo, esa gran decepción que se había colado hasta lo más profundo de mis huesos, al no haber oído respuesta alguna de Joaquín, y aunque sabía que hacerlo era lo menos viable aún tenía esa ligera gran esperanza de que yo fuera correspondido, y que en algún momento podríamos ser completamente libres y felices, como una pareja, más allá de eso un equipo, una familia. Finalmente ser feliz con alguien. Pero sabía que eso no se daría, muy en el fondo aún trataba de asimilarlo, trataba de ocultar la dolorosa verdad, y sentía que mi mente se carcomida con todos estos pensamientos pero era algo que realmente me preocupaba, de lleno sentía como mi corazón se partía lentamente con cada paso que daba por el simple hecho de cada acción que me daba a entender que entre Joaquín y yo no habria un nosotros.

Lave mi rostro, sentí una gran necesidad de llorar, tan inexplicable, tan inesperada, solamente se coló el deseo de hacerlo, y poder sacar todo eso que había sentido con esa simple acción, pero aún con los ojos cristalinos, con esas lágrimas a punto de salir me obligué a creer que no debía hacerlo, porque no debía, las ilusiones que había creado las había hecho por mí cuenta, y debía estar consciente de eso, y saber que llorar no haría que Joaquín me quisiera de la manera que anhelaba.

Tomé la perilla de la puerta, buscando alguna forma de quedarme ahí, pero sabía que no debía, una lágrima traicionera corrió por mi mejilla, tomándome por sorpresa, la aparte con desdén, enojandome conmigo mismo por ello, gire la perilla y di un paso fuera del sanitario, emprendiendo de nuevo el camino a mi habitación, con el chico que me robaba el aliento durmiendo plácidamente en mi cama, compartiendo ese espacio que solo era mío, donde llegaba de alguna manera a inmiscuirse en mi espacio personal, cosa que hacía que mis latidos se acelerarán con cada paso que daba por el corredor en dirección allá, con cada pensamiento e ilusión que creaba en mi mente hacia que el color carmín se apoderara de mis mejillas, sintiendo el cosquilleo en mi estómago, imaginando se rostro calmado lleno de paz.

Al estar a unos pasos de estar enfrente de mi puerta, titubee en si debería entrar, con todo ese revoltijo que se había creado en mi conciencia y en mi corazón, finalmente al llegar tomé una bocanada de aire dándome ese valor que solo una persona podía quitarme, y que estaba descansando en mi cama. Al abrir la puerta la luz tenue de la luna alumbraba la habitación, pude notar rápidamente que Joaquín no estaba en la cama, sentí mi sangre helar, tuve miedo que con mis estúpidas aptitudes haya decidido irse, y con justa razón, sentía de alguna manera que lo está a presionando con mi rotundo interés, el asfixiante contacto físico y emocional que había comenzado a llevar con el, el sentimiento de decepción se albergó prontamente en mi, recorriendo mi cuerpo de pies a cabeza.

Haven Or Hell [Emiliaco] Donde viven las historias. Descúbrelo ahora