Capítulo 15

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No me di cuenta cuando un leve sonido había salido de mi boca para mezclarse con nuestros besos; y es que sus dientes habían capturado mi labio inferior para jalarlo hacia él. Mis manos rápidamente fueron hasta sus dos brazos para mantenerme firme a la vez que ladeaba sutilmente mi cabeza hacia a un lado, todo para poder apreciar de una forma más exquisita su boca.

Sentí como sus manos hicieron un firme agarre en lo que era mi fina cintura, se podía apreciar del todo como mi cuerpo quedaba pequeño ante sus varoniles manos. Por un momento mi mente hizo que olvidara que estábamos en un lugar, prácticamente  público, a pesar de que tuviéramos todo el segundo piso para nosotros, también a mi nublada mente vino la imagen de que quizás el mesero vendría a nuestro encuentro para ver si ya estábamos listos para pedir.

Hice un pequeño sonido y me separé a duras penas mirando divertida al hombre que tenía frente a mí.

— No es que quiera separarme —Comenté divertida— Pero, déjame recordarte que estamos a medio camino para llegar a la mesa y que en un rato próximo de seguro viene alguien a ver si estamos listos para pedir —Reí.

Noté como parpadeó unas cuantas veces como para volver a la realidad que envolvía a todos los que estaban en el mundo y no en nuestro mundo.

— Tienes demasiada razón, perdón —Aguardó unos segundos para hablar nuevamente— Pero ahora puedes notar el inmenso poder que puedes tener sobre mí con tan solo unas pequeñas acciones.

No pude evitar reír al mismo tiempo que mis mejillas se ponían de un color carmín.

— Ya deja de tonterías y vamos a la mesa —Mi mano bajó por uno de sus brazos y tomó la suya para caminar el resto de trayecto que quedaba hasta la mesa que nos esperaba.

Él de forma rápida quitó su mano de la mía para poder acercarse a lo que sería mi asiento, lo corrió con delicadeza levantando la silla de lo que sería el suelo para que no provocara ruido alguno.

— Por favor —Acota esperando a que me sentara; al ya hacerlo me acerca a la mesa.

Al mismo tiempo tomé lo que sería la carta del local, fruncí mi ceño leyendo cada opción que nos ofrecía, tanto tratándose de la entrada, como el plato de fondo más ensalada y el postre.

— Se ve muy tentadora la lasaña con salsa roja —Comenté de la nada mirando a quien estaba frente a mí sobre la carta.

— Puedes pedirla sin problemas —Se encoge de hombros— ¿Ya tienes decidido la entrada, la ensalada y el postre? —Noté como su ceja derecha se alzaba dándole énfasis a la pregunta recientemente echa.

— Mhmm, sisi, entiendo, solo quería confirmar el plato principal —Solté una pequeña risa mirando todo lo que faltaba ahora.

La torta helada llamaba mucho mi atención, como el helado de tres leche con chocolate derretido encima, de seguro sí, ese sería el postre que elegiría. La ensalada era más sencilla, lechuga con palta y con vetarragas cortadas en trozo; y por último, la entrada le diría al personal que vendría que me diera la especialidad de la casa, la entrada era lo de menos.

— Ya tengo lista mi decisión —Bajé ma carta dejándola sobre la superficie de la mesa que estaba cubierta por un bonito mantel color blanco pastel— En verdad todo está muy bonito, me gusta mucho la noche, en verdad pienso que fue un día fantástico, de seguro viste como estaría el clima el día de hoy —Carcajeé.

— Puede que sí, puede que no, nunca lo sabrás —Me guiñó su ojo derecho, su mano se había estirado hasta la mía para tomarla y darle pequeñas caricias.

Estoy segura de que ni si quiera vio la carta para pedir lo que quería cenar esta noche, es más diría que frecuentaba éste lugar por el hecho de que noté como saludaba a algunos del personal con esa sonrisa radiante que lo caracterizaba. Suspiré bajo entre cerrando mis ojos al verlo.

— Ni si quiera viste la carta, ¿vienes aquí seguido? —Decidí, finalmente, preguntar.

— Sí, frecuento mucho este lugar, desde pequeño que venía en la compañía de mi familia, el dueño del establecimiento me conoce desde que estoy en "la panza de mi mamá" —Ríe— Sí, eso me dice cada vez que me ve —Pone sus ojo en blanco, obviamente de forma divertida.

No conocía su lado "malo", por así decirlo, siempre lo había visto feliz y bromeando, así que no me lo imaginaba de otra manera.

— Debes tener de muchas regalías o descuentos —Comenté divertida.

— Puede que sí, digo, aquí también fue mi primer trabajo, pasé de lavar los platos y limpiar los pisos hasta cocinar y ser jefe de cocina.

Mis ojos se abrieron levemente, era bueno que al fin y al cabo sus padres le enseñaron a ganarse el dinero y el también saber apreciar lo que es estar en un empleo y mantenerse en el tiempo.

Era un hombre completo, alguien que sin duda me interesaba, y ese interés solo iba aumentando en el tiempo.

— Vaya, así que sabes lo que es trabajar y tratar de quedarse en el puesto —Asentí— Me parece —Sonreía de lado a lado.

Iba a seguir hablando cuando de repente alguien se pone delante de nosotros, en medio de la mesa. Alcé mi vista notando que nos miraba con una sonrisa suave y de lado a lado.

— ¿Saben lo que van a pedir? —Pulsó el pequeño botón del lápiz para sacar la punta del bolígrafo.

— Sí, ya estamos listos —Habla el mayor de nosotros dos— La señorita quiere de plato de fondo, lasaña...

— Oh y una ensalada de lechuga con palta, de postre quiero un helado de tres leche... Y por uuuúltimo quiero, de fondo, lo que me suguiera el chef.

Anotó lo que le expresé, su ceño estaba fruncido, pero luego de terminar de escribir alza su mirada riendo suave, luego miró al que estaba frente a mí.

— ¿Lo de siempre? —Cuestiona.

— Tú si me conoces, Erick. —Ríe bajo— Gracias, amigo.

— De nada... Si me permiten —Da una pequeña reverencia para después dar la vuelta e irse.

— Espero de todo corazón que te guste lo que preparan aquí.

— De seguro sí, todo lo que viene de ti parece ser bueno.

Noté como sus cejas se alzaron y una risa coqueta salió de su boca; en cambio mi persona reaccionó de tal manera que mis mejillas se pusieron rojas y mi actitud se volvió reservada por unos segundos.

— Que vergüenza —Admití en voz baja.

— Tranquila, que también todo lo que viene de ti, es bueno —Tomó nuevamente mi mano para plantarle un pequeño beso.

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Hola a todos que leen este relato, al fin llegó la hora de que comience actualizar más seguido; gracias por su constancia y paciencia, son los mejores.
Espero que les guste, y lo disfruten, espero sus comentarios y votos.
Los quiero
Abby.

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⏰ Última actualización: Aug 11, 2019 ⏰

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