#5 Entre Ángeles y Demonios

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Los días han pasado, el cielo se ve nublado, la lluvia cae sin parar, en las calles la gente corre, las sombrillas se abren y los impermeables son vendidos en cada esquina, es domingo y la gente parece preferir estar en casa resguardado, pero ellos caminan buscando pistas, ha sido reportado un nuevo asesinato, ahí en el arco de San juan está el cuerpo de un ángel, Hakudoshi ha sido elegido para investigar el caso.
-es la misma marca- menciona inspeccionando el cuerpo sin vida.
-crees que un demonio sea el responsable- pregunta Bankotsu algo intrigado.
-es posible-responde encapsulando en una esfera de luz el cuerpo- es tiempo de dejarlo descansar.
-bien regresemos- murmura Bank mirando a la gente escapar de la lluvia.
-cuanto más piensas mantenerla encerrada, estás siendo un poco infantil, además de estar abusando de tu poder- Hakudoshi lo mira serio- deberías dejarla seguir.
-sí, pero ahora con esto, temo por su seguridad- menciona elevándose por el cielo.
-siempre fuiste así con ella, tan protector-murmura el ángel-es tiempo de que la dejes volar con sus propias alas.
POV KAGOME
El cielo brilla fuertemente por fin se me ha permitido salir, me cubro los ojos por unos segundos, camino por los pasillos, a raíz de las muertes de los ángeles, Dios y los maestros han hecho cambios en las leyes, me dirijo a la oficina del maestro Hakudoshi, quien me asignara mi nueva misión, temo que me digan que no seré ángel guardián, enserio deseo bajar a la tierra y proteger a los humanos de los demonios.
-buenos días maestro-  saludo con una leve inclinación.
-Higurashi buen día-saluda mirándome-es tiempo de que te incorpores, has sabido de todo lo sucedido- afirmo con la cabeza- bien, en nuestra reunión con dios decidimos enviar a ángeles especiales para proteger a los adolescentes.
-y cuál ha de ser la tarea específica- pregunto curiosa y entusiasmada.
-lo mismo que un ángel guardián, la diferencia es que actuaras en lugares variados, donde un demonio intente corromper a un adolescente, podrás actuar sutilmente aun cuando no pidan ayuda a Dios, todos sabemos que los adolescentes suelen evadir a Dios por los mandatos que exige.
-entonces no tendré solo a uno- pregunto confusa.
-así es, un grupo de adolescentes estará a tu cuidado, así que aquí tienes empieza ya- me dice y tomo la hoja más que feliz-ten cuidado.
-sí, con permiso maestro- digo y salgo del lugar.
Estoy brincando de la felicidad, corro hasta la orilla del reino y me lanzo a la tierra, por fin podré bajar, miro a la gente andar por las calles, mi destino es una preparatoria al poniente de la ciudad, ahí está mi grupo de jóvenes, sonrió al percatarme de que están en clase, todos parecen ser amigos, Kohaku, Kanna y Yuka, me quedo parada al final del salón escuchando y divagando en todo ello. Una vez que finaliza la clase escucho que platican sobre una fiesta.
- segura que habrá cerveza- pregunta Yuka- fiesta sin alcohol no es fiesta.
-ya te dije que no solo eso habrá- dice susurrando Kanna- O ni gomo ha prometido regalarme un par de paquetes felices.
-amo a tu hermano, espero que esta noche por fin se fije en mi- dice sonriendo Yuka.
-estás loca- se ríe Kohaku- sabes bien que él solo busca sexo-veo en su mirada un destello extraño.
-pues no me importa, con una noche con él será fabulosos- dice decidida la chica.
-bueno entonces nos vemos en mi casa- interrumpe Kanna- no lleguen tarde ¡he!
Me sorprende como Yuka no valora su persona, he escuchado que la virginidad no es juego, es algo que se comparte con alguien especial, porque esa niña pretende hacer aquello así nada más, los humanos son tan raros. Las horas pasan tan rápido, la fiesta inicia, las chicas prácticamente llegan sin ropa, los jóvenes empiezan a beber, veo llegar a Yuca con un vestido que no deja nada a la imaginación, me sonrojo al ver como un chico le acaricia el trasero al pasar, pero ella camina entre la gente decidida sin quitarle la mirada a un joven, que parece mayor que todos los demás, él está sentado frente a una mesa donde un polvo blanco se extiende, las chicas a su lado lo inhalan y todos ríen.
-espera Yuka- la detiene Kohaku- si vas a probar aquello ten cuidado, recuerda que hace poco Ari murió de sobredosis.
-tranquilo estaré bien- la escucho decir.
Kohaku no le quita la mirada de encima, parece que está interesado en su amiga, sonrió, pero sigo caminando tras de Yuka, me centro en el hombre quien levanta la vista, con sus ojos rojos la mira de arriba abajo, susurra algo a las otras y estas se levantan.
-es virgen y está desesperada sería bueno hacerla disfrutar- frunzo el ceño al escuchar esa voz, miro por todos lados, quien ha dicho ello.
-ven- extiende la mano y ella termina sentada en sus piernas- así que eres amiga de mi hermanita.
-Yuka- dice sonriendo- quiero probar.
-adelante preciosa- dice y veo como ella se inclina para inhalar ese polvo.
-wow esto es- miro como Yuka empieza perderse- quiero más.
-estarías dispuesta a disfrutar de más- pregunta el hombre-vamos a mi habitación.
-una inyección podría prender tu fiesta- de nuevo esa voz, acaso es un demonio, me pregunto mirando por todos lados.
Sigo a ambos por las escaleras, mi mirada vaga por el lugar, Kohaku mira a Yuka subir con ese hombre, susurro unas palabras y soplo esperando lleguen a tiempo, llegamos a la habitación, tengo que hacer algo, Yuka se está perdiendo en eso que llaman droga, no sabe lo que hace, él la acuesta mientras prepara una inyección.
-dale todo- de nuevo la voz.
-quien eres- pregunto queriendo ver a ese demonio que ha corrompido el alma de ese joven humano- aparece.
-un ángel hermoso, por cierto- la voz se escucha cerca de mí- así que quieres salvarla, ¿para qué angelita?
-ella merece ser feliz de verdad, no falsamente como él le hace creer- digo mirando como él hombre se acerca a ella.
-es su deseo, ella lo quiere así- me dice y siento unos brazos rodearme de la cintura.
-déjenla- susurro- Yuka no hagas esto, tu, vales mucho, hay alguien que te quiere de verdad.
Mis palabras le llegan en un susurro, la veo removerse y de un manotazo tira la inyección.
-estúpida chica eso cuesta caro- se enoja el hombre e intenta pegarle, pero la puerta se abre y Kohaku aparece, mis palabras han llegado.
-saca a ese de aquí- escucho al demonio hablar y su aliento acaricia mi cuello.
- salte- exige O ni gomo y se lanza a golpearlo.
-me llevare a Yuka-dice este esquivando el golpe y agarrándolo para golpear su estómago, veo como el hombre cae de rodillas, Kohaku le da otro golpe dejándolo inconsciente y carga a Yuka- es menor de edad podrías estar en graves problemas.
Ambos salen por la puerta, cierro de un movimiento, el demonio me aprieta con más fuerza, siento como mi piel empieza a quemarse, intento soltarme, pero no me deja.
-has arruinado la noche ángel- me dice con voz fría.
-no dejare que corrompas a más jóvenes- le digo y siento su mano subir por mi seno, me quedo helada ante semejante acto, los demonios son despreciables.
-sería interesante corromper a un ángel- me dice con voz ronca y el pánico se apodera de mí.
Abro mis alas y lo golpeo con ellas, obligándolo a apartarse, escucho un gruñido de molestia e inmediatamente me doy la vuelta, nunca he visto un demonio, hasta hoy, él extiende sus alas dejándome ver unas plumas negras, mi mirada sube por esos pantalones desgastados, hasta el abdomen bien formado, trago saliva y me sonrojo, nunca he visto tanta piel en mi vida y entonces mis ojos se encuentran con esos que me persiguen en las noches.
POV SESSHOMARU
Esa pequeña ángel, acababa de arruinarme la noche perfecta, me divertí al sentirla temblar en mis brazos, corromper a un ángel ha de ser interesante, pensé, sé que fui lejos al tocar su seno, sentí como me quemaba pero por alguna extraña razón quería tocarla, no esperaba que abriera sus alas, pero entonces ahora que la veo bien, a pesar de su túnica blanca que cubre toda la piel posible, no puedo evitar ocultar esos ojos que me persiguen, retrocedí al igual que ella, los ojos chocolates que he buscado le pertenecían a un ángel ¿acaso en otra vida nos conocimos?
-eres un demonio- su voz me eriza- te volviste un demonio- la veo temblar.
-el mejor demonio que puedas conocer-respondí con arrogancia.
-perdóname yo…- la vi elevarse en el cielo.
Y la perseguí, logre alcanzarla antes de subir hasta los límites permitidos para los demonios, tome su mano y la jale, su cuerpo choco con el mío, yo deseaba esos ojos chocolates, por ello había vagado desde que pude subir, buscando en cada rincón a su dueña, ahora…
- ¿Quién eres? - pregunto sin poder apartar mis ojos de ella.
-ojalá nunca te hubieras tirado- escucho que murmura- estaba regresando por ti.
- ¿me conoces entonces? -dije y la pegue aún más a mi cuerpo, no intereso que su piel pura me quemara o sus alas blancas dañaran mis ojos, sentirla tan cerca de mí, era maravilloso.
-pero tú no me recuerdas- me dijo mordiendo su labio.
Y no pude evitar besarla, ella se sorprendió ante ello, pero no me detuve, al contrario, dejé que mi lengua la explorara, sin esperar aquello ella me rodeo del cuello y me beso de igual forma, sentí cosas raras en mi cuerpo, un calor me recorrió, ambos estábamos faltando a nuestras leyes, y una chispa electrizante nos lo recordó, al separarnos de golpe. Ambos nos miramos, sin dar crédito a lo sucedido, vi el remordimiento en sus ojos, vi como luchaba contra aquello, no se cual fue nuestra historia, pero deseo que ese ángel sea mío.
-Kag ven conmigo- pronuncie su nombre y estire la mano.
-tú no eres el Sesshomaru que conocí- me dijo y sin más cruzo la frontera del cielo, perdiéndose de mi vista.
Continuara…

Mi pecado es AMARTEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora