Hakudoshi se encontraba en su oficina revisando pergaminos, cuando entro la Arcángel Midoriko, esta se encontraba nerviosa.
- ¿Ha sucedido otro asesinato? -pregunto el ángel.
- sí, pero esta vez de un demonio- murmuro la mujer.
-estas segura-pregunto Hakudoshi.
-si maestro, algunos de nuestros ángeles fueron testigos de como quedo el cuerpo, las mismas marcas- menciono Midoriko.
-he revisado las antiguas escrituras, Dios me ha pedido enfocarme en el apocalipsis, he dado con algo, mira-le entrega el pergamino.
-lo crees posible-menciona la mujer leyendo aquello- la bestia, más poderoso que Dios y el mismo Satanás, un ser que necesita la sangre de demonios y ángeles para obtener su poder, pero cuantos necesita para ello.
-he revisado todo lo que poseemos, he dado con un antiguo escrito que habla de un ritual, pero esta tan viejo y desgastado que no se logra leer, sin embargo, en la tierra ha de a ver una copia, tendré que ir por él, hasta ahora son 10 ángeles muertos y un demonio.
-debemos informar a Dios de esto con urgencia, nuestros jóvenes ángeles guardianes están en peligro-dice preocupada la mujer.
-si la bestia es revivida será fatal para todos- afirma Hakudoshi.
- ¿Quién puede estar tras de todo esto maestro? - pregunto contrariada la mujer.
-no sé, pero es alguien que no cree en Dios y no le importa ir contra Satanás- murmuro Hakudoshi.
POV KAGOME
Ser humano no es tan malo, ni complicado, han pasado tres días, pese a las quejas de Sesshomaru permanecí en ese trabajo, cada noche va a buscarme, odia verme con Naraku, quien resulta haber sido su amigo tiempo atrás, por mí parte e practicado haciendo comida, él se ríe de mis intentos fallidos.
-pero mira mi sándwich de jamón, perfecto, manos completas, todo limpio, quien dice que no puedo cocinar-rio mirando mi logro satisfecha.
-para serte honesto a eso no se le puede llamar comida, hasta un niño se hace un sándwich- se burla de mí.
-eres malo sabes- le digo sentándome y mascando mi preciado sándwich.
-pero se ve bueno-intenta animarme- oye Kag, mmm…rico-dice mientras masca el suyo.
-además finges que te gusta-lo acuso sin mirarlo- en fin, se me hace tarde.
-te veo en la noche- me dice mientras salgo.
Llegó sonriendo al trabajo, la gente de ese lugar es muy amable, me coloco el delantal, me sorprende no encontrar a Naraku, me dicen que es su día de descanso, bueno me pongo a lo mío, me acerco a la mesa de un hombre.
-buen día señor ya pensó que va a ordenar-le digo sonriendo.
-bueno solo deme una torta de pavo y un té-me dice sin animo.
-le pasa algo- pregunto- soy buena para escuchar.
-mira señorita-levanta su mirada- la verdad estoy enojado con dios sabes, he perdido tres trabajos en los últimos meses, mi esposa me ha sacado de la casa, no me queda ya nada.
-Dios sabe porque hace las cosas, solo confié en él-le digo poniendo mi mano en su hombro.
-dios te odia, se ensaña contigo, eres un perdedor, jamás podrás quedarte en un trabajo, todos te dejaran-una voz resuena sin parar.
- alguna vez, le ha pedido ayuda a Dios o solo espera que él le resuelva todo-le digo ignorando al demonio que está a su lado.
-él debe saber que necesito, lo ve todo y está en todo ¿no? -me responde.
-pero usted en la calle, si ve que alguien necesita ayuda, lo hace-cuestiono.
-si no me dice cómo voy a saberlo, luego intentas ayudarlos y se ofenden- menciona.
-entonces ¿Por qué espera que él lo ayude si puede ofenderse o no necesitarlo? - me alejo del hombre, porque me llaman en otra mesa-disculpe, ya le traigo su pedido.
-señor soy yo Jinenji hace mucho que no hablo con vos, pero por favor ayúdame, necesito de ti-murmura el hombre en su mesa angustiado.
- ¿Jinenji? - se acerca un hombre mayor a él, tendiéndole la mano- esto es increíble, hombre.
-señor Jaken- saluda Jinenji- que gusto verlo mejor.
-gracias a Dios mi salud ha mejorado, y te encuentro, desde que volví a la empresa he estado tratando de contactarte, pero no lo he logrado.
-me robaron el celular unos días después que deje el trabajo- responde.
-y dime estarías dispuesto a regresar a tu puesto, no hay hombre que conozca mejor que tú el manejo de esas máquinas- comenta Jaken.
-enserio, por supuesto señor Jaken-sonríe el hombre calvo.
-su pedido, disculpe usted que va a pedir- pregunta Kagome.
-lo mismo-responde y ella se aleja de los dos hombres que hablan del trabajo.
Esa noche Kagome salió de su empleo, avanzaba hasta donde Sesshomaru solía esperarla, cuando fue interceptada por un hombre de ojos azules.
-todo bien Kagome-pregunto el hombre.
-maestro Bankotsu, si me estoy adaptando-respondió.
-hoy regresaste al camino a un hombre, ahora solo faltan cuatro, aun siendo humana no olvides los mandatos de Dios-le menciona y desaparece.
- ¿Qué te pasa? -pregunta el ojo dorado caminando a su lado.
-nada, y que tal tú día- pregunta la chica y él toma su mano.
En los días que han pasado se ha vuelto una costumbre andar de esa manera, su convivencia cada vez es más fluida, ambos suelen desayunar juntos, ella arregla la casa, mientras él sale por las mañanas, al regresar almuerzan juntos, por lo general él trae la comida, para luego ella irse a trabajar, en las noches regresan de la mano, cenan y cada uno se acuesta a dormir, ella en la cama y él en una hamaca en la sala.
*Las lámparas del puente se apagaron dejando todo a oscuras, el demonio caminaba por él, estando a punto de lanzarse al hoyo que lo llevaría al inframundo, una mano lo jalo dejando una marca en su piel.
-qué demonios- grito el demonio- ¡AH!!
La oscuridad no lo dejo ver al ser que provoco en su cuerpo una fuerte electricidad, llevándolo al límite, inmovilizando su cuerpo, lo cual dio libertad a ese ser maligno de sacar toda la sangre de su cuerpo.
-uno más, me faltan 5 ángeles y 10 demonios-sonríe mostrando sus blancos dientes- la bestia despertará y mi venganza por fin dará inicio JAJAJA.
CONTINUARA...
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Mi pecado es AMARTE
Fiksi PenggemarYo deseaba ser un ángel guardián, miraba a los humanos con admiración, pero cuando me crucé con sus ojos dorados todo en mí cambio. Un demonio aferrado a corromper a un ángel y una profecía que puede llevar al apocalipsis.