#17 Pelea

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POV KAGOME

Era la humana de la profecía con dos almas, divina y demoniaca, era aquella elegida para sacar la espada de lo más alto del templo sagrado, avanzaba en esas escaleras empinadas, un aura de luz me cubría, un par de alas surgieron, pero no eran nada parecidas a la que tenía antes, estas eran prestadas lo podía sentir, aún seguía siendo humana, pero este pequeño que en mi yacía podía hacer uso de un gran poder aumentando mi divinidad.

Apenas estaba a la mitad del camino cuando oí el gruñir de la bestia, volaba a nosotros, seguí avanzando sin mirarla, de reojo percibí una luz aumentar y avanzar a una gran velocidad, una ráfaga de viento me hizo tambalear y caí hincada en las escaleras, al levantar la mirada pude ver su rostro anciano lleno de odio, ni pisca de sonrisa había en ella, me puse en pie, ella elevo su bastón en lo alto, apenas pude escucharla murmurar y un remolino nos cubrió, un gran hoyo ser abrió en el cielo solo podía ver oscuridad en él.

-no te acerques-grito Bankotsu a Sesshomaru cuando intento acercarse al remolino.

- ¡KAGOME! -grito parándose a escasos centímetros.

-crees que me vencerás mocosa-se burló la anciana mirando como Kagome avanzaba y se acercaba a la cima del templo-veamos si puedes seguir- rio y con un nuevo movimiento hizo aparecer serpientes venenosas que bajaron al paso de la chica.

-No temas, ten fe y sigue adelante-una brisa trajo las palabras hacia Kag-Dios está contigo.

Mis pies descalzos tocaban la fría piedra, mi cabello se elevaba con las ráfagas provocadas por aquel remolino, por un momento me sentí tentada a parar, sentí ganas de retroceder, pero esas palabras me dieron la fuerza y empuje que necesitaba para seguir con mi misión, sacar la espada de la justicia era indispensable para matar a la bestia, las serpientes bajaban a mi paso, caminé sintiendo como se enredaban en mis pies, algunos me mordieron, pero no tenía tiempo de pensar en sus consecuencias, podía sentir mi piel arder.

-Dios solo te utiliza para su beneficio mocosa-me dijo con rabia- no te das cuenta que él te da y te quita sin más.

-él me dio la oportunidad de la vida y es él quien dispone de ella-replique.

-entonces para que el libre albedrio-menciono.

-si no existiera, jamás habría sabido que es el amor siendo ángel guardián, nos dejó decidir donde estar-dije y detuve a un escalón de ella.

-Dios me dejo estar con él y después me lo quito-exclamo con enojo.

-y no le diste tiempo para saber que tenía preparado para ti, al contrario, dejaste que los demonios te enredaran, perdiste la fe-murmure.

-la fe jajaja mocosa insolente acaso crees que él te dejara ser feliz, mira bien como mi bestia esta por matar a ese a quien amas-me grito y no pude evitar girar.

POV SESSHOMARU

El remolino nos impedía avanzar hasta Kag, temía por ella y mi hijo, sin embargo, aquí también teníamos graves problemas, la bestia se lanzó a nosotros, fue su cola la que nos sorprendió y lanzo lejos a Miroku, el fuego que saco de la boca Bankotsu la detuvo con un escudo, por mi parte lance un fuerte golpe en su estómago, Sango hizo lo mismo con su bumerang, los cuatro nos enfrentamos a la bestia, era algo imposible, no había forma de matarla por más golpes y ataques que diéramos él seguía sin inmutarse.

-carajo no logramos dañarlo-menciono Miroku.

-no podemos parar ahora, sigan-grito Sango.

-tenemos que mantenernos en pie, hasta que Kag obtenga la espada-menciono Bankotsu.

Fue entonces que de reojo la vi avanzar entre serpientes, ella tan frágil y pequeña, se mostraba decidida, algo me llamaba a estar a su lado, sentía una fuerte necesidad de protegerla, no quería perderlos, eran lo único bueno que tenía en mi asquerosa vida, fue ahí cuando me distraje y apenas escuché el grito de Bankotsu.

- ¡QUITATE! - él me empujo con fuerza, pero una lengua de fuego alcanzo mi brazo.

- ¡AH CARAJO! - grite de dolor en el piso, mi brazo ardía, apenas alcance a ver cuándo Sango y Miroku lograron alejar a la bestia.

Estábamos exhaustos, ellos jadeaban por el cansancio, Bankotsu me vendo a prisa mi brazo y de nuevo nos levantamos a pelear, no importaba cuantos golpes diéramos no tenía lesión alguna, Sango estaba en el piso y Miroku era quien logro apartarla justo antes de que el fuego quemara el césped de aquel lugar, Bankotsu estaba hincado mirando con sudor en el cuerpo como gruñía la bestia y yo termine tirado de nuevo por un colazo.

POV KAGOME

Lo vi herido y mi corazón se contrajo, grite tan fuerte, pero dudo que me escuchara, Kaede reía sin parar, me gire para encararla, mire detrás de ella y una luz tenue llamo mi atención, la espada pensé, subí el escalón mirándola de frente.

-  Kaede es tiempo de perdonar- le susurre- deja ese rencor que solo te daña.

-tú no sabes nada- me dijo agarrándome de ambos brazos.

- ¡AHAHAH! -grite al sentir mi cuerpo arder- ¿Qué esto?

- no olvides que soy parte demonio mocosa-me dijo apretándome más.

No importaba su edad o quien era, la patee empujándola lejos de mí, se incorporó y con su bastón me lanzo una energía, uní mis manos para crear también una bola de energía que choco con la suya, avance más mientras ella intentaba golpearme con su bastón, tenía miedo ya que estaba embarazada, sin embargo, Dios estaba conmigo.

-no te dejare-grito lanzarse sobre mí, apenas tuve tiempo de quitarme, caí de rodilla y sentí un fuerte golpe.

- ¡AH! -grite y sentí un fuerte malestar en mi cuerpo-por favor dame fuerza-rogué y de nuevo me levante.

-no te dejare Dios y Satanás me lo pagaran-exclamo dándome una bofetada- donde esta tu dios que no viene en tu ayuda-se burló y me lanzo al piso-MUERE.

Con su bastón trato de darme en la cara me gire, pero logro presionar mi cabello, grite por el dolor causado, estire mi mano y pude sentir la fuerza de la espada, ella presiono con fuerza para mantenerme en el piso, grite de dolor mientras mi mano se estiraba sin éxito de alcanzarlo.

POV SESSHOMARU

Estaba exhausto, los cuatro estábamos en el piso, de reojo mire como esa mujer atacaba a Kag, intente ponerme de pie, pero había utilizado demasiada energía, la bestia se disponía a atacarnos de nuevo, esta vez los cuatro estábamos tan agotados que solo esperamos el fuego quemar nuestro cuerpo, Miroku abrazo a Sango, Bankotsu y yo clavamos la mirada en la bestia, de su garganta el gruñido salió fuerte para después expulsar fuego, pero de la tierra surgieron demonios quienes nos protegieron con sus escudos y del cielo blancos caballos descendieron con ángeles  montados en ellos.

Continuara…

Mi pecado es AMARTEDonde viven las historias. Descúbrelo ahora