Supercorp | Otro mundo

Capítulo 16

Nada más abrí la puerta, ella se abalanzó sobre mí y me robó un beso.

Me aparté delicadamente, sin ser brusca y sin entender nada y ella agachó la cabeza avergonzada.

—Lo siento... —musitó la pelinegra.

—¿El qué sientes?

—Haberlo hecho, no debería...

—Lena, no hablo del beso. Hablo de ti, ¿el qué sientes? —repetí la pregunta.

—No importa —se dio la vuelta para irse, pero la cogí del brazo.

—A mí me importa —dejé su brazo—. No lo entiendo, sinceramente. Primero no sabes que decirme cuando te confieso lo que siento por ti. Luego me repites constantemente que somos amigas, y me duele que me lo digas, pero lo respeto —pausé para respirar hondo y continué alzando un poco la voz—. Después te peleas conmigo y discutimos sin parar, y no una, sino varias veces, y seguidamente me confiesas que es porque estás celosa. Te he besado dos veces —levanté dos dedos—, una porque creía que había algo entre nosotras y creía que me dabas señales, y otro para demostrarte que no hay más que una Lena que quiero en mi vida —ella agachó la cabeza y empecé a hablar con más calma—. Mira, he tenido tantas, pero que tantas ocasiones de besarte porque te juro que me encantas tanto que no te haces a la idea de cuanto, pero no puedo hacerlo porque los sentimientos no son correspondidos, y ahora vienes... —suspiré mirando al techo y luego volví a mirar su rostro.

—Y te beso... —completó mi frase evitando el contacto visual.

—Así que sí que me importa, me importa lo que sientes porque creo que también estoy involucrada —me mordí el labio.

—No lo sé, Kara. No sé porque lo he hecho. No sé porque he venido aquí, he tocado la puerta y me he abalanzado sobre ti. Lo que sí sé es que... —me miró a los ojos—, es que quería besarte... —musitó mientras apartaba la mirada.

—Pues deberías de aclararte porque me confundes. No quiero que porque yo sienta algo por ti vengas a besarme para descubrir si sientes algo por mí. O lo que es peor, que lo hagas por pena o por experimentar algo con una chica.

—¿Crees que yo lo haría por eso? —me miró con el ceño fruncido.

—No, solo digo que...

—No, Kara, creo que somos mayores para hacer esas cosas. Podrías haber dicho solo eso de que podría sentir algo por ti y me ha dado un impulso para descubrirlo, pero veo que todavía eres una niña —dijo enfadada.

—Lo siento, no he elegido las palabras correctas, no quería decir eso, solo quería...

—Buenas noches —dijo cerrando de un portazo mientras me dejó con las palabras en la boca.

Dejé mi mano apoyada en la puerta arrepentida. Podría haberlo hecho mejor. Me había equivocado, lo admito. No debería haber usado esas palabras. No somos unas crías, no estamos en la secundaria, así que experimentar y dar pena era lo más incorrecto que le podía haber dicho. Es más, tendría que haberme callado, aunque tampoco le quería seguir el juego porque no sé si estábamos jugando en la misma liga. Me aparté de la puerta, me dirigí hacia mi cama para dormir y dejar de pensar.

.

—¡Señorita Kara, Katie y Lena le están esperando! —gritaba Helen desde el otro lado de la puerta.

—¿Qué hora es? ¿Cuánto llevo dormida? —pregunté al aire.

Me levanté y me puse el traje. Vi que la nota la tenía bastante arrugada y suspiré. La dejé dentro de la mesita de noche porque no quería dañarla.