Andante

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Cuando escucho el adagio del concierto para violín de Samuel Barber es como si toda la ternura se me agolpara alrededor de los ojos hasta convertirse en lágrima. No sabría decir si la imagen que aparece entonces en ese frágil espejo es la tuya, sabes cuan sutil es el agua para devolvernos una imagen. Pero me gusta creer que es así, que eres tú. Tú tomandome la mano. Tú mirándome a los ojos. Tú desnuda en la penumbra, en aquella fotografía que grabé de ti una noche ya olvidada.

Qué será de ti ahora. Esa también es la pregunta que me hago tras revivirte desde el sonido. Y me gusta pensar que serás feliz, que habrá alguien a tu lado que te mire como yo te miré y que sepa amarte como yo no supe, o no pude. Y cuando termina el adagio libero este recuerdo en el aire, una vez más, para ti. Consciente de que aunque no haya una brisa lo suficiente fuerte como para hacértelo llegar, debo seguir intentándolo.


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Obra  musical de referencia

Andante concierto para violín de Samuel Barber

La Palabra entre el ArteWhere stories live. Discover now