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Lo último que recordaba era estar atrapado en una jodida trampa, de ahí en más no había recuerdos sobre cómo había llegado ahí. No era su casa, lo tenía claro pues el olor que emanaba ése lugar era totalmente ajeno al de su hogar, además claro del aroma a antiséptico que su cuerpo desprendía. Aquello le puso de mal humor, pues su propio aroma se encontraba opacado provocando que soltara un maullido rezongando por aquello.
Tan pronto se quejo un líquido caliente y húmedo le recibió en sus oídos y rostro, Yoongi frunció la nariz y con un intento fallido alzó una de sus patitas frontales para alejar a la extraña criatura.
Un cachorro de shiba inu se paseaba contento por el gatito que recién despertaba, éste movía su cola de un lado al otro feliz de que el felino abriera los ojos, Yoongi en cambio comenzaba a ponerse ansioso por la presencia del can el cual detuvo sus movimientos para salir de aquella habitación.
—Tranquilo Hoseok hyung, su bola de pelos estará bien —trato de animar Jungkook mientras ofrecía una taza de té al nombrado —¿no es así Namjoon hyung? —inquirió mientras aquél asentía.
—Lo peor ya pasó, ahora sólo hay que cuidar de sus heridas, aunque hay algo que me sorprendió, yo creí que se trataba de un felino normal más no un....
La voz de Namjoon se quedó al aire pues el cachorro de shiba entraba con prisa a la cocina aullándole con desespero al más alto, éste comprendió y siguió al can quien ahora guiaba a los tres hombres a la habitación donde el felino descansaba.
—Ya despertó.... —Susurró el de hoyuelos prominentes el cual se acercaba con temple hacia el felino —Lo haz hecho muy bien Jiminie, gracias por cuidar de él —Dijo mientras su diestra acariciaba al can —Bien, ¿me dejarías revisarte? Prometo hacer lo posible para que no duela tanto.
Yoongi se quedó completamente quieto, sus ojos azules observaban al hombre que le hablaba. Finalmente cerró sus ojos y dejó caer con lentitud su cabeza, esperando que aquel desconocido se acercara. Namjoon sonrío, sabía que aquello era un signo de aprobación. Se colocó los guantes de látex y ajustó los anteojos sobre el puente de su nariz, ahora con completa seriedad observaba las heridas del felino. Su pata derecha había sido la más lastimada, una pequeña fractura la cual por suerte no había pasado a mayores gracias a Jungkook quien había tomado todas las medidas necesarias para liberar con cuidado al felino de la trampa.
—Él... ¿Está bien? —preguntó Hoseok con un hilo de preocupación, quería aproximarse y ver a su amigo pero la ansiedad y miedo de ver la sangre y heridas del felino lo petrificaron en la entrada. Yoongi en cambio al oír la voz de su amigo no dudo en alzar la cabeza y mover las orejas en busca del pelirrojo.
Namjoon sonrío ligeramente y acarició la pequeña cabeza del gato. —Al parecer te extraña, no te preocupes estará bien, déjame cambiar estas gasas y podrás verlo.
—Hyung ¿necesitas algo más? —Namjoon se lo pensó un poco y asintió. En realidad lo único que necesitaba era estar a solas con el supuesto dueño del gato pero no quería ser descortés con el menor y pedirle que los dejara, así que optó por otra alternativa —Jungkook podrías ir a mi auto y traer unos analgésicos, Jiminie te llevará.
Indicó con calma mientras el cachorro se pavoneaba gustoso frente al joven el cuál sólo rodó los ojos ante la clara actitud del perro.
—Está bien, ya vuelvo.
Fue lo último que dijo antes de desaparecer. Namjoon dejó al felino a un lado para ahora dirigirse a Hoseok quien ante la presencia del más alto se removió algo incómodo.
—Hoseok.
—Mm ¿si?
—Supongo que Jungkook te lo mencionó pero yo no soy un veterinario común, quiero decir, mi especialidad no son meramente 'mascotas' —El pelirrojo asintió y bajo la mirada, estaba notablemente nervioso. —Cuando él me llamó dijo que necesitaba ayuda con un gato que se había lastimado, claramente me iba a negar y enviar algún colega pero el insistió así que heme aquí, aunque ahora supongo fue la mejor decisión.... —Namjoon buscaba la mirada contraria, la cual seguía sumida en el piso mientras sus labios eran ansiosamente mordisqueados, el moreno no hizo más que soltar un suspiro y finalmente hacer la ansiada pregunta. — Asi que dime ¿por qué Jungkook no sabe qué él es un híbrido? —Cuestionó mientras señalaba con su mentón a Yoongi.
—Es complicado.
—¿Cómo? ¿A caso lo conseguiste en el mercado negro? —Inquirió con el entrecejo fruncido y su voz claramente algo molesta.
—¡No, no, no es así! —Hoseok finalmente miraba a los ojos a Namjoon —Es complicado, yo...
—Hyung aquí están las cosas —interrumpió la conversación mientras sostenía el maletín lleno de medicamentos.
—Gracias Jungkook, ¿podrías hacerme otro favor y cuidar del amigo de Hoseok? Necesito darle un par de instrucciones sobre los cuidados de las heridas.
El menor solo asintió y con Jiminie tras de él se aproximó al felino, en cambio Namjoon observaba al pelirrojo al cual le pidió que lo siguiese a la cocina con la intención de seguir con aquella charla.
Yoongi estaba nervioso, había oído la conversación entre el grandulón y su pelirrojo, quería levantarse y correr tras de ellos pero tal cosa era imposible. Ahora la situación incluso era peor pues el joven musculoso y de cabello azabache se posaba frente a él con su típica sonrisa.
—Hey lindo gatito, si que nos metiste un gran susto. —Musito mientras su mano se colaba sobre la cabeza del felino repartiendo gentiles caricias. —Ésas mierdas no tenían porque haber estado ahí. —Dijo esta vez con un deje de enojo y tristeza.
Yoongi se percató de aquel cambio en su voz y como si quisiese calmarlo y decirle que todo estaba bien comenzó a ronronear suavemente. Se sentía culpable y quería remediar el sentir del joven pero ¿por qué se sentía culpable? ¿Qué lo impulsaba a sentir eso? No lo sabía pero su instinto le decía que debía hacer sentir mejor al de sonrisa encantadora.
Aunque tal acción se vio interrumpida por el can quien parado de dos patas y recargado sobre la mesita repartía besos en las orejas del gato. Yoongi soltó un maullido molesto dejando así de ronronear.
—Jimin-ssi no hagas eso, claramente no le gusta —reprendió Jungkook mientras el shiba se bajaba y se sentaba en el suelo, Jung se cruzó de brazos y soltó un suspiro— No creí que vendría contigo hasta aquí —dijo mientras observaba al can quien no hizo más que echarse de largo sobre el suelo dejando al descubierto su panza. Finalmente Jungkook soltó una carcajada. —Yah, solo una vez, si que eres odioso —respondió mientras acariciaba al shiba.
Yoongi observaba atento cómo el de tatuajes trataba con cariño al can de color miel y cierto sentimiento se esparció sobre su pecho por lo que comenzó a maullar con un deje de molestia y melancolía. Jungkook detuvo las caricias y con rapidez se dirigió al gato quien ahora le veía con molestia.
—Bola de pelos, ¿qué pasa? ¿duele mucho? —se acercó lo suficiente para ver a los ojos al felino el cuál se pasmo ante la cercanía, Yoongi sentía que se le cortaba la respiración, sentirlo tan cerca hacia que su cuerpo entrara en trance encantado por el adictivo aroma que desprendía Jungkook. —Tranquilo, ahora estoy estoy contigo no te pasara nada.
El felino cerró los ojos dejando caer pequeñas gotitas de agua, Jungkook se conmovió, y por un momento juro que aquel gato le entendía perfectamente y confiaba con plenitud en sus palabras.
