25. Provocación

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Tanto Issei como Ravel volvieron a sus salones luego del receso con diferentes pensamientos y emociones.

Para Ravel, ella volvió con tristeza clara en su rostro cosa que llamó la curiosidad de sus compañeras por saber sobre que hablaron, mientras que con los chicos, estos estaban algo molestos con el castaño por haber sido claramente él el que la puso así de triste cosa que alguien así de bella no merecía estar así de triste.

Y por el lado de Issei, éste se sentía frustrado al no poder recordar el tiempo que pasó junto a Ravel. Debido a eso no prestaba atención a las clases, lo cual causaba que gane algunos llamados de atención.

Al terminar las clases se retiró a su casa todavía pensando sobre que hacer con tal de recuperar esos recuerdos.

Estuvo pensando tanto que ya comenzaba a dolerle la cabeza por lo que consideró dejar el tema por un momento.

De esa forma cuando llegó a su casa, entró y de inmediato sintió un ligero aroma a comida que con solo oler supo que quien sea el que esté cocinando, estaba preparando algo delicioso.

Pero al pensar en quien podría entrar a su casa cuando quiera y preparar la comida, solo le vino alguien a la mente.

Issei: ¡Ya regresé Sera-chan! - dijo en voz alta causando que se escuche como se acercaba alguien corriendo al parecer.

Y en eso aparece una mujer demasiado hermosa pelinegra con dos coletas mientras usaba un delantal.

Serafall: Bienvenido Ise-kun - le respondió con una encantadora sonrisa y acercarse a él para poder besarlo.

Ante esas intenciones, el castaño no la rechazó, también se acercó a ella para abrazarla y besarla a lo que estuvieron así unos segundos hasta que la pelinegra se separó.

Serafall: No puedo quedarme a besarte mucho tiempo o sino la comida se quemará - decía aunque todavía tenía sus brazos por detrás del cuello del castaño.

Issei: Ahora que lo dices... huelo algo quemado - decía causando que la pelinegra tenga una cara de preocupación y que por ello salga corriendo hacia la cocina.

Serafall: ¡¡Ise-kun no es bueno que me engañes!! - gritaba desde la cocina luego de asegurarse de que nada se estaba quemando.

Al escuchar eso el castaño se rió mientras subía las escaleras con tal de cambiarse.

Al bajar, fue directo a la cocina y al entrar en ella se quedó completamente rígido y con un enorme sonrojo.

La causa de ello era algo simple.

Serafall se encontraba cocinando con el mismo delantal de siempre, pero había algo distinto, y lo distinto era que como la veía desde atrás, pudo ver su espalda desnuda y su redondo trasero.

Al recordar como había corrido a la cocina hace unos minutos, pudo recordar como vio que llevaba ropa, pero ahora solamente traía puesto un delantal.

Issei: (Oh por Lucifer... ¿Acaso se activo la ruta o bandera del delantal como única ropa en el momento en que entré?) - se preguntaba sin darse cuenta que se había quedado demasiado tiempo viendo la perfecta figura de atrás de la pelinegra provocando que ésta sienta esa mirada.

Serafall: ¿Qué haces parado en ese lugar tanto tiempo? - le preguntó girando un poco la cabeza y esbozar una sonrisa.

Al ver esa sonrisa supo de inmediato que era lo que estaba haciendo, se estaba vengando de la mentira que le hizo hace un momento.

Issei: (Aunque creo que en lugar de venganza es un regalo) - pensó dando unos pasos hacia la pelinegra quien había vuelto a prestar atención a la comida.

Recuperando tu AmorDonde viven las historias. Descúbrelo ahora