Momentos a solas

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Capítulo 5

Sin otra cosa por hacer, doy un grito aparentando estar muy escandalizada. - ¡Lo siento! -《Neji nii》
-¡Acabo de decirte que aún no termino de vestirme!
Neji cierra la puerta tan rápido como puede y yo doy un empujón a Naruto hacia la ventana, él gira y me da un beso más haciendo un movimiento circular con su dedo índice, dando a entender como que regresará más tarde. Mis ojos se vuelven dos bolas brillantes, Naruto está demente, si Neji se entera no se que podría pasar... Finalmente Naruto desaparece en la oscuridad y por fin suelto el aire que estaba reteniendo por los nervios.

-Disculpame Hinata sama es que senti que alguien estaba cerca por eso me apresuré- dice Neji atraves de la puerta.

-Tranquilo Neji nii no pasa nada-. Termino de vestirme y salgo a su encuentro al corredor. ¿De que quieres hablarme?

-Bueno no es nada importante. Solo que como estaremos entrenando, sé que me olvidaría, soy algo torpe con estas cosas jaja (saca dos boletos del bolsillo). Son entradas para ver el castillo de fuegos artificiales el fin de semana, me gustaría que me acompañaras.

Arrugo las cejas, esto me tomó por sorpresa
-Claro Neji nii, encantada- le dedico una sonrisa tímida pero muy cálida; Tomo uno de los boletos de su mano. -Entonces me quedo con éste si me lo permites- sonrío de forma pícara y Neji se sonroja, me parece algo extraña su reacción pero no digo nada al respecto.

-Bien eso es todo Hinata sama, te dejo descansar, nos vemos abajo mañana a las 6 am para el entrenamiento.

Le doy un beso en la mejilla
-Gracias por cuidarme siempre Neji nii-. El rostro de Neji se vuelve tan impasible que pareciera ser que quiere decirme algo, pero no sé que.
-Nos vemos mañana- le digo cerrando la puerta de mi habitación.

Tomo el secador de pelo y lo voy secando lentamente, ya tengo mi pijama puesta, es un conjunto de seda en tono beige que lleva el logo del clan en diseños muy pequeños pero distribuida en toda la superficie de la ropa, es muy cómoda pero muy sexy, en caso de que Naruto-Kun realmente regrese. Me veo al espejo y estoy muy ruborizada, solo en el hecho de pensar que en verlo y que me vea vestida así hace que muera de vergüenza, pero eso no evitará que suceda. Me río de mi misma, por estos pensamientos tan libertinos que tengo cuando pienso en él. Termino de secarme el cabello y me dirijo a la cama, estoy realmente exhausta.
Escucho el sonido de unas rocas chocando por el vidrio de mi ventana y me sobresalto - debe ser él - me levanto a toda prisa de la cama, abro la ventana y efectivamente es él, no puedo evitar sentirme feliz pero también muy abrumada y asustada, esto está mal, pero me encanta. Naruto da un salto y está en mi balcón.

-Hola cariño... Estás hermosa, que Bonita pijama- me dice mirándome de pies a cabeza. No puedo evitar bajar el rostro, estoy muy avergonzada -Bien, ¿me dejarás entrar?

-C-claro Naruto-Kun, lo siento- me hago a un lado para que pueda entrar.
Al entrar siento que me agarra de la cintura, me acerca a él y ahogo un pequeño grito.

-Así te quería tener, muñeca.

Con una mano, sujeta mi cintura contra él y con la otra me toma de la nuca para iniciar un largo y apasionado beso, siento que me tiemblan las piernas, todo esto realmente me sobrepasa pero no lo cambiaría por nada, es simplemente todo lo que siempre quise, tenerlo a él. Abro los ojos lentamente y me encuentro con un par de ojos azules que están muy cerca, siento que su respiración también se entrecorta como la mía, sin duda esto es demasiado, lo aparto con los brazos y me lanzo a la cama de manera juguetona tratando de romper la tensión, ya que no soy buena manejándola.

-Sabes, nunca imaginé que entraría alguna vez al cuarto de una chica a escondidas, y menos que sería al tuyo.-Dice Naruto acercándose a la cama y se recuesta lentamente a mi lado.

Estoy totalmente ruborizada, me pongo boca arriba y coloco una almohada sobre mi cara tratando de sentirme protegida de las bromas con verdades de Naruto-Kun. Derrepente siento que Naruto esta subiendo sobre mi, me saca la almohada que tenía sobre el rostro y lo veo, esta de rodillas sobre mi pelvis, Dios, siento que voy a desmayarme... me junta las dos muñecas sobre la cabeza de modo que tiene mis dos manos atrapadas solo con una de sus manos, con su pelvis logra mantenerme quieta bajo el, estoy completamente bajo su control, siento que cada vez respiro un poco más rápido, y mis latidos se aceleran, con la mano que está libre me pasa el pulgar sobre el labio inferior y cierro los ojos en respuesta a ese contacto tan sutil, todas mis emociones se concentran en esa pequeña parte de mi cuerpo, siento que mi cuerpo se tensa bajo él, cuando abro los ojos lo veo, está tan cerca a mío, y no puedo esperar un segundo más, estiro la cabeza tanto como puedo y sus labios están con los míos, soy completamente suya, siento sus caricias sobre mi, levanto la cadera para que pueda tomarme de la cintura y cuando lo hago siento que suelta mis manos.
Me toma de la cintura de modo que ahora estoy sentada sobre él y él de rodillas sobre la cama.

-Hinata debemos detenernos sino no podré contenerme- me lanza una mirada llena de fuego y trago saliva.

-¿Quien dijo que debemos detenernos?- lo desafío.

Se muerde el labio inferior sonriendo al mismo tiempo.
-Ya basta, métete a la cama que esta noche me duermo contigo, y será la primera de muchas, lo prometo.- Acevera Naruto tratando que no extender más el tema.

Estamos acostados uno frente al otro y el juega con mi cabello, momentos después me quedo dormida.
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A la mañana siguiente ..

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Despierto y no veo a Naruto-Kun a mi lado, supongo que estaba tan exhausta que no sentí cuando se fue. Me cepillo los dientes, me visto con mi ropa de entrenamiento y bajo a desayunar.

-Buenos días Hinata sama. Termine su desayuno, hoy debemos hacer 200 hojas, ánimo.

-Buenos días Neji nii. ¡Claro! - Sonrio y Neji baja la mirada. Que raro es su comportamiento últimamente.

Empiezo a desayunar y me pierdo en mis pensamientos, en los recuerdos de la noche anterior, sin darme cuenta estoy tocandome los labios. 《¿lo veré de nuevo hoy?》.

Naruhina - La historia detrás de la historia - Donde viven las historias. Descúbrelo ahora