El lado de Neji que no conocía

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Termino mi desayuno y me dirijo al patio de la mansión donde me espera Neji. Al verme, baja la mirada. Definitivamente se comporta más extraño de lo usual.

—Bien, Hinata sama. ¿Estás lista?

—Por supuesto, Neji nii.— Digo, poniéndome en posición de batalla. Sé que a medida que avance, el entrenamiento se volverá más rudo, pero debo demostrar que he cambiado.

Neji hace un movimiento leve con la cabeza que indica que empezamos, y chocamos nuestras palmas.

—¡Hoja uno!— Grita Neji, y pequeñas ráfagas de chakra se desprenden en cada contacto de nuestro cuerpo con la mano del otro...

—¡Hoja cien!— Grita de nuevo y me lanza una mirada llena de orgullo. Hoy llegaremos a las 200. ¡Lo prometo!

—¡Hoja ciento diez!— Sigo de pie y siento como cada golpe se hace más fuerte y difícil de esquivar...

—¡Hoja ciento sesenta!— Grita una vez más y ya no puedo seguir esquivando, recibo un golpe en el hombro que hace que caiga de rodillas al suelo.

—¡Hinata! ¿Te encuentras bien?

—Sí, Neji nii. Sólo estoy un poco cansada.

—Claro, tomemos un descanso... Traeré algo de agua.

Neji se acerca con un vaso con agua y me lo da.

—Gracias, Neji.— Digo esbozando una sonrisa.

—No es nada. ¿Sabes? Quería hacerte un pregunta, es algo tonta de hecho...— dice rascándose la nuca, parece estar nervioso, que extraño.

—Claro Neji, dime.

—Pues, me gustaría poder llamarte Hina, me parece más corto...— Ríe tímidamente.

—Por supuesto, no tienes que preguntarlo, además me agrada que me tengas más confianza.
Lo abrazo y creo que lo tomo por sorpresa. Él corresponde mi abrazo y casi al instante se aleja.

—Bien, continuemos, Hina.

—Hina... Me agarada.— Sonrío, y él se me queda viendo.

—Hoja ciento diez. — empezamos de nuevo. Trato de concentrarme más, y voy mejorando.

—¡Hoja ciento ochenta!— Grita y no me percato que me golpea en la parte de atrás de la rodilla. Una vez más estoy de rodillas en el suelo y se me escapa una lágrima. Estoy frustrada.

Al instante Neji está frente a mi.

—Vamos Hina, has mejorado increíblemente, sé que puedes lograrlo y estoy aquí para apoyarte, no lo olvides.— Me dice secándome una lágrima.

Levanto el rostro y lo miro, está tan cerca mío, sus ojos tiemblan... ¿Acaso yo lo pongo nervioso? Aparto la idea inmediatamente de mi mente y me pongo de pie.

—Adelante, continuemos.— Trato de parecer más segura de lo que en verdad me siento.

—Hoja ciento ochenta... Ciento noventa... Doscientos.

Estoy con las manos apoyadas en las rodillas tratando de normalizar mi respiración, y veo que Neji se sienta junto al gran árbol que está en medio del patio de la mansión. Voy, siento a su lado y apoyo mi cabeza sobre su hombro.

—Estoy increíblemente agotada.

—Supongo que es normal... Has mejorado bastante. Si me dijeran que lograbas doscientas hojas del senbon kumite hace 2 años, no lo creería, pero realmente te esforzaste mucho y te superas cada día pese a todo... Eres increíble, Hina.

Naruhina - La historia detrás de la historia - Donde viven las historias. Descúbrelo ahora