El castillo de fuegos artificiales

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Neji y yo entrenamos durante todo el día, luego de eso nos despedimos para darnos un baño antes de ir al castillo de fuegos.

Estoy desnuda en la bañera, y al pasarme las manos en las zonas de mi cuerpo que ha acariciado Naruto no puedo evitar sentir un leve cosquilleo en el estómago... Aún me cuesta creer que he perdido la virginidad y además con el. Una sonrisa de niña tonta se me escapa.

Salgo de la Tina y me dirijo al clóset, creo que debería vestir algo cómodo, así que opto por un vestido suelto sin mangas, que aparte de cómodo se me ve sexy. Quien sabe, talvez encuentre a Naruto‐Kun. Me hago dos trenzas en la cabeza y estoy lista, casual pero arreglada. Termino colocandome un poco de maquillaje y bajo a la sala de la casa donde ya me espera Neji.

—Hi-Hinata, estás hermosa.— Sus ojos parecen dos bolas brillantes, es como si acabara de ver lo más hermoso de su vida. Él hace que me sienta tan segura de mi, es tan...

—¿Nos vamos? — Digo sonriente.

Ambos caminamos hasta la feria de Konoha, aún tenemos tiempo para algunos juegos, así que nos divertiremos antes de ver los fuegos artificiales.
Llegamos a la primera tienda y es una de tiro al blanco con kunai de goma.

—Quiero intentarlo, Neji.

—Claro, también quiero ver eso.—Dice, en un tono burlón.

Lanzo uno de los kunai y ni siquiera estuve cerca de darle al circulo rojo y me hecho a reír.

—Observa y aprende.— Lo escucho decir y cuando veo ya ha dado al blanco. Claro, es Neji después de todo.

—Quiero intentarlo una vez más.

—Bien, te ayudaré.—Dice y se coloca detrás mío, me toma de la muñeca para ayudarme y muevo la cabeza hacia la suya, no se porque pero quiero sentirlo cerca.

—Hueles tan bien, Hina.—Me dice y un suspiro se me escapa ante esas palabras. Lanzamos el kunai y damos al blanco.

—Bien. Aquí esta su premio, joven.—Dice el dueño de la tienda haciendo que me separe de Neji de un salto. Le entrega un oso panda enorme a Neji.

—Bien, tu querías el oso ¿no? Tómalo.

—Gracias Neji, solo me sentiré algo extraña cargando esto por aquí.—Respondo apenada.

De pronto siento que alguien me toma de la cintura... Es Naruto, me ha llegado por detrás.

—Hola Hinata, estas extrañamente más bella hoy. Bonito vestido y mm que lindas trenzas.— Dice jalandome una de ellas.

—Ho-hola Naruto-kun, gracias.— Respondo totalmente ruborizada.

—Hola tarado... ¿Puedo saber porque tomas de la cintura a Hinata? ¿Qué te has creído?

Naruto se aparta de golpe.
—Lo siento Neji, ya la suelto, tranquilo. ¿Te ganaste ese oso Hina? Eres genial.

—De hecho lo gano Neji y me lo obsequió.— Nartuto cambia su expresión totalmente, parece estar molesto.

—¿Algún problema con eso, tarado?

—No, ninguno, de hecho yo también le traje un obsequio por las fiestas del Festival Rine. Mira, Hinata.— Dice Naruto entregandome una pequeña caja de bombones.

—Gracias Naruto-Kun.

—Bien, nos vemos luego.—Dice Naruto y se aleja.

—Hina, el show empieza en breve, busquemos un buen lugar para observarlo.— Neji me toma de la mano y buscamos un lugar apartado del gentío, finalmente encontramos un gran tronco y nos sentamos allí, uno al lado del otro, y en pocos minutos empieza el show.

Naruhina - La historia detrás de la historia - Donde viven las historias. Descúbrelo ahora