¿Ruptura?

422 25 12
                                    

Entro a la mansión y encuentro a Tenten hablando con Neji.

— Buenas noches, Tenten. ¿Cómo estás?

—Bien, venía a invitarte... Digo, a invitarlos a un picnic mañana. Irán Sakura, Sai y Naruto. Se supone que Lee y Kiba también, pero quedaron en que lo confirmarían.

—Encantada.— Respondo con una sonrisa. Neji solo asienta con la cabeza.

—Perfecto, ahí nos vemos. Adiós Neji.— Dice Tenten acercandose un poco a él, talvez esperando una respuesta suya, pero Neji sólo se limita a responder "okay".

Acompaño a Tenten hasta la entrada de la mansión, me despido de ella y vuelvo dentro.

—Neji nii, estoy muy agotada, me daré un baño e iré a dormir, buenas noches.— Digo dándole un beso en la mejilla. Él se sonroja.

—Bu-buenas noches, Hina. Descansa.

A la mañana siguiente me despierto y lo primero que pienso es en que veré a Naruto, por ello trato de arreglarme un poco más. No es muy lo mío pero debo lucir bien. Me coloco algo de delineador, un labial y rímel. Hago poses frente al espejo de manera juguetona, y de pronto veo a Neji en mi puerta. Al instante me pongo roja de vergüenza, y la cara de Neji parece que reprimiera una risa.

—Bu-buenos, días Neji nii. No me dí cuenta de que estabas allí.

—Buenos días, Hina. No te reprimas por mi, te veo particularmente divertida hoy, me agrada.— Dice sonriendo.

—Gracias, es que hoy es un día especial.— Digo mirando mis manos, apenada.

Neji y yo nos dirigimos al campo de entrenamiento donde se supone haremos el picnic. Al llegar, encontramos a Sai, Sakura, Naruto y Tenten. Los saludamos a todos y nos sentamos sobre la manta. Antes de almorzar, vamos conversando y riendo, mientras no dejo de observar a Naruto-Kun, que casi no me presta atención, sólo a Sakura. Eso hace que me sienta un poco tonta al haberme arreglado tanto para él.

—Bien, ¿Les parece si empezamos a comer chicos?— Digo sacando unos emparedados de mi cesta. Le doy uno a Naruto y se lo da a Sakura, y veo como le acaricia la mano...

¿Acaso no le importa como me sienta?

Seguimos almorzando y derrepente Naruto hace un comentario.

—Eres hermosa hasta cuando comes Sakura-chan.

—Eres un tarado Naruto, déjame comer tranquila.— Responde Sakura, se ve molesta.

—¿S-saben? Recordé que tengo cosas que hacer... Lo siento chicos, terminen sin mi— Digo, levantándome.

Al dar unos pocos pasos empiezo a llorar. Naruto no podría haberme hecho sentir peor. ¿Acaso no le importo en lo más mínimo? Oigo unos pasos detrás mío, es él. Estamos en el bosque solos.

—¡Hinata! Detente.— Dice, tomándome del brazo.

—¿Qué quieres, Naruto-Kun? ¿Acaso no te has divertido ya lo suficiente con mis sentimientos?

—¿De qué hablas? ¿Estás llorando?

—No importa.— Digo girando el rostro para que no vea mis lágrimas.

Con una mano me toma de un lado del rostro y lo gira hacia él. Estamos frente a frente.

—Hinata, lo último que querría sería lastimarte, pero he estado enamorado mucho tiempo de Sakura, y aún creo que siento algo, no sé, estoy confundido.—

Doy un paso atrás.

—Se supone que me declaraste tu amor y... ¿Ahora dudas de lo que sientes? Por favor, sé sincero contigo y deja de lastimarme. Tú nunca sentiste nada por mi.— Digo muy molesta.

—Hinata las cosas no son así, además tu tampoco has aclarado las cosas con Neji, y no me das mi lugar como tu novio. ¿Así exiges que respete lo nuestro?

—Si necesitas que esto sea público para que me respetes entonces no me mereces. Giro para alejarme de ahí y Naruto me toma del brazo y me acerca a él, ambos estamos furiosos.

—Hinata, yo te amo, pero estoy muy confundido. ¿Puedes entenderme? Además, Sakura jamás me correspondería.

—¿Así que sólo estás conmigo porque yo sí te correspondo? No soy alguien que puedes solo usar porque otra chica no te corresponda. ¿Sabes qué? Tienes todo el tiempo del mundo para aclarar tus dudas Naruto-Kun, tu y yo terminamos.— Digo, tratando de safarme de sus manos.

—Hinat, no hagas esto.

—Suéltame Naruto, o te juro que voy a gritar.

—Hinata, por favor.

—Me estás lastimando, por favor suéltame ya.— Estamos forcejeando.

—Creo que te pidió que la soltaras, tarado.— Es Neji, se está acercando a nosotros.

—Tranquilo Neji, Hinata y yo solo estábamos hablando.

—Te dije que la soltaras.— Ordena Neji, haciendo que Naruto por fin me suelte.

—Neji, ya basta, vámonos.— Le digo, tomándole un brazo.

—Hinata, tu y yo aún no terminamos de hablar.

—No tengo nada que hablar contigo Naruto.

—Pero Hina ..

—Ya la oíste tarado, aléjate de ella, no lo repetiré.

—Esto no termina aquí, Hinata.— Dice Naruto y desaparece de nuestra vista.

Al instante me tiro de rodillas al suelo, me tomo del rostro y empiezo a llorar. Neji se acerca y se arrodilla frente a mi.

—Hinata, no necesitas decirme que paso, sólo trata de calmarte. ¿Sí?— Dice, levantándome el rostro.

—Perdona Neji nii, por hacer que vieras esto.

—No te preocupes. Rstás corriendo tu maquillaje, que por cierto te deja mucho más hermosa.— Me seca las lágrimas y no aparta sus ojos de los míos. ¿Qué es esto que siento?

—Vamos a la casa, necesito un té.—Digo levantándome, necesito alejarme de aquí .

Ambos caminamos en silencio hasta la mansión.

Me lavo el rostro, y voy preparando el té. Neji está esperando pacientemente sentado en la sala. Me acerco con una bandeja que tiene dos tazas de té en ella, y la bajo sobre la mesa de la sala. Le entrego una a Neji.

—Gracias, Hina.

Me siento a su lado.
—Sobre lo de hace rato...

—Olvídalo, no necesitas explicarme nada. Pero, estás enamorada de él ¿Verdad?— Sus ojos se clavan a los míos. Toma mi taza, baja ambas sobre la mesa y me toma de la mano.

—Hinata, tú eres hermosa y muy valiente, no tienes porque soportar este tipo de cosas, cualquier hombre haría lo que fuera por esta a tu lado. Incluso yo.— Esa última frase me sonó a desafío. ¿Porque me siento tan extraña ante estas palabras?

—Neji, tu has sido prácticamente la única persona que se ha preocupado por mi en incontables ocaciones, pero...

—¡Shhht!—Dice, poniendo su dedo índice sobre mis labios.
—No necesitas decir nada, se que lo amas a él, pero también sientes algo por mí. ¿Me equivoco?— El corazón me late muy deprisa.

—Neji, yo...

Levanta una mano, la pone sobre mi nuca y me acerca a él. No se porqué, pero no quiero que se detenga... Cierro los ojos y siento sus labios con los míos. Es tan suave, tan cálido, es como si yo también estuviera esperando esto.
Cuando se aleja, me pongo de pie en un salto, estoy totalmente ruborizada.

—Eh... ehm... Ya de-debo ir a mi cuarto, buenas noches Neji.— Le digo y me voy a mi cuarto como alma que lleva el diablo.

—¿Que rayos fue lo que pasó? ¿Me gustó?— Pienso, tocándome los labios ya acostada en mi cama.

Naruhina - La historia detrás de la historia - Donde viven las historias. Descúbrelo ahora