Capítulo XIX

19 0 0
                                    

**Narra Jungkook**

La mirada de Wendy era tan penetrante que hacía que me sintiera más incómodo y estúpido de lo que ya me sentía, no tuve más alternativa que girarme hacia la ventanilla y perderme en mis pensamientos mirando la carretera.

—Hey, ¿No dirás nada al respecto estupidito?-Dijo Wendy tocando mi hombro con brusquedad con uno de sus dedos.

—Cuando lleguemos al penthouse podremos hablar de todo esto.-Dije sin apartar la vista de la carretera.

—Por tu culpa todas quedamos así, gracias a las estúpidas amigas de tu estúpida amiga.

—Lo sé y lo siento por eso, no era mi intención.

—Mejor cierra el pico imbécil.-Se recargó sobre el respaldo del asiento mientras se cruzaba de brazos.

—Cálmate Wendy, cuando lleguemos a casa podremos hablar más tranquilamente sobre esto. Ahora, solo quiero que éste viaje sea cayado y tranquilo.-Dijo Jin.

...

Los guardias abrían los portones para recibirnos. Jin aparcó la camioneta en el estacionamiento y todos salimos en silencio hasta llegar a la entrada del penthouse. Abrí la puerta y Wendy pasó atropellándome con brusquedad y posándose frente a mi.

—Queremos la explicación ahora mismo.

—Bien bien... Vamos a la sala y les platico todo ok?

—¿Ya habrá llegado Marianne?-Preguntó Jimin buscándola con la mirada.

—Deberías subir a ver a tu recámara.-Le dijo Tae.

Jimin subió, y los demás tomaron a ciento a mi al rededor.
No sabía ni como comenzar, me seguía sintiendo extraño y estúpido ante las miradas que me dedicaban todos.

**Narra Jimin**

Subí como pude las escaleras, aún seguía estando un poco ebrio y mareado.
Aunque ni si quiera sé porque me molestaría el hecho de sino estuviera, por mi que se regresara por donde vino, solo regresó a ocasionar desequilibrio emocional en mi interior.
Abrí la puerta sin importarme una mierda de lo que encontrara, y vaya sorpresa que me dio.
Ella se encontraba recargada en el marco de la puerta del baño con un mini short negro, ni si quiera tenía blusa más que un top del mismo color que hacía resaltar aún más sus senos.

—¿Te quedarás ahí mirándome como idiota?-Preguntó mientras secaba su cabello con una toalla.

Cerré la puerta detrás de mí con mi espalda, después me recargue en ella mientras me cruzaba de brazos sin apartarle la vista de los ojos.

—¿Qué te hace pensar que te puedes andar así por mi recámara?

—Habíamos quedado en un acuerdo, ¿No es así? Debes tocar cada vez que quieras entrar.

—Cierto... Pero ahora no se me dio la gana hacerlo. 

—Seguro sigues ebrio y a mí no me gusta lidiar con ebrios, así que puedes hacer lo que te de la gana.-Fue directo a una de sus maletas y sacó a lo que quise suponer era una pijama.—Ahora tendré que cambiarme en el baño.

—Haz lo que te pegue la gana, dirías tú.-Dije y ella solo rodó los ojos y regresó al baño.

Di un largo suspiro y me acerqué a mi clóset, igual tomé mi pijama y otras cosas, caminé hacia la puerta y por estúpido golpee mi rodilla con la orilla de la cama, oí unas risitas detrás de mí.

—No le encuentro lo gracioso para que te estés riendo.-me giré furioso hacia ella.

—Yo si lo vi muuuy chistoso.-Dijo entre pequeñas risas mientras cepillaba su largo cabello.

Has llegado al final de las partes publicadas.

⏰ Última actualización: Jul 02, 2020 ⏰

¡Añade esta historia a tu biblioteca para recibir notificaciones sobre nuevas partes!

Just One DayDonde viven las historias. Descúbrelo ahora