—¿No te aburre hacer esto?— preguntó la pequeña de cabello blanco asomándose como podía al escritorio lleno de papeles.
—¿Ah? no, claro que no... es sumamente entretenido— respondió Bakugo entre dientes, en realidad por dentro moría de ganas por explotar los papeles, tonta restricción de no salir de la oficina que se le impuso por su "bien".
—Eres un héroe ¿no deberías estar en la calle?— volvió a preguntar columpiando sus piernitas en la gran silla —aquí no hay villanos.
El rubio soltó un suspiro fastidiado —¿seguirás preguntando cosas así?.
—No contestas, supongo que si— se encogió de hombros.
—Me las vas a pagar estúpido Deku...— dijo para si mismo acomodando los papeles con molestia, ser niñera era un asco.
Esa mañana Deku y Shoto llegaron a la oficina, para sorpresa de su jefe y el resto de héroes no venían solos, la pequeña Eri Todoroki, su hija recién adoptada, venía con ellos. Usualmente era cuidada por la madre de Izuku pero este día no sería posible así que la pareja recurriría a una opción poco convencional y que a palabras de mucho era un misión suicida.
—¿Puedes cuidarla hoy, porfavor?— fueron sus palabras antes de dejarla en una silla y verle con expresión de súplica.
Al principio Bakugo se negó, lidiar con niños no era lo suyo (menos recordando lo vivido para obtener su licencia en la UA) sin embargo de poco sirvió. Habiendo cedido con resignación solo soltó la advertencia de que si la niña se tornaba molesta ellos la pagarían en cuanto volvieran, Shoto ignoró dicha amenaza y solo se despidió de su hija mientras que Izuku sintió algo de incomodidad y prefirió retirarse antes de que su compañero se arrepintiera.
—Tengo hambre— habló Eri luego de un rato en silencio.
Bakugo soltó un bufido —¿que acaso tus padres no te alimentan? ¿que se supone que voy a darte?.
La niña volteó hacia la puerta —vi una maquina gigante que tiene galletas.
—¿Hablas de la maquina expedidora?— la pequeña le asintió —¿tus padres estarán de acuerdo en que comas galletas?.
La expresión de Eri cambió a tristeza —no...
—¡Perfecto! entonces no te muevas de aquí—.
Salió de la oficina en búsqueda del bocadillo que con suerte evitaría que Eri siguiera recordándole su maldita suerte estando atado a hacer papeleo de sus compañeros en lo que se le consideraba "apto" de volver a sus actividades normales.
—Hey bro ¿como vas?— habló una voz familiar, era Kirishima.
—De la mierda, si sigo viendo papeleo creo que explotaré el cuarto— respondió con hartazgo.
—Tranquilo, solo es parte del protocolo, deben asegurarse que tu situación emocional no intervendrá con tu trabajo— le dijo sonriente.
—Yo estoy bien, no necesito tiempo de nada.
El pelirrojo borró un poco su sonrisa y rascó su nuca pensando en que otra cosa decir.
—¿Estás con Eri-chan?— preguntó cambiando el tema.
—Ah, si— tomó el paquete de galletas —al par de idiotas me tomaron como su maldita niñera.
—¡Oh vamos, bro! no es tan malo, ella es una niña tranquila no creo que te cause mayor problema.
Recibió en respuesta un chasquido de lengua, claramente no existía nada que le quitara ese mal humor, sin embargo Kirishima lo conocía bastante y sabía que tras sus quejas se escondía algo más , el problema es que su amigo muy difícilmente lo diría.
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Amor en vida y muerte
FanfictionOchako no comprendía que sucedía a su alrededor, podía ver y escuchar todo pero nadie podía hacer lo mismo con ella, podía sentir que algo estaba mal con la persona que amaba y aun si comprender razón deseaba consolarlo. Katsuki contemplaba en sile...