Limbo

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Dicen que cuando tu vida termina puedes ver la luz al final del túnel, incluso otros más fantasiosos aseguran que te verás frente a las puertas del cielo, bueno... quisiera ver sus caras al decirles que nada de eso es cierto, es eso o yo hice algo mal, pero estoy segura de que nadie se imagina esto. Desde que mi corazón dejo de latir no comprendo nada, el hielo ya no entume mi piel y el fuego no me causa ardor pero al posar mis manos sobre su rostro si lo puedo sentir... me acostumbré a que todos pasen sobre mi, realmente luego ni me percato de ello, pero cuando él lo hace siento una profunda tristeza ¿tiene sentido o soy yo forzandome a sentir aquello?.

Si así es estar del otro lado ¿porque me siento tan sola? ¿no tendría que haber más como yo? o quizás si los haya pero no me he tomado la molestia de notarlos, realmente no lo sé. Aunque es gracioso... he notado que aunque quiera soltar a Katsuki para buscar a otros como yo siempre me hace volver a su lado, siento que dejarlo no es opción, y no, no tengo explicación lógica para ello solamente lo siento así.

Mas de una ocasión he tratado de llegar a esa luz pero siempre regreso a su lado, es casi como si algo magnético me atrajera constantemente a él... no soy capaz de dejarlo, no quiero sufrir mas.

—Hijo, que gusto verte ¿como has estado?.

Esa voz... acaso es?...

La mujer del matrimonio Uraraka se encontraba frente a Katsuki, recibiéndole en su hogar con el mismo cariño que siempre le tuvo desde que su hija lo presentó.

Mamá... 

—Bien, solo... solo quería venir a saludar, ya pasó tiempo desde la ultima vez que los vi, bueno, desde...

—Tranquilo, sé muy bien a que te refieres— sonrió aunque su mirada contenía una gran tristeza.

Aquel día del funeral el matrimonio Uraraka estaban devastados, aceptaban con algo de pesar el apoyo de todos los compañeros que en vida tuvo su hija pero todo fue diferente con Bakugo, dejaron que él estuviera con ellos durante todo el proceso y aunque este apenas habló ellos valoraban el gesto que tuvo con ellos ¿y como no hacerlo? él hizo feliz a su adorada hija mientras estuvo en este mundo, ahora de cierta forma les devolvía ese gesto en forma de apoyo y consuelo.

—¿Su esposo no está?— preguntó al notar que el hombre mayor aún no se había acercado a la puerta.

—Oh pues, verás... desde lo que pasó el suele tener momentos donde toma el auto y se va a dar alguna vuelta cerca de aquí, yo prefiero no detenerlo, si es su forma de manejar el duelo pues...— suspiró —cada quien lidia con el dolor como mejor puede ¿no?.

Katsuki bajó la mirada recordando la noche que Kirishima entró a la fuerza a su apartamento y evitó que hiciera cenizas todo.

—Hijo, ¿deseas pasar?— le habló con el mismo tono dulce que usaba cuando Ochako venía con él.

—Yo creo que mejor ya me voy, solo venía de paso.

—Ya veo... ¿seguro?— preguntó ahora con una expresión desilusionada.

Katsuki sintió culpa por dejar a la mujer así, ella era lo único que le quedaba como recuerdo de la que alguna vez fue su esposa, no rompería la relación simbólica que mantuvo con el matrimonio Uraraka.

—Supongo que puedo estar un rato— respondió volviendo a alegrar un poco a la mujer que le indicaba que pasara, no era necesario guiarle por la modesta casa, él ya la conocía a la perfección.

Estando sentado en el comedor vió a la mujer preparar un tetera y acomodar un pequeño plato con galletas, no lo iba a negar, era extraño verla tener los mismos detalles que cuando el venía con Ochako.

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⏰ Última actualización: May 30, 2020 ⏰

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