My Boyfri[end] - Yumark

三

—¿Qué hora es? —le preguntó Mark a Jungwoo que se encontraba bastante animado.

Normal. Era el único del grupo de amigos que sí podía tomar alcohol sin meterse en problemas.

Jungwoo elevó su muñeca izquierda donde poseía un reloj de pila, pestañeó repetidas veces y luego a empezó a reír.

—Una de la mañana, ¿por qué? —sonrió inocente—. ¿El bebé ya tiene que irse a dormir?

Mark le dio un leve codazo no muy divertido de su burla.

—No, pero no quiero llegar tan tarde a casa y que se empiecen a preocupar por mi.

—¡Oh, vamos Mark! —se quejó Yukhei—. Es viernes, no pasa nada.

Mark negó con la cabeza suspirando.

Donghyuck dijo que iría a hablar con Yangyang, el vocalista de la banda del bar, por lo que se había dirigido detrás de bambalinas. Mark tenía que ir a buscarlo y finalmente ir a casa.

—Mark... —habló Yukhei tratando de sonar convincente.

—Nos vemos luego chicos —se despidió y fue en busca de su hermano.

Todavía había mucha gente en el bar. La barra estaba llena de gente que ya estaba algo bebida y fue algo complicado buscar camino accesible para pasar.

Mark a penas había logrado abrirse camino entre toda esa gente cuando de repente sintió una mano que lo agarraba por la muñeca con algo de fuerza.

Se quedó parado de golpe y se ha dado la vuelta.

—Hola.

El pelirrojo con el que había competido en el escenario había vuelto a aparecer frente a sus ojos.

—¿Hola?

Mark se sorprendió al verlo nuevamente. Sus mejillas comenzaron a arderle.

—Debo reconocer que nunca he visto a alguien bailar así —dijo elevando una de sus cejas con interés—. ¿Has bailado antes?

Mark sintió que había sido descubierto. Con rapidez, se soltó del agarre del chico y escondió sus manos en los bolsillos de su pantalón.

—Yo... Puede que sí —rascó su nuca algo nervioso—. Olvidé tu nombre...

—Yuta —contestó sonriendo.

—¡Ah sí...! —expresó y después se quedó un momento en silencio.

Yuta lo miró con extrañeza y después empezó a reír.

—¿No vas a recordarme tu nombre?

—¡Ah, sí... Yo me llamo Mark! —respondió nervioso y eso hizo a Yuta volver a reír—. Perdona, debo ir a buscar a mi hermano y-

—Oh, ¿ya tienes que irte? —preguntó con ápice de tristeza—. Quería invitarte a la mesa con mis amigos...

—¡No, no! Yo... No me gusta beber —mintió.