⭐Hilo Negro⭐JIMSU

cuatro

- jimin - murmuró yoongi llamandolo minutos despues de haber bajado del auto, sus bonitos ojos azules mirandolo atentamente, esperando una respuesta, esperando que aquel omega se girara y le sonriera, con aquellos gruesos y rellenos labios suavemente rojos, que tanto le gustanban, aquellos que al besarlo lo dejaban sin aliento, sedientos de más contactos, hambriento por más y más, como una completa adicción a él, aunque él no lo admitiera, acompañado de unas hermosas medias lunas que adornan su rostro cuando sonreía, aquella línea curveada hacia arriba que hacían sus hermosos ojos avellanas al sonreír, pero aquello no paso, sus ojos azules solo se quedaron viendo aquella cabellera rubia moverse con el viento, y la tela blanca que cubria deliciosamente su espalda, ser movida ligeramente por la suave brisa de un esperado otoño que estaba ya tocando a la puerta del verano.

Yoongi tan sólo lo vio entrar a su casa sin decir ninguna palabra, como si aquel jimin mimitos atras del auto no fuera el mismo jimin que bajo de ella, aquello lo confundia, jimin lo confundia, suspirando miro hacía el cielo.

Iba a llover....

El azul cielo estaba comenzando a nublarse siendo un gris oscuro brillante teñir las nubes blancas y transparentes que adornaban aquel mundo transparente y desconocido de arriba, la leve luz que aún quedaba daba paso entre los cristales de los ventanales. Como si aquellos únicos rayos de sol dieran paso a lo deprimido y asustado que aún se encontraba.

Recordándole en pequeñas láminas de un amarillo sin fuerza que la tormenta estaba apunto de desencadenarse, aunque aquella tormenta ya hubiera estado ganando terreno.

Suspiró una vez más antes de entrar, tenía que enfrentar y parar a jimin, antes de sus las cosas empeoren, sus pálidas y delgadas piernas sintiéndose débiles a cada paso que daba, sus debiles rodillas queriendo temblar notoriamente, queriendo traicionarlo, su corazón latiendo desfrenadamente a cada movimiento que daban sus piernas, como ecos que resonaban en su mente una y otra vez.

Siendo el palpitar de su corazón la única melodía en su cabeza.

Se sentia incómodo, en lo profundo de su pecho podia sentir aquella inquietante sensación de miedo atormentarlo, alojarse tan fuertemente que lo hacian sentir inseguro de sus emociones, las tiernas mariposas que sentía se convirtieron en las furiosas olas del mar chocando unas cotra otras en su sensible estomago, decir que se encontraba bien, era una total mentira, no lo estaba, muy dentro de él sabia que aun seguia teniendo miedo, miedo de que jimin lo volviera a mirar con aquella mirada fria y despiadada, con aquellos ojos oscuros y furiosos, con aquel rostro que no pintaba emociones lindas y tiernas, si no crueles y frias intenciones disfrazadas de una tierna carita, como lo habia mirado horas antes.

Distraídamente su mirada viajo al omega, sus orbes azules analizaban atentamente aquellos provocativos anchos y varoniles hombros, olvidando el miedo de su cuerpo, su corazón comenzó a latir lentamente,  como si se estubiera tomando su tiempo para mirarlo  y volviera a latir furiosa y rapida mente inconsciente mente se mordio su labio inferior.

¿como park podia verse tan increíblemente atractivo y cargarse tremendo cuerpazo siendo omega? 

Jimin tenia una fuerte y apetitosa espalda, la polera de seda blanca que estaba usando marcaba bien aquella parte de su cuerpo, sus gruesos y jugosos brazos morenos estaban a la vista, llamando su atencion. Seduciendo a sus ojos. Obligando a mirarlo y derretirse con aquella vista, atrayendolo como Un imán al metal. Un suspiró, aquel suspiro que lo sacó de su ensoñación, Jimin no lo miro, y él quería lo mirará - jimin - volvio a repetir - el omega se inclinó hacia adelante luciendo desinteresado, dejo las llaves del auto en la mesita cerca de los sillones y luego se sentó, el alfa azabache lanzó pequeños gruñidos frente aquel comportamiento, jimin lo había ignorado, sus pálidos dedos cerraron con fuerza la puerta que se encontraba en su espalda - ¡maldicion park para que me trajiste a tu casa si me vas a estar ignorando imbécil! -