10 letters • taekook

Epílogo

7 de octubre

La vida había decidido darle una oportunidad.

Taehyung se sienta en el borde de su cama, poniéndo sus brazos mirando hacia arriba sobre sus piernas y observa las cicatrices aún recientes. Lleva su mano derecha hasta el antebrazo contrario y pasa las yemas de sus dedos sobre la que era herida.

Se pone en pie y se mira al espejo. Su piel está realmente pálida y sus cabellos están desordenados. Todavía están las ojeras casi negras perfilando el inferior de sus ojos.

La puerta de su habitación se abre y aparece una cabeza castaña. Su madre se adentra un poco más y se pone frente a Taehyung.
Abarca su rostro con las manos y, con sus pulgares, acaricia las mejillas del chico.

—Tae, cariño. Hay alguien que quiere verte.

Kim mira confundido a la mujer. —¿Quién es?

La fémina alarga el brazo y abre un poco más la puerta. Allí, mirando las fotografías colgadas en la pared de enfrente —como si nunca las hubiese visto—, hay un azabache de piel casi blanca.

—¿Crees que estás listo para hablar con él, hijo? —El castaño duda por un momento pero, finalmente, asiente. La señora Kim deja la habitación y da el visto bueno a Jeon. Unos segundos después, el chico cruza la puerta.

—Taehyung...

—Jungkook...

El par permanece mirándose a los ojos en silencio durante un momento, pero se ve interrumpido por Jungkook. Con lágrimas acumuladas en sus ojos, casi nublando su visión, esboza un sonrisa. —Estás bien, estás...aquí.

Taehyung no sabe como reaccionar del todo. Ahora, el que era su mejor amigo, sabe que después de todo está enamorado de él.

—Jungkook...necesito que —Coge aire y lo suelta —, necesito que olvides esas cartas. Todo lo que pone, todo lo que te dije.

Jeon frunce el ceño y niega con la cabeza. —No puedo olvidar todo aquello, Taehyung. Me es imposible.

—Por favor...solo, haz esto por mí, como último favor. —Jungkook se acerca lentamente al castaño, que había comenzado a llorar. Con su manos en el rostro de Kim, empieza a apartar las lágrimas de sus mejillas.

—Taehyung, mírame. Mírame, por favor. —El castaño, algo dudoso, acaba obedeciendo a Jungkook. —Escúchame. Todo aquello que pone en las cartas, todo eso, son tus sentimientos. No puedo olvidarlos. Mira, Taehyung. Quizá a estas alturas no me creas con esto que voy a decir pero... —El azabache coge del mentón al contrario y une sus labios en un casto beso. —Yo te quiero.

Taehyung mira con ojitos brillantes al chico pero, inmediatamente baja la mirada.

—Tranquilo, no esperaba que me perdonases. Al menos no hoy. Esperaré el tiempo que haga falta.

—Gracias, Jungkook.

—No me agradezcas. —Ríe. —Pero yo también estoy enamorado de ti y, de verdad, esperaré toda la vida si es necesario.

El azabache se aleja de Taehyung y se dirige a la puerta. Se va a ir, cuando una mano lo interrumpe.

Kim atrae a Jungkook y lo pega a su cuerpo. Junta de nuevo sus labios, esta vez, en un beso más profundo. Después, pone su frente contra la del chico.

—Aunque no sea ahora, nuestra historia va a tener una continuación, Kook. Te lo juro.