Carta 5

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29 de septiembre

"La tercera también te la perdoné, Jungkook.

Teníamos 16 años, el verano anterior habíamos vuelto a estar juntos todo el tiempo, como antes.

Aún faltaban unos días para la vuelta de las vacaciones de Navidad. Nos invitaron a una fiesta en casa de Jennie. Por si te lo preguntas, sí: le conté el porqué la había rechazado y desde entonces nos hicimos amigos. Después de tantos años tenía a alguien que no eras tú, Jungkook. Quizá por eso no cedí ante la situación.

Era la primera fiesta a la que asistíamos, estábamos un poco nerviosos. Puede que yo mucho más que tú.

Me ayudaste a elegir la ropa para ir y pasar desapercibido entre la multitud lo máximo posible, pero me vestiste tan bien que solo conseguí llamar la atención.

Cuando entramos por la puerta de la casa de Jennie, toda la gente nos miró. Tu llevabas tus vaqueros rotos y tu camiseta blanca. Yo llevaba mis jeans negros y la camisa blanca de rayas holgada que me regalaste en mi cumpleaños algunos días atrás."

Jungkook coge su móvil y lo desbloquea. Entra en galería y busca la carpeta de aquel año. Encuentra las diversas fotos que él y Taehyung se habían echado antes de salir; las había olvidado por completo.

Recuerda el momento en que fue a casa del castaño y estuvo aconsejándole sobre qué ropa ponerse. Cierra los ojos y visualiza el momento justo en el que Taehyung se miró al espejo y sonrió por lo que veía reflejado; a Kim no es que le gustase su cuerpo. Tampoco nadie le había dicho lo precioso que es nunca.

El azabache vuelve a mirar la pantalla del Smartphone y pasa las fotos. Hay varios selfies y fotos de los dos.

También hay varias de Taehyung distraído o colocándose los mechones rebeldes ante el espejo. En la mayoría tenía una sonrisa de oreja a oreja.

"Durante la noche, varias chicas se acercaron a nosotros. Nos pidieron nuestros números e intentaban sacarnos a bailar con ellas. Nos mantuvimos impasibles.

Fuimos a la cocina y Jennie nos ofreció un vaso de bebida. Nosotros lo aceptamos y probamos el alcohol por primera vez. Al primer trago sentí quemazón y tú hiciste caras muy graciosas.

Lalisa y Rosé, las otras dos mejores amigas de Kim Jennie y Kim Jisoo, se acercaron a hablarnos. Estuvimos toda la noche con ellas. Resultaron ser muy majas, me divertí mucho.

Rosé y tú os fuisteis por un momento y me quedé a solas con Lisa. Salimos al jardín y nos sentamos tranquilamente en un pequeño banco que había. El ambiente fuera era más fresco.

Lalisa me contó que le gustaban las chicas, aún cuando nadie lo sabía todavía. Yo le expresé mi gusto por los chicos. Hablamos del tema y entramos a un poco más de bebida. Puede que nos pasasemos un poco con el alcohol, acabamos besándonos sentados en el césped.

Y no, no era una prueba para nuestra sexualidad o una "duda" de esas que dicen. Lo hicimos para desahogarnos. Porque era aquello o llorar.

Aún no sé bien como surgió, pero sí sé que después nos volvimos más cercanos. Haber compartido nuestros problemas nos había hecho congeniar en seguida.

Unas horas después nos volvimos a encontrar. Tú venías con los labios hinchados, los míos estaban colorados. Mis ojos también.

Te diste cuenta de que no me sentía muy bien, me ofreciste marcharnos de allí.

Abracé a Lisa como despedida y dediqué una sonrisa a Rosé. Tienes buen gusto, la chica era y sigue siendo preciosa, y no me hace falta sentirme atraído para saberlo.

Volvimos a casa y te quedaste a dormir conmigo. Te agradecí mucho que lo hicieras, no podría haber soportado estar solo dándole vueltas a la cabeza.

Me contaste que estuviste hablando con Rosé un rato y que tenías muchas cosas en común con ella. A la chica también le gustaba cantar y dijiste que a lo mejor algún día podríais cantar juntos.

Solo oírte decir aquello me hizo feliz, estabas considerando el camino de la música también. Seguiste hablando de ella y yo intenté escucharte y solo centrarme en ti, pero la expresión en mi cara me delató. Estaba pensando en todo lo que había hablado con Lisa.

Aún recuerdo el momento en el que me acunaste el rostro con tus manos y me dijiste "Eh, estoy aquí. Estoy contigo". Me preguntaste si estaba bien y yo ni siquiera pude responderte, rompí a llorar frente a ti. Me abrazaste, me apegaste a ti y me abrazaste con fuerza.

Todavía me preguntó que hubiera pasado si no te llegas a quedar conmigo esa noche. A pesar de que estaba derrumbado, no me forzaste a contarte nada. Simplemente estuviste ahí para mí.

Quizá haberte dado otra oportunidad no había sido tan mala idea, ¿no?

10 letters • taekookDonde viven las historias. Descúbrelo ahora