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Baje a la sala y veo a mi tía colocándose un abrigo y me dice:

-Anda y ponte un abrigo que está haciendo mucho frio.

Hago lo que dice y vuelvo a bajar, y la encuentro parada en la sala esperándome.

-Vayámonos.

Hago lo que dice y la sigo, abre la puerta de la casa y sale y yo voy detrás de ella, caminamos y llegamos al carro, nos ponemos el cinturón de seguridad, y rumbo a la aventura.

Mi tía lleva cinco minutos manejando y yo estoy literalmente casi pegada de la ventana observando todo a mi alrededor.

Ya han paso alrededor de 15 minutos y mi tía se estaciona al frente de un local.

-Llegamos

La miro, y ella se desabrocha el cinturón y yo le imito.

-Bueno de aquí es mi negocio y vamos a que conozcas Madrid

Comenzamos a caminar. Hemos estado caminando por largo rato y ella en el camino me muestras los lugares y las calle, luego se voltea y me dice:

-Te voy a llevar para que conozcas el tren

-Está bien, vamos allá

Me lleva a la estación del tren y veo mucha gente de aquí para allá y de allá para acá, me quedo observando todo por un rato hasta que escucho a mi tía decir:

-Aquí es donde la gente viaja por la ciudad o van a otros países que estén cerca.

-Quieres decir que uno puede ir a Portugal o Francia en tren?

-Sí, uno puede ir a esos países en tren, ya que te di una pequeña recorrida por la cuidad-ve el reloj y me dice- ya es tarde vamos a mi local pasamos un rato allí y nos vamos a la casa.

Y caminamos por otro largo rato más, llegamos al negocio, era un local grande y bonito solo estuvimos un rato ahí y nos fuimos.

Ya eran más de las 2 de la tarde y todavía no habíamos llegado a la casa, la razón es que hubo un accidente que paro el trafico. Más o menos en 10 minutos llegamos a la casa y mi tía llego y directo a la cocina para hacer el almuerzo, voy y la ayudo y después de un rato terminamos.

Ya estamos almorzando y llega Manuel con Antonela y con otra persona que no le veo la cara.

-Buenas y buen provecho, y Sabrina te presento a mi hermano Rafael.

Cuando levanto la mirada es un muchacho muy guapo , y respondo:

-Mucho gusto Rafael, me llamo Sabrina

-Igual mucho gusto.

-Bueno espero que se lleven bien porque Rafael va pasar una temporada con nosotros

-Ok no te preocupes.

Pasa un rato y termino de comer, me levanto de la silla y le digo a mi tía:

-Bueno, gracias por todo, voy descansar un rato.

Camine hasta mi habitación me acosté en la cama y me puse a revisar mi teléfono veo mis redes sociales y veo a mis amigos y me entra la nostalgia decido apaga el teléfono porque si no me voy a poner a llorar, así que me dispuse a dormir.

Me despierto y veo la hora y son las 8 de la noche y voy al baño y me lavo la cara y me miro en el espejo y me quedo mirándome y se me sale una lagrima, me doy cuenta de ello me limpio la lagrima y vuelvo a lavarme la cara, me la seco con una toalla y salgo y voy a la sala y me encuentro con mi tía, su esposo y Rafael, me acuerdo de pedirle un cargador ya que el mío no sirve aquí. Voy y le pregunto

-Tía no quisiera molestarte pero tienes un cargador que me prestes es que el mío no funciona aquí

-Claro, está en mi habitación espérame aquí ya te lo bajo

Me siento en el sofá para esperar el cargador y en eso siento que alguien se sienta a mi lado, es Rafael.

-Hola Sabrina

-Hola Rafael

-No quiero sonar confianzudo pero puedo llamarte Sabri

-Sí, si quieres

-Bueno Sabri cuántos años tienes?

-Tengo 24 y tú?

-Que coincidencia! Yo también tengo 24 años

-Sí, estudias o trabajas?

-Oh! bueno yo estudie Ingeniería en telecomunicaciones, lamentablemente no pude ejercerla en Venezuela

-Oh! Que mal, bueno yo estoy todavía estudiando para ser medico

-Qué bien!

En ese momento llega mi tía con el cargador y me lo extiende para que lo tome, lo agarro y se le agradezco y me voy a mi habitación


Nuestro primer y último encuentroDonde viven las historias. Descúbrelo ahora