El Doncel ❀ KookTae

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Capítulo I

Te contaré una historia de amor, pero presta mucha atención porque no es cualquier cuento de amor, claro que no. Este cuento trata de mi historia de amor y eso la vuelve mucho más especial que cualquier otra historia que te hayan contado antes.

Pero antes que todo, quiero decirte que no me juzgues, no blasfemes, ni me maldigas. No hagas nada de eso antes que te haya contado mi historia completa. Porque sé que cuando me hayas escuchado, me darás la razón, me amarás y adorarás... aunque es probable que me odies también, puedes elegir el camino que desees seguir. No obstante, si te soy sincero, no me importa lo que pienses, no me interesa lo que puedas llegar a decir de mí o de él.

Creo que debo comenzar por presentarme, decirte quien soy o quien aparento ser.

Mi nombre es Jeon JungKook y tengo veinte años. Fui abandonado en un orfanato a los dos años de edad; no obstante, si supe quiénes eran mis padres.

De mi padre no te puedo contar mucho, más solo que era un viejo miserable alcohólico que abandonó a mi madre el mismo día que ella le contó sobre su embarazo, escuché luego de años que el idiota murió ahogado en alcohol en algún burdel del pueblo, la verdad me importa muy poco.

Sin embargo, tengo más información de mi madre. Ella era muy conocida en mi pueblo, por supuesto, abandonó este miserable lugar a los dieciocho años y volvió a los veinticinco con mucho oro en los bolsillos. Ella se había convertido en una experta ladrona de joyas que saqueó a la ciudad y a las personas más adineradas de los demás pueblos, por supuesto que cuidó su imagen y nadie creería que una joven huérfana analfabeta engañaría a las personas envolviéndolas alrededor de su dedo meñique, ella era hábil y me llenaba de orgullo cuando la mujer que me crio, me contaba historias sobre ella.

Cuando supo que iba a tenerme, dejó de robar y comenzó a mejorar sus habilidades para hacer imitaciones de joyas, mi madre era sin igual, nadie podía engañarla, tampoco nadie podría descubrir la verdad.

La señora Boksun me crio desde que tengo memoria, el negocio de la señora Boksun era muy diferente al de mi madre, por supuesto la señora Boksun también crio a mi madre cuando la encontró sola en el río, mi mamá apenas tenía cinco años cuando eso sucedió.

El negocio de la señora Boksun era un negocio oscuro, ella rescataba niños perdidos o huérfanos para luego venderlos a familias ricas que no podían tener hijos. En este momento, ella misma cría tres bebés que nunca aprenderán las destrezas útiles que mi madre y yo aprendimos bajo el cuidado de ella, estos bebés fueron abandonados al nacer, pero nosotros los recatamos antes de morir en medio de botes de basura, por lo que ahora nosotros los alimentamos, bañamos y muy pronto los veneremos a una pareja japonesa.

Me gusta pensar que somos buenas personas que estamos haciendo obras de bien; estos bebés no morirían de hambre, gracias a nosotros, ellos crecerán con buenas familias y se convertirían en damas y caballeros nobles.

A los siete años yo podía distinguir una moneda auténtica de una falsa, era bastante astuto para mi edad, o eso era lo que la señora Boksun siempre me repetía y yo no tenía por qué dudar de su palabra. Aunque también solía decir que lo llevaba en la sangre.

Gugai me enseñó a falsificar estampillas y Kutan afinó mis habilidades de carterista cuando salió embarazada por primera vez, su estado no le permitía salir como antes, por lo que tuvo que enseñarme. Cierto, ellos también viven bajo el techo de la señora Boksun, como yo y los bebés.

Kutan es mayor que yo por un año y ella ha tenido dos hijos antes, ahora tiene a su tercer bebé de 4 semanas entre sus brazos. Ella cría y amamanta a sus propios hijos, negándose totalmente a amamantar a los otros dos bebés que viven con nosotros. Es una perra egoísta y miserable, si yo pudiese alimentar a todos los bebés, lo haría sinceramente. Quisiera poder hacerlo.