Si lo amara menos, quizás podría seguir hablando más de ello

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JungKook 


Su cabello largo se agita con el viento, su perfil delicado me regala una enigmática visión mientras me acerco a él, está haciendo frío y la brisa poco a poco se vuelve violenta y provoca pequeños tornados de arena alrededor, no me agrada, pero desde que llegamos, TaeHyung ha amado cada pedazo de este lugar.

Yūgen―. Susurro envolviéndolo en una manta, abrazándolo por la espalda. Él recuesta su cuerpo contra el mío y le escucho tararear.

Ikigai―. Murmura besando mi mejilla para luego, volver la mirada hacia el mar. ―¿Has dejado solo a Jihyun en casa? ―Me pregunta con un tono amenazador, no puedo evitar reír por sus palabras. ―JungKook-ah.

―Tranquilo bebé, claro que no lo dejé sólo. Gugai está con él. Están preparando la cena. ―Lo tranquilizo, siento nuevamente como se relaja contra mi cuerpo y lo envuelvo con mis brazos. ―Te he visto muy pensativo estos días.

―Hum―. TaeHyung se queda en silencio por largos minutos y yo espero paciente para que me diga que está sucediendo. ―Eres muy observador ¿no es así? ―Me dice en voz baja y no es lo quiero escuchar.

Niego con la cabeza antes de responderle. ―Soy despistado, bebé. Pero si se trata de ti, absolutamente todos mis sentidos están atentos. ―Confieso y él sonríe al escucharme.

Miramos nuevamente hacia el mar, el sol está a punto de esconderse bajo las aguas azules y los colores son maravillosos. TaeHyung ha comenzado a pasar los últimos días en esta playa cuando el atardecer cae, suele traer a nuestro pequeño hijo con él, pero está vez, me pidió cuidarlo para que pueda venir a pensar tranquilo. Me obligué a dejarlo ir sólo, traté de seguirlo mirándolo por la ventana, pero en un punto tras los árboles, lo perdí de vista. Fue entonces que había llegado Gugai a casa luego de trabajar y le pedí que viera por Jihyun para seguir a mi bello doncel.

Hemos llegado a Rusia hace poco más de tres años, estuvimos yendo de un lugar a otro como errantes, pero cuando el embarazo de TaeHyung avanzó demasiado, decidimos venir a un lugar apartado del mundo entero, encontramos esta aldea sobre los acantilados al borde del mar. La única manera de venir es con tren o con coche particular. No hay turistas y viejas mansiones se pierden entre los árboles, desde la playa pasan desapercibidas, parece una playa abandonada con arena blanca y aguas azules como el cielo.

Con TaeHyung compramos la mansión más alejada de la estación de trenes, Gugai llegó cuando Jihyun cumplió dos años, nos había traído noticias sobre el tío de TaeHyung y de su antigua mansión, todo había quedado en cenizas y ahora se había convertido en un colegio, la policía de Corea cerró el caso pensando que había sido un ajuste de cuentas entre un conde falsificador y un viejo coleccionista. No sabían nada de TaeHyung, él jamás había salido de la mansión antes de huir a Japón junto a mí y HyungSik. Ellos no supieron de su existencia y las sirvientas habían huido aterrorizadas por los yakuzas, no había rastro del sobrino de ese viejo hombre. También nos ayudó que fue HyungSik quien sacó todo el dinero de los bancos cuando estuvimos en Japón, sólo quedó su nombre registrado y la búsqueda incansable del viejo por el estafador, porque supo en todo momento que fue HyungSik quien había incitado a TaeHyung a escapar y él no quería que la policía supiera de TaeHyung, lo creía suyo, había tomado todo de él y los demás no debían saber de su ilícita relación.

Gugai decidió quedarse a vivir con nosotros, nada lo ataba en Corea más que la señora Buksan, pero ella se había ido a vivir con Kutan y su marido, ellos ya habían dado a luz a su tercer hijo. La señora Buksan dijo que se quedaría en Corea porque debía vigilar como Kutan educaba a los tres niños, además, TaeHyung había enviado dinero para financiar un hogar para niños sin padres, con el tiempo, Kutan y la señora Buksan habían logrado conseguir más inversiones para el pequeño orfanato y ahora cuidaban a dieciséis niños huérfanos, de vez en cuando nos enviaban fotos de todos ellos. Parecían una enorme familia.

El Doncel ❀ KookTaeDonde viven las historias. Descúbrelo ahora