El Doncel ❀ KookTae

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Tengo que admitir que el joven doncel tiene un gusto exquisito. Sus armarios están llenos de prendas de alta costura, grandes marcas de Japón, Corea y Europa se lucen en ellos y el material de cada una de ellas se siente como suaves caricias sobre mi piel.

Puedo probarme algunas prendas, algunos abrigos o camisas que le deben quedar grandes, pero seguramente que él posee para aquellos días de relajo. Imagino que puedo vender la ropa que no me talle y quedarme con la que si lo hace.

Sus joyas no se quedan atrás y las que puedo revisar son genuinos diamantes, rubíes y oro. Sus alhajas brillan tanto que cuando me pongo la mayoría encima, el espejo resplandece demasiado. Me encanta todo esto.

En los cajones de arriba hay túnicas enrolladas pulcramente en cada una de sus cajas. Una roja llama mi atención y estirándome por completo, lo tomo. Dentro hay un yukata amarillo con dibujos de flores naranjas y rojas, es hermoso y demasiado alegre, extiendo la prenda con mis dos manos y unas cosas raras caen pesadamente al piso. Cuando me percato de la figura completa, sigo sin entenderlo. Lo tomo y al momento de alzarlo me doy cuenta que son tres bolas de metal unidas por un lazo fino, también de metal. Pesan y son fríos, pero no tengo idea para que sirve. No le doy interés y termino guardándolo nuevamente junto al yukata festivo.

En otra caja blanca y circular hay una gruesa cuerda mostaza, lo levanto y me doy cuenta que no es tan larga como imaginaba, pero si lo suficientemente gruesa. Me limito a encogerme de hombros cuando veo tan inusual objeto, quiero decir ¿Por qué el doncel tendría una cuerda en su habitación? Lo regreso sin darle tantas vueltas en verdad.

Cuando veo el reloj ya va a ser medio día. Decido ordenar todo como estaba y me apresuro hacia la biblioteca.

El lugar es enorme. Demasiado grande para que sólo dos personas vivan en él, el joven doncel y su viejo tío, todos los demás son sirvientes así que prácticamente no contamos ya que nos pueden correr en cualquier momento.

¿Por qué el joven doncel necesita una casa tan grande como esta? Él mismo me dijo que no sale y la mayor parte del tiempo lo pasa en su habitación o en la biblioteca. No necesitaría nada más. Aunque debo admitir que aún no conozco a su tío. Oí que cuando él no está en la biblioteca está sumergido en el sótano, realmente un viejo muy extraño.

La casa es bella por dentro, pero por fuera no tiene comparación. La luz del sol en lo alto es acogedora, aunque no abriga demasiado, logra transmitir cierta calidez. Los frondosos árboles y rosas que rodean el lugar son sencillamente fastuosos. No obstante, tengo que admitir que el lugar se siente algo triste.

¿Será que la enorme y triste casa vuelva loco al joven doncel? Es una persona solitaria, dudo mucho que eso sea sano para alguien.

Pobre criatura divina.

Cuando he llegado a la puerta de la biblioteca, la lluvia había comenzado a caer con más fuerza. Me alegra haber traído conmigo un paraguas, así mi bello doncel no se mojaría al regresar a su habitación. Limpio mis nuevos zapatos a la orilla y me acerco a las puertas enormes del lugar.

No hay timbre o alguna campanilla, así que simplemente lo abro y entro. Las columnas de madera hacen un pasillo hacia el medio de la sala, las paredes están abarrotadas de libros desde el piso hasta el techo, que es realmente muy alto. Las pinturas y figuras antiguas parecen ser japonesas, y la alfombra me encamina hacia donde está el joven doncel.

Él está de rodillas frente a su tío, debe ser él. El joven doncel tiene la cabeza gacha y un libro mucho más grande que el promedio yace en el piso de madera frente a él.

El viejo hombre me mira y el doncel se da cuenta de su distracción, voltea a verme y su rostro palidece. Sus bellos ojos verdes-miel se abren y vuelve a mirar a su tío, aun estando de rodillas frente a él.