Rolling girl |·BellowDiamond·|

Epílogo

Llegar al hospital fue en vano, porque una vida joven ya se había desperdiciado. Yellow no quiso llorar, pero su dolor la hizo provocar; no tuvo el valor de asistir a su funeral, porque éste estaría lleno de la gente que incitó a Blue a buscar consuelo con la muerte. De solo estar en una misma habitación con esa gente le enfermaba, le asqueaba, por lo que tuvo que conformarse a pasar su luto encerrada en su habitación.
Pero eso no fue suficiente para no permitirle ir cada fin de semana a visitar el lugar en donde descansaba la pobre alma de su amada Blue, le dejaba una diferente flor cada visita, junto a caramelo; Blue adoraba los dulces, a pesar de que no comía mucho.

Yellow decidió llorar en la tercera visita, pues, sentía culpa de no haber podido ayudar a quien llamaba su novia. Dios, era su pareja y ahora ella está muerta. No la pudo cuidar, y eso la mata lentamente.

Un mes después de la muerte de Blue, Yellow se transfirió a otra escuela; no había que explicar el porqué lo hizo. Pero en su nuevo instituto siguió sintiéndose miserable, por lo que no pudo hacer ningún amigo.

Luego de dos meses de la muerte de Blue, la familia de la albina se mudó a otra ciudad, más por vergüenza que por dolor. Yellow agradeció no tener que volver a ver a esa maldita familia, así con todo su expresión, esa miserable familia que _ni siquiera era una_.

La hipocresía crecía como hierba mala, en cada esquina de aquel pequeño pueblo podía observar palabras pintadas delicadamente en las paredes que fueron dedicadas para Blue, algo así como un estúpido "te extrañaremos" o un falso "Fuiste una gran persona"; incluso antes de cambiar de escuela, había en una pared cerca de la entrada una pizarra de corcho, dedicado únicamente a Blue. Yellow a escondidas lo rompió, porque su amada albina no podía ser parte de aquellas personas hipócritas, ¿Por qué no la dejan de meter en sus miserables vidas incluso después de la muerte?

Cuando terminó el instituto se mudó a otra ciudad. Ya no soportaba el dolor de su corazón y alma, mucho menos soportaba a las personas de doble moral que habitaban aquel desafortunado pueblo.

Más nunca volvió. Ni siquiera para que ver la tumba de su querida Blue.

Siempre la llevaría en su corazón, pero debía avanzar, debía vivir, por más que doliera.

15 años después se casó con una chica que conoció en su universidad, se llama Esmeralda. Si bien, Yellow se notaba feliz, pero por dentro todos sabemos que ella quisiera compartir aquel juego de anillos con alguien más, específicamente con una pequeña albina de rostro melancólico.

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— Adiós, chica que gira... —Murmuró la melancólica rubia ante aquella tumba, el cual estaba cubierta por mucha vegetación. Hoy era su último día en aquel pueblo. Más nunca volvería, ella ya no podía seguir ahí, debía dejarla ir, aunque la quemara por dentro. La amaba, por eso tenía que partir, para no caer en lo profundo de aquel amor que murió.

Dejó una última flor en el jarrón y se retiró del lugar.

...Fin...

Ópalo-Alejandrita.