It's Time to Believe (Slenderman & Tn)

-Capítulo 7-

Sentí como Slenderman se colocaba por debajo de las sábanas, dándome la espalda. Resoplé e hice lo mismo que él.

--Duérmete ya...-- Dijo con un tono cansado y algo ronco.

--Cállate. No quiero dormirme.-- Bufé, tirando de la sábana para taparme, pues tenía frío en el cuerpo. Al parecer, le quité parte de las cobijas a él, pues sentí como estas se movían hacia su dirección.

--¿Quieres quedarte quieta ya?-- Me regañó, levantando un poco su cabeza, "mirándome" con su rostro de perfil.

--No.-- Negué, volviendo a tirar de las sábanas.

--Eres una infantil. --Tiró de las cobijas con fuerza hacia su lado.

Yo tiraba hacia el lado contrario constantemente.

--¡Basta!-- Gritó con su voz tan masculina.

Me quedé inmóvil ante el tono de voz que usó. Apoyó su cabeza sobre la almohada y suspiró, aliviado de que yo hubiese parado.

--Ahora... Duérmete por favor, he tenido un día lleno de nervios, y me gustaría descansar.-- Explicó.

--Bien.-- Contesté con algo de molestia.

Un silencio se produjo en la habitación. No era para nada incómodo, pues él podía "dormir" agusto pero, al tener frío, a mí no me entraba el sueño.

Parecía que él ya había caído en los brazos de Morfeo, pues escuchaba su calmada y pesada respiración. Decidí hablar para joderle un poco, sabía perfectamente que él nunca dormía.

--Tengo frío.

--Joder...-- Soltó entre dientes, en un susurro casi para sí mismo. --¿Podrías callarte? Estoy intentando descansar en paz.

--Cállame.-- Respondí con una voz pervertida. Solamente estaba jugando, como una niña pequeña.

Se dio la vuelta, con su cuerpo en mi dirección. Repetí su acción, quedando "cara" a cara con él.

--Puedo decirlo más alto, pero no más claro. Cierra la boca.-- Ordenó, algo molesto, pues estaba frunciendo el ceño.

--Pero te he dicho que...

--Sí, sí... Ya sé que tienes frío...-- Me interrumpió. --Ven, tonta.-- Sentí sus frías manos posarse sobre mi espalda y arrastrarme sobre el colchón hacia su cuerpo. Cuando mi abdomen hizo contacto con el suyo, rodeó mi espalda con un brazo, acariciándola. --Ahora, duérmete y quédate quieta.-- Pidió.

--Está bien...-- Suspiré. --Buenas noches, Slenderman...-- Escondí mi rostro en su cuello, buscando su calor. --Te amo.-- Susurré.

--Yo también te amo, pequeña.-- Susurró de igual manera, acariciando mi mejilla con su mano libre

Mentiroso de mierda...

<<A la mañana siguiente>>

Abrí lentamente los ojos y pude comprobar que Slenderman no estaba. Siempre se levantaba más temprano que nadie para hacer el desayuno.

Bostecé y me estiré un poco en la cama. Quité las sábanas de mi cuerpo y pude comprobar que estaba completamente desnuda, sin si quiera mi ropa interior. Me volví a tapar con las sábanas, pensando y tratando de recordar lo que hice por la noche para despertar así.

--P-Pero... Si solamente me dormí, no hice el amor con él.-- Susurré, después de un intento en vano de recordar.

Tragué saliva al notar que me dolían las piernas y la pelvis. Me quedé unos segundos inmóvil en la cama, mirando a un punto fijo y pensando...

¿Y si... Slenderman me violó por la noche?

Negué con la cabeza, eliminando esa idea. Él era un hombre respetuoso, educado y podría ser de todo menos pervertido... Al menos, no tanto como Offenderman... Pero no dejaba de ser un hombre...
Decidí levantarme y buscarle para que me diera una explicación, pero antes, me tendría que cambiar, obviamente.

Abrí el armario y busqué a toda prisa cualquier ropa interior, no me haría ninguna ilusión que alguien entrara en mi cuarto y me viera como Dios me trajo al mundo.

•••

Una vez arreglada, bajé las escaleras tratando de ser sigilosa, no quería que nadie me interrumpiera mientras hablaba con Slenderman. Cuando por fin terminé con el último escalón, caminé hacia la cocina y allí le encontré... Sentado en el fondo de la mesa, con una taza de café en la mano derecha y, la izquierda, sostenía un periódico.

--Slender...-- le llamé, consiguiendo toda su atención.

--Mi nombre no es "Slender", me llamo "Slenderman."-- Rectificó mis palabras.

--Como sea...-- Me acerco a él. --¿Qué hicimos a noche?

Escuché como tragaba con fuerza el café, tosiendo un poco. Cuando puedo respirar con calma, se aclaró la garganta, fingiendo estar tranquilo.

--Discúlpame. ¿Cómo que "qué hicimos a noche"? Nos dormimos, ¿No recuerdas?-- Preguntó, haciéndose el idiota.

--¡Oh, vamos Slenderman! ¡Me desperté desnuda y me dolía casi todo!

--¿Qué te crees, que por levantarte sin ropa y con pequeños dolores musculares ya has sido violada por mí?-- Pregunta serio, continuando a leer su periódico.

--¿Entonces qué pasó? Sé perfectamente que tú nunca duermes.-- Me crucé de brazos.

--Y yo nunca te he negado eso. Solo digo que no pienses en estupideces.

Ruedo los ojos y froto mi entrecejo con mi dedo índice, cerrando con fuerza los ojos, frustrada por no saber la respuesta.

--Solamente quiero saber qué me hizo despertar así.-- Informé.

--¿Así cómo?-- Preguntó. Ya volvía a hacerse el que no sabía nada.

--¡Slenderman! ¡¿Por qué cojones desperté desnuda?!-- Grité, desesperada.

--¿Para qué lo quieres saber?-- Cuestionó, evadiendo mi duda.

--Responder a una pregunta con otra pregunta es de mala educación y falta de respeto.-- Le espeto.

--De acuerdo... Despertaste desnuda porque...-- Se levanta bruscamente, agarra mi cabeza por el mentón y se acerca a mi oído para susurrarme. --Te follé mientras estabas dormida.

Me sonrojo como un tomate al instante que escuché eso.

Oí que comenzaba a reír, como si le hubiesen contado el mejor chiste del mundo.

--Deberías ver la cara que has puesto.-- Ríe de nuevo mientras se sienta. --Escúchame... Despertaste sin ropa porque soñabas que hacíamos el amor... Comenzaste a desnudarte en medio de la noche. Imaginé que tenías calor, por lo que te alejé de mi cuerpo, pero escuché cómo gemías mi nombre; así que, supe que estabas soñando algo erótico conmigo. Te movías muchísimo entre las sábanas, por lo que tuve que irme a dormir con Sally.-- Explicó, moviendo sus manos.

No me lo creí, pero fingí seguirle la corriente. Sabía que Slenderman no me iba a decir la verdad... ¿Desnudarme yo misma? Ni que yo fuese sonámbula...

--Oh... Así que era eso...-- Levanto mi mirada hacia el techo para hacer el momento algo más dramático. --Sí, recuerdo haber soñado algo así...-- Le miro. --Perdón por acusarte de violador... Solamente estaba confusa...

En ese momento me di cuenta de que no se había quejado esta mañana sobre el dolor que le di en sus partes bajas... Oh Dios...

Deja de prestarme atención para clavar su "mirada" en las letras del periódico.

--No pasa nada. Tranquila. Desayuna si tienes hambre, yo iré a ordenar mi habitación.-- Dijo, mientras se levantaba de la silla, aún sin "mirarme", recogiendo su taza vacía de café y los papeles.

Ya te gustaría a ti que yo hubiese soñado contigo...