-Capítulo 8-

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••Perdónenme, ya sé que publico súper tarde, pero ahora con lo del coronavirus publicaré más seguido en todas las historias. :3

Ahora sí, sigamos.

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<<Un mes más tarde...>>

Narra TN:

Todo, todo sigue exactamente igual que hace unas semanas... Slenderman sigue siendo el patético hombre serio, amargado y firme. Solamente parece mostrar cariño con Sally, y yo soy como una escoria para él.

Unos días atrás, descubrí a Masky hablando con Toby acerca de que me quieren fuera de la casa o algo así, la verdad no pensé que yo fuera un problema tan grande como para llegar a ese límite... Slenderman sabe que no tengo casa, que a penas recuerdo a mi familia y no tengo recursos para hospedarme en algún hotel. Esto necesitaba hablarlo con alguien... Con alguien que sea confiable...

•••

--Háblame de lo que quieras... --Dijo Offenderman, a lo cual yo hablé.

--Francis... Creo que los Proxies de Slender quieren echarme de esta casa. Escuché que hablaban sobre algo relacionado con sacarme a la fuerza, y que causo muchos problemas en el genio de Slenderman. --Informé, con la cabeza agachada.

--Mm... Sí, la verdad es que últimamente ellos han pasado gran parte del día en la oficina de su jefe y... Bueno, Slenderman siempre está amargado como una pasa pero, estas semanas, aún más. --Suelta una leve risa.

--¿Sabes? Aunque te choque, escuchar eso no me hace sentir mejor... --Contesté mirando hacia otro lado, algo molesta y triste.

--Hey, vamos, alegra esa cara. --Sentí que posaba sus dedos abajo de mi barbilla y me obligaba a mirarle. -- Estás hablando con el rey del sexo y del amor, yo te puedo ayudar a recuperarlo... Es decir, ¿quién es mejor en esta casa para hablar sobre este asunto? --Se sobrevaloró antes de acercarse a mí, como si me fuese a contar un secreto. --Escúchame bien, porque no te lo repetiré dos veces...

•••

Al acabar de explicarme todo lo que necesitaba saber acerca de conquistar a un hombre, abandonó la habitación, dejándome completamente sola.

Miré por la ventana, por la cual entraba muy poca luz, pues la luna era la única que brillaba en todo aquel cielo oscuro.

Suspiré y me senté en la cama... Slenderman no tardaría demasiado en aparecer con su irritante genio y sus asquerosos regaños.

Me quité la ropa y me coloqué lencería, la verdad es que Slenderman no hablaba tanto si estaba casi desnuda, parecía incluso ignorarme y, hoy lo prefería.

Tenía demasiado cansancio encima, que no tuve fuerzas para quitarme el maquillaje. Slenderman se había ausentado todo el día, y me había tocado a mí hacer de "madre" y "canguro"... Estaba agotada. Agarré el primer libro que encontré en mi cajón y comencé a leerlo por la primera página que lo abrí...

Pasaba y pasaba las hojas, pensando en mis cosas y sin prestar mayor atención a la lectura, hasta que escuché unos pasos acercarse... Mi corazón comenzó a latir con fuerza, cada vez más rápido a cada paso que percibía...

"Vamos, esta es mi oportunidad de ganarlo otra vez..."

De reojo, pude ver cómo la manilla se giraba,  abriéndose la puerta y dejando ver a ese hombre alto, vestido con su típico traje negro, sin arrugas, pero con algunas manchas de sangre recientes en su camisa blanca.

Suspiró cansado mientras cerraba el portón detrás de él.

--¿Estás bien? --Pregunté, parecía que había tenido un día agotador.

Me "miró" y se sorprendió al verme así.

--¿No tienes frío?
--Preguntó acercándose y posando su mano helada sobre la piel desnuda de mi pierna para controlar mi temperatura, provocando que un escalofrío recorriera todo mi cuerpo.

--No. --Negué secamente. Agarré su corbata, aprovechando que estaba bastante cerca, y tiré de ella, arrimando su "no rostro" al mío.

Quedamos a escasos centímetros, ambos nos quedamos "mirando" por segundos, esperando a que alguno hiciese algún movimiento... Todo se quedó en un silencio lleno de anticipación, hasta que sentí cómo agarraba mi muñeca y me obligaba a soltarle.

--No vuelvas a hacer eso, me arrugas la corbata. --Se quejó con su voz tan varonil e irritante, se incorporó y se la ajustó, frunciendo el ceño.

Rodé los ojos.

--Slender, eres imposible.
--Confirmé levantándome y deshaciendo la cama, con impotencia.

--Te he dicho que me llames "Slenderman", no por motes infantiles. --Protestó, dándome la espalda y abriendo su armario.

--Te odio. --Refunfuñé.

--Deja de comportarte como una niña y acuéstate.
--Ordenó, comenzando a quitarse la corbata, claramente molesto.

--¡No me comporto como una niña! --Le contradije, indignada y girándome hacia él.

--Sí que lo haces.
--Confirmó con seguridad y poco interés en sus palabras.

Yací debajo de las sábanas y bufé.

--No sé por qué ya has decidido que me odias...
--Susurré, pero suficientemente alto como para que me escuchara.

--No te odio TN, te aguanto. --Prosiguió, quitándose la chaqueta y colocándola en una percha.

--¡Encima tienes los huevos de echarme en cara que soy un estorbo! --Le respondí enojada.

-- Y tú tienes los ovarios de garantizar algo que no sabes... --Continuó con tranquilidad.

--¿Qué he dicho que no sea verdad? --Pregunté, en contra.

--Que te odio... Eso no lo sabes. --Sostuvo mientras se desabotonaba la camisa y se deshacía de ella.

Pude ver su espalda fuerte y amplia, blanca como la nieve, y decorada con algunas cicatrices de posibles peleas antiguas.

Era tan obvio, que cualquier argumento que saliese de mi boca, él nunca me iba a certificar si estaba en lo correcto o no; así que, decidí no discutir más con él y tratar de ignorarle por el resto de la noche...

Vi de reojo que se daba la vuelta, dejando ver su abdomen musculado, varonil, y con el "tatuaje" Proxy enorme en su pectoral izquierdo... El cabrón había estado haciendo ejercicio desde la última vez que tuvimos sexo, y recientemente, mis ganas de intimidar con él aumentaban.

Se tumbó a mi lado... Su olor varonil invadió mis fosas nasales... Estiró su brazo y apagó la luz... Todo el cuarto se inundó de oscuridad, un ambiente tranquilo y silencioso...

Escuché que chasqueó la lengua y sentí sus manos en mi cintura, arrastrándome por el colchón hasta su abdomen, abrazándome con fuerza.

--Como hagas un solo comentario, me iré a dormir al sofá. --Gruñó.

Me sonrojé al instante... Mis pechos se aplastaban contra su abdomen y podía escuchar los latidos de su corazón, pausados y muchísimo más calmados que los míos... Acaricié sus bíceps y cerré los ojos.

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Espero que les haya gustado.

Mañana o así subiré el próximo capítulo, disculpen por haber tardado tanto.

Nos vemos en el próximo cap.
🤞♥️

It's Time to Believe (Slenderman & Tn)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora