It's Time to Believe (Slenderman & Tn)

-Capítulo 6-

--Ben, ¿Verdad o reto?-- Pregunta Jeff a su amigo que se encontraba sentado a su lado.

--Mm... Verdad.-- Respondió.

--Joder, menuda mierda... -Se queja.- ¿Es verdad que te gusta TN?-- Le mira con cara pervertida.-

-Ella no me gusta.-- Contesta en tono tranquilo. --Slenderman, ¿Verdad o reto?

--No voy a entrar en vuestro juego infantil.-- Suelta molesto, con su típica voz demoniaca. Estaba sentado en el sofá, leyendo un libro, mientras que nosotros estábamos sentados en el piso.

--Bueno...-- Dice Ben, sabía que era inútil discutir. --Pues TN, ¿Verdad o reto?

--Reto.-- sonrío.

Veo que sonríe malvadamente mientras se frota las palmas de sus manos. A saber lo que me pedía...

--Te reto a besar con lengua a Slenderman.-- Susurra con voz burlona.

--Pero, ya le has oído, pasa de jugar.-- Respondo.

--¿Y qué? Tampoco juega Laughing Jack, y a Nina le tocó meterle un dedo en el trasero. - Escucho que Nina chasquea la lengua, avergonzada y algo molesta.-- Venga.-- Señala a Slenderman con la cabeza.

Oí cómo Jeff imitaba el graznido de de una gallina, acompañado con el movimiento de brazos asemejando alas... ¿Me estaba insultando?

Ruedo los ojos. Sabía que iba a salir mal. Me levanto y me acerco a él.

--No hace falta que lo hagas, TN... Es una idiotez.-- Dice con voz relajada Slenderman, sin apartar su "mirada" de la lectura.

--No pienso cortarme ahora...

Quiero besarte ya... Amo tus labios...

Al escuchar mi contestación, dejó el libro a un lado y tuve toda su atención en mí. Me senté sobre sus piernas, y me acerqué a su abdomen, sintiendo su pelvis debajo de la mía. Me sonrojé demasiado... Mis mejillas ardían, combinadas de un tono carmín. Cogí su corbata y la estiré, haciendo que acercara su "rostro" al mío.

--Enseñame la boca, Slender...-- Le susurro.

Hizo lo que le pedí sin rechistar. Su piel comenzó a separarse y mostró su boca llena de filosos y blancos dientes. Ladeé la cabeza y le besé...

Mis labios se entrelazaban con los de él, mientras que una de mis manos acariciaba su mejilla.

Te necesito...

Narra Slenderman:

Sentía sus cálidos y suaves labios... Muchos recuerdos llegaban a mi mente... TN y yo, en la cama, yo sobre ella, observando sus ojos cerrados y su boca entre abierta para poder soltar suspiros de placer...

Mis manos, inconscientemente, subieron a su cintura para pegarla aún más a mi cuerpo. Sentí que metió su lengua en mi boca, yo solamente le seguí el beso.

--De acuerdo, ya está.-- Dijo la voz metálica de Ben.

Gruñí cuando ella se separó. Se alejó de mí para sentarse en el piso de nuevo, como si nada hubiese ocurrido. Volví a coger el libro para fingir tranquilidad.

--Ahora, Jeff... ¿Verdad o reto?-- Preguntó TN, mirando al susodicho. Su voz parecía temblar... Sonreí inconscientemente y, al darme cuenta, oculté mi boca.

--Reto.-- Contestó.

•••

A la noche, subí las escaleras cansado. Había sido un día muy largo y duro para mí, lleno de papeleo y responsabilidades.

Abrí la puerta de mi cuarto, frotando mi frente con los dedos de mi cuarto, tratando, en vano, de reducir el dolor de cabeza.

Vi a (TN) sentada en la cama, leyendo un libro, y bostezando a cada rato, parecía cansada. Cuando se dio cuenta de mi presencia, lo cerró y lo dejó sobre la pequeña mesa a su lado.

--Menos mal, pensé que te ibas a quedar en tu oficina toda la noche.
--Soltó, cruzándose de brazos.

Bufé y desaté mi corbata.

-- Tuve cosas que organizar. Sabes que odio dejar las cosas sin terminar.

Ella miró hacia otro lado, supongo que tenía una idea completamente distinta, y se tumbó, ignorándome.

Me quedé callado mientras me deshacía de mi chaqueta y desabotonaba mi camisa para colgarla en el armario. No tenía ganas de conversar más, al igual que ella.

Yací en el colchón, a su lado, y apagué la luz... Escuché que ella me deseó buenas noches, y yo le respondí mandándola callar.

--Mal educado. --Dijo, en un murmullo que pude escuchar.

--¿Cómo dices? --Le reclamé, molesto.

--Nada, nada... Cosas mías. --Susurró.

Ya volvía a colmar mi paciencia...

Chasqueé la lengua.

--Eres tan inmadura... --Dije entre dientes.

--¡¿Cómo que inmadura?! ¡¿Qué pasa, señor Hoffman, nunca le han dicho las cosas a la "no cara"?! -- Soltó. ¿Cómo osa?...

--¡¿Cómo osas a decirme eso?! --Le grité.

Cuando estaba a punto de continuar con mi regaño, sentí un gran dolor entre mis piernas... Su rodilla había impactado justo contra mis partes íntimas. Arrugué mi nariz, frunciendo el ceño, y de mi ser salió un gruñido de dolor.

Escuché cómo ella aspiraba aire, pareciendo no ser consciente de lo que había hecho.

--¡Perdón, perdón! --Se disculpó, a la vez que alejaba su pierna de mí. --No pensé que estuvieses tan cerca...

Le respondí con un quejido. Le di la espalda.

--Duérmete ya... Necesito descansar.-- Pedí, respirando ondo para no empezar otra discusión.

--¿Quieres que te de masajes? -- Preguntó antes de soltar una pequeña carcajada.

--¡¿Pero qué dices?!

--Es que... Me siento mal. --Se asinceró.

--¿Será posible...? --Pregunté retóricamente, en un susurro, incrédulo.-- Estoy bien, ya cállate.

Ella solo suspiró, y por fin, decidió callarse la boca y dejarme descansar.

"Joder... Menudo golpe me ha dado..."