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CAPITULO XXX

NARRA DAMIAN.

Me encuentro haciendo unos negocios con mi abuelo el cual me llamo diciendo que era urgente así que no tuve más opción que salir, pero la verdad desde que llegue no me ha dicho ninguna palabra.

- Abuelo para que me llamaste cuales son los negocios- dije yo ya un poco fastidiado por la situación pues desde que llegue él no ha dejado de verme fijamente.

- Por qué dejaste a Isabela sola- dijo él.

- Como que por que tú me llamaste –le dije.

- No me refiero a hoy sino desde hace un tiempo, yo he hablado con ella y me ha pedido que la ayude, yo como buen abuelo le dije que la ayudaría que me la llevaría fuera del país para que estuviera bien ella, Gabriel y los bebes- dijo el seriamente.

- ¿Que? – pregunté, en ese momento sentí como algo dentro de mi pecho se rompió.

- Como lo oyes, pero como ellos me importan tú también, te conozco y se cómo eres por eso te voy a preguntar una cosa – dijo mientras me veía fijamente – la amas- al escapar esas palabras de su boca mi corazón se aceleró.

- No – conteste rápidamente.

- Muy bien entonces no va a ver problema con que me la lleve- dijo el tomando el celular.

- No – dije y el me miro con el ceño fruncido – está bien si la amo, no sé cómo ni en qué momento, confieso que todo comenzó como un simple juego sexual, su cuerpo me llamaba y ella no me lo negó, cuando me entere del embarazo una gran alegría me inundo pero luego la perdí cuando ellos dijeron que era de Daniel, me puse molesto me sentí traicionado pero no supe por qué simplemente quise creer que era por lo de Sofía, cuando la secuestraron me preocupe mucho, trate de hacerme el que no sentía nada pero no lo logre así que decidí refugiarme en el alcohol y en las mujeres, cuando me confesaron que eran mis hijos me sentí peor de mal pues yo hable mal de ella, pero aun así creía que era una simple amistad, pero en los meses que estuve con ella me di cuenta de que había cambiado y todo era por ella, así que me asuste, cuando me entere de que sería una niña y un niño estaba muy feliz por mis 2 hijos pero también vi un escape una forma de alejarme de ella así que decidí hacer como si la única que me importara fuera mi hija, después me aleje de los 4 ya ni a Gabriel le hablaba y cada vez el dolor era peor y solo hallaba escape en el alcohol, trate muchas veces de estar con otras mujeres pero cuando ya estaba a punto de entrar en ellas, Isa venía a mi mente, sus ojos, su cuerpo, todo de ella así que no podía hacer nada. – le conté todo a mi abuelo y sentí un gran alivio.

- Entonces qué haces aquí porque no vas a la casa y le pides disculpas- dijo – mira hijo ya estás muy grande y has hecho cosas más difíciles, ella está embarazada de tus hijos y te necesita, no la dejes escapar o te puedes arrepentir – dijo

- Está bien voy a ir a pedirle – pero el ruido de mi celular me interrumpió, lo voltee a ver y esa ella.

- Isa – dije con una gran sonrisa en mi rostro la cual se borró rápidamente

- Ñan- grito la pequeña Lina y se oía que estaba llorando.

- Que pasa – dije asustado poniéndome en pie rápidamente y creo que por mi cara mi Abuelo supo que pasaba ya que llamo a sus hombres pidiendo que alistaran camionetas y varias armas.

- Papi, lo hombre malos entraron – dijo Gabriel el cual se nota que también está llorando.

- Pero están bien y tu mamá – dije mientras salía de la oficina de mi abuelo junto a él.

- Nosotros sí, pero a mami le salía sangre de la pancita y ahora esta como dormida además tiene las piernas manchadas de mucha sangre – dijo llorando mucho más fuerte que antes.

- Tranquilo ya vamos para haya- dije y colgué.

- Que pasa – pregunto el abuelo.

- Lograron entrar – dije y me subí a una de las camionetas.






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HOLA CHICAS AQUÍ OTRO CAPITULO ESPERO LES GUSTE.

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Damian - 2 La Princesa De La Mafia (COMPLETA) Donde viven las historias. Descúbrelo ahora