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Era un día soleado en Los Ángeles, casi siempre era así y eso le gustaba.

Le gustaba salir y correr cerca de la costa, también le gustaba observar el amanecer y de vez en cuando disfrutar de un helado mientras se sentaba en su balcón a observar la ciudad frente a ella.

Vivía sola desde hacía apenas un año y trataba de siempre llamar a su madre para contarle como iba todo. Aquel sábado la había citado en su departamento para desayunar juntas. No le había comentado nada, pero sabía que era el momento adecuado. No podía irse a Francia sintiéndose de esa manera, tal y como Nancy y Gia le habían dicho debía superarlo, sea cual fuera era problema el origen era en su madre y debía comprenderlo y aceptarlo.

― Mi amor ― sonrió acercándose a su hija ― mírate estás preciosa

― Me viste hace tres días.

― Si bueno, esos tres días te han hecho muy bien, me sorprendió tu llamada normalmente salimos a comer algo.

― Si bueno, quería un poco de privacidad.

― Estas muy seria ¿sucede algo? ― le preguntó sentándose junto a ella.

― Conseguí un papel en una película ― susurró sabiendo que lo que diría a continuación no iba a ser de su agrado.

― Oh mi vida eso es grandioso, al fin Nancy hizo su trabajo, dios sabe cuánto he rezado para que esta mala racha pasara y mira. Dios nunca nos falla hija.

― Si lo se mamá, de eso quería hablarte. El tema de la película.

― Si cuéntame todo ¿Será de acción? ¿comedia romántica? O dios te darán un galán sería maravilloso, vamos cuéntame.

― No, no es sobre eso.... Es una película para cine independiente se presentará en Sundance mamá, es una oportunidad de oro. ¿lo entiendes?

― Dios mío bendito eso es grande Alai ― claro que lo entendía, era un festival mundialmente reconocido, además una película, había rezado tanto por aquella oportunidad para su hija.

― Lo es, por eso acepte, mamá la película es sobre una historia de amor entre dos chicas.

Al decir eso espero un par de segundos al notar el cambio en su rostro, paso de completa alegría a confusión, podía notar su ceño fruncido y su mirada clavada en ella.

― No, no lo harás lo siento Alai.

― No puedes prohibirme hacerlo mamá si te lo cuento es porque no puedo irme sin sentirme increíblemente mal por ocultártelo.

― No puedo creer que hagan películas así Dios perdónalos.

― No mamá ― la interrumpió rápidamente ― tiene un guion muy bien preparado hay cientos de personas trabajando y sinceramente no creo que haya problema, es actuación.

― Si lo hay, vas a actuar en algo que Dios no lo aprobaría.

― Mamá ¿Por qué no lo aprobaría? es una película

― No es correcto, además de seguro besaras a una chica ― dijo completamente asqueada

― Si lo tendré que hacer, pero...

― Pero nada Alai, no debí dejar a Nancy a cargo de todo, ella ha sido una terrible influencia en ti, seguiremos con los comerciales y cosas simples.

― No, no puedes he tomado la decisión firmare el contrato el lunes y comenzare a grabar en una semana, quiero hacer esto.

― ¿En que falle? Te he dado todo Alai. Te he explicado que el mundo no es color de rosas, que hay que cuidarse y...

Jardín de MargaritasDonde viven las historias. Descúbrelo ahora