URUGUAY, PERÚ Y MÉXICO.

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URUGUAY Y PERÚ.

Una Computadora para cada Niño. El presidente uruguayo Tabaré Vázquez anunció

que para fines de 2009 todos los niños y todos los maestros de las escuelas públicas

de su país tendrían una computadora. El proyecto se denominó “Proyecto Ceibal”,

era una idea del Laboratorio de Medios del Massachusetts Institute of Technology

(MIT), cuyo director, Nicholas Negroponte, estaba revolucionando la educación en

todo el mundo.

Los maestros pusieron al principio el grito en el cielo pero al ver la alegría de los

niños y recibir la promesa de que el cambio no iba a ser drástico, decidieron

apoyarlo.

Una de las principales críticas es que el gobierno uruguayo invirtió casi la

totalidad del presupuesto del plan en comprar máquinas, en lugar de invertir en

la capacitación de los docentes. Otra es que se pidió a los maestros comenzar a

enseñar con las computadoras sin cambiar los planes docentes y sin darles

incentivos para que enseñen con las computadoras. Muchos maestros se sienten

avasallados por las búsquedas e inquietudes de los niños con las OLPC XO..

Hubo preocupación además por el impacto cultural negativo y hasta peligroso que

podría traer la avalancha de computadores, entre ellas el ingreso a material

pornográfico a los niños, pero para esto el programa tiene filtros que lo hacen

seguro.

En Perú, el gobierno de Alan García, viendo lo que estaba sucediendo en Uruguay, no

se quiso quedar atrás. En octubre de 2007 García anunció la creación de un fondo

especial de 6.5 millones de dólares para comprar las primeras 44.000 computadoras

escolares en un futuro próximo, además de becas de 150 dólares a los maestros,

para ayudarlos a comprar sus propios equipos. Al principió se distribuyeron en los

pueblos más humildes, aunque al principio solo 3% de las computadoras escolares

distribuidas podían usar Internet, porque los pueblos en que se entregaban no

tenían acceso a servidor, las máquinas que se entregaban venían con programas

escolares escogidos, que ayudarían enormemente a democratizar la educación. Para

2010, Perú ya había destinado casi 100 millones de dólares para la compra de

595.000 laptops, que aunque superaban el número de Uruguay aun no cubren la

totalidad de los tres millones de niños de primaria en Perú.

Todos los inconvenientes que pueden haberse generado se han ido superando y los

programas iniciados en Uruguay y Perú tienen un gran mérito: ha sido un shock

positivo al sistema, porque rompieron la inercia educativa y derrumbaron del

mito de que en nuestros países no se puede hacer nada nuevo en materia educativa,

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