¡Emocionate!

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La vida dentro de la región de Ishuri no era lo que en sus tiempo en los cuales la armonía estaba constantemente presente en la misma, solía ser la principal fuente de comercio en las cuales cualquier especie o alimento se encontraba a la venta manteniendo de esta forma la economía del lugar a un constante flote ya que los emigrantes en busca de nuevas oportunidades nunca se hacían con su ausencia en un estado como este ,eso era algo sumamente complejo de admirar :los pueblos vecinos veían este resplandeciente lugar como una nueva forma de vida de la cual cualquier persona del planeta Shiruy anhelaba, ya que aparte de su radiante comercio, su constante ley lo convertía en si duda alguna, una zona sumamente segura ante cualquier residente o extranjero de otro planeta que no contara con intenciones exactamente positivas. Su rígida ley no permitía si quiera el escape detrás de rejas por tan solo productos de 2 royos, no tenían diferencia alguna entre encerrar a madres vagabunda que robaban por mantener con vida a sus hijos, o algún adulto que lo hiciera por simplemente una mala crianza o capricho existente. No importara que tan pequeño fuese el crimen, podría estar existente en tan solo pequeños robos o gente que tomaba a los Shurus (seres mitológicos encargado de transportar de un lugar a otro a personas que no cuentan con una facilidad para hacerlo) sin dar una ofrenda luego del llegar a su destinario, o también en crímenes grande como ahí lo era el atentar con la vida, el mayor crimen existente no en tan solo el lugar antes mencionado ,sino que en su mayoría si un lugar quería contar con una cultura respetable ,debía contar con esta ley. Y en cierto punto, el valor de la vida era lo que más importaba dentro de aquel extenso planeta de igual forma, ya que el crimen de atentar contra una vida era el pagar con otra vida, no importaba el tamaño o algo relacionado, todos tenían el mismo derecho. Las especies comerciadas tenían que estar adecuadamente de acuerdo con su trato para poder cumplir con un intercambio, pero sobre eso no había problema alguno, ya que, las especies que se comercializaban estaban presentes ahí por causas las cuales su vida tendría sentido nulo o no la misma validez que solía tener antes, como lo podrían ser el hecho de haber cometido un crimen mayor. La mayoría de especies presenten mantenían un trato con sus comerciantes, dado que estos comerciantes comúnmente iban a las cárceles a tratar de llegar a un trato justamente monetario por la vida de las más refinadas, pero con malas costumbres de los prisioneros. Cada especie era diferente y tenía un fin en específico con la cual muy pocas veces otra pudiera concordar. Eran únicas de alguna forma u otra, pero de que lo eran, lo eran. Tomando como ejemplo los Valí, una especie de nomos vikingos de los cuales en los planetas como mínimo contaban con una docena de estos en las cárceles, ya que a causa de sus malas costumbres era normal observar en sus expedientes de prisioneros e; cometer infracciones como robos de animales o el alterar el orden público. Era una especie muy malas mañas las cuales desde temprana edad nunca fueron corregidas siquiera tomadas en cuanta, eso sin contar que su planeta no existía ninguna forma de educación y por lo tanto contaban una inteligencia algo escasa, no tan solo por eso, sino de igual forma a causa de la pequeñez de sus cráneos, esto dado como origen a causa de que su planeta se encuentra en la atmosfera un gas mortífero a lo cual esta especie estaba adaptada desde años ,por lo tanto su adaptabilidad era justificativo necesario para que si alguno, con una suerte extraordinaria lograra migrar a otro planeta lo hiciera sin problema alguno. Todo esto como resultado de haber sido criados en un planeta de escasos recursos esta era prácticamente su único escape de una vida llena de hambre y una población muy numerosa, su cultura era muy poco resaltante, ya que, en su mayoría, como se mencionó anteriormente, se encontraban detrás de rejas.

Y aquí, gracias a aplicación de estatutos de comercio de Ishuri es donde dejan de ser aparentemente inútiles ,ya que al momento de ser intercambiados por un comerciante con ganas de generar algunos royos de más, esta especie será comprada mayormente por los cocineros una escala exuberante ,ya que, no únicamente en este planeta se comercializaba, por parte de todos los planetas en general se podrían encontrar uno de estos detrás de la cocina en una pequeña jaula o con sus muñecas amarradas para evitar que se escapen , ya que la barba de estos chiquillos nomos era exquisita en platillos de ensaladas como aderezo e incluso puede ingerirse en solitario ,de igual forma con bebidas de temperaturas muy altas en épocas de frio :el cocinero se encargaba propiamente de limpiarla, darle un aseo necesario, cortarla y finalmente remojarla por unas cuantas horas para que sea una delicia segura de comer para todas las especies, su demanda es tal que cualquier persona puede encontrar este platillo o uno de sus derivados en establecimientos pequeños o sazonados y con mayor sabor en restaurantes más famosos que aunque tuviese miles y miles de manjares por probar sus clientes siempre pedían la barba de los Váli.

La niña que rompió el espacio tiempoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora