Las aventuras te temen

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Dani fue capaz de elevar levemente su cuerpo luego de unas cuantas horas al mismo tiempo que daba un enorme estirón mientras el atuendo que se le fue colocado por la cama le fastidiaba un tanto en su andar, provocando que un leve mal humor se hiciese presente en sus rasgos faciales .Luego de quedarse parada pensando unos segundo en la nada, se avecinó en dirección a la extravene casa de colores, miró con miedo el ascensor para luego de esto optar por bajar en dirección a las escaleras, que sí, le tomaron un tiempo para que llegase a su destino, pero lo mismo le costó cansancio y ciertas lágrimas de sudor que dieron origen en su frente.

Se dio cuenta que todo el mundo se hallaba dormido, Y el tonto Salem se hallaba lamiendo sus largas patas con entusiasmo encima del cuerpo rendido de Priscila –Venga, vete de una vez - exclamó mientras adaptaba una pose de superioridad con el fin de espantar el pequeño animalito el cual respondió únicamente con un largo maullido, a continuación bajó rápidamente mientras dejaba su fragancia impregnada al momento de restregar su cuerpecito con las piernas de lo que hace mucho tiempo atrás había sido su dueña. La suppra se sorprendió un poco que la reconociese –No tengo tiempo para esto- se lamentó mientras apartaba la fastidiosa mascota. Luego de aquel acto, dirigió su caminar a la chimenea percatándose de que se hallaba apagada ¿Cuánto tiempo tardó mientras se sumergía en sus inmensos pensamientos? Su abuelita se había quedado dormida mientras en sus manos se hallaba la muestra palpitante de lo último que había hecho antes de caer dormida. Se encontraba con pequeñas estrellas en las manos, visualizando las más previas actualizaciones de los astros. Extrañaba verla de esa forma.

No tenía ganas en lo absoluto de dormir, contaba con miles en cosas las cuales pensar aún. Y su anterior siesta le ayudaba a mantener plenamente su desvelo. Buscó un sitio seguro para tomar asiento en los slime y quedarse de esa forma un largo rato. Luego de rebuscar en sus bolsillos por mera curiosidad se encontró con un pequeño generador de hologramas que tenía libre acceso a las transmisiones de los distintos planetas. Una nostalgia fue capaz de invadir su mente al recordar la última prisión en la cual se hallaba.

Había terminado ahí por burlar un oficial y deshacerlo de sus cosas materiales "Realmente me atraparon por algo estúpido, pero más lo fui yo al dejarme atrapar" pensó para sus adentros extrañándose de que todo lo que había sido capaz de hurtar se le haya sido quitado para presentar como evidencia menos el pequeño aparato, el cual si se lo veía más detenidamente decía ciertas palabras en un idioma que fue incapaz de distinguir, que más daba, aquel oficial era un idiota; aunque ahora que se detenía a pensar en aquel hecho, todos en general lo eran.

De mala gana, lanzó el aparato frente a ella en espera de que este reaccionara al violento contacto y diera origen a las imágenes. Y así fue, luego de unos cuantos segundos empezaron a hacerse presentes voces desprendiendo de los mismos, dando origen a lo más cercano en un canal de televisión, el cual contaba con un volumen demasiado denso.

-Ugh...una de las cosas que más odio es la gente gritando-exclamó la Suppra con violencia mientras estiraba levemente una de sus manos. El mecanismo del aparato mantenía la configuración de que únicamente bastara que el usuario realizara la acción anterior descrita para que se hiciese presente en hologramas mismos una pequeña varilla que marcaba el volumen del aparato, quien lo controlase se limitaba a simplemente elevarlo con los dedos o disminuirlo si quisiese; ahorrando unos segundos más al usuario. Una vez que se encuentre realizado el acto simplemente debería esperar por unos segundos hasta que el holograma se deshiciese en el aire por su propia cuenta.

Una vez realizada esta acción, Dani se dejó caer en el sillón de slime por completo dispuesta a ver todo lo que se había perdido del mundo. En aquel noticiero, dos extrañas especies al parecer eran las encargadas de poner al universo al día en lo más relevante. Se trataba una especie de esqueleto con partes robóticas que trataban de disimuladamente tener forma de humanoide, aunque para ser sincera le parecía de cierta forma ridículo, si quiera recordaba que estos tipos de medio de comunicación existiesen. Por su parte, el acompañante del mismo contaba con rasgos humanos, a diferencia de que esta se trata de una chica pelirroja con un estilo de corte cuadrado y con la piel de colores amarillos, junto varios ojos que cubrían su denominado rostro, limitándose únicamente en aparte de sus labios.

La niña que rompió el espacio tiempoDonde viven las historias. Descúbrelo ahora