Vacié el contenido de mi cafetera en las tazas haciendo que el café se mezclase con la leche templada.
Dejé la taza roja frente a la mirada perdida de Cadenza. Ella alzó sus ojos verdes, rojos e hinchados por haber llorado durante toda la noche.
-Gracias.- dijo con un hilo de voz.
-De nada.- respondí sentándome en la silla de madera que había a su lado. Cadenza echó a su café tres cucharadas de azúcar y comenzó a remover el líquido distraída.
-Cadenz...- comencé. Las lágrimas caían por su rostro.
-Lo siento.- dijo limpiandoselas, pero enseguida resbalaron otras nuevas que ocuparon el lugar de las anteriores.
-No tiene por qué ser verdad.- la intenté tranquilizar. Me había acercado a ella y ahora la estaba acariciando la cabeza como si de una niña pequeña se tratase. Ella me miró con ojos furiosos y dolidos.
-Robert, ya conocemos a Tomas.- me dijo sorbiendo por la nariz. Yo suspiré, no sabía qué hacer.
Derepente Cadenza se puso en pie y caminó hacia mi habitación, la seguí corriendo. Ella cogió su ropa, la cual estaba tirada por el suelo, y se comenzó a vestir.
-¿A dónde vas?- le pregunté.
-No lo sé.- me contestó ella.
-Quédate un poco más.- le pedí. Ella se detuvo y me miró con aquellos grandes ojos.
-Robert, lo siento.- dijo.
-Vale, no importa. Quédate más tiempo.- le pedí.
-Robert, no puedo.-
-Quédate a comer.- insistí. Ella suspiró y de nuevo sus ojos se llenaron de lágrimas.
-Necesito saber si es verdad.- lo único que pude hacer fue abrazarla y apretarla contra mi pecho mientras mi camiseta se mojaba.
-Estoy enamorada de él, Robert.- me confesó. -No quiero que me deje.-
Aquellas palabras sonaron como una puñalada en mi corazón y la abracé con más fuerza.
¿
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AQUA
RomanceFiesta, alcohol, drogas, sexo, amor y adolescentes. La diversión es lo primero para ellos, las preocupaciones llegan después. Aquella bonita noche de verano se transformará en una pesadilla. La historia de un grupo de jóvenes unidos y la llegada de...