Dakota

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Había una vez un chico muy guapo.

Él vivía feliz.

Él era el único en el corazón de sus padres hasta que un día decidieron comprar otro hijo.

Ella era una niña.

Era pequeña y siempre estaba feliz gracias a su chocolate mágico.

Ella lo tenía todo hasta que un día conoció a alguien.

Ese alguien era otra niña, una niña triste.

Ella sintió pena de la niña y decidió compartir su chocolate mágico, pero la niña era una niña mala y le robó todo el chocolate mágico.

Ella se deprimió muchísimo y cada vez estaba más y más triste y un día decidió irse a vivir a un bote de cristal.

Ella se encerró allí y comenzó a fumar tabaco, hierba y a llorar. Sus lágrimas se evaporaron y se mezclaron con todo el humo empañando el bote.

Un día ella sintió curiosidad por saber como estaba su hermano y limpió el cristal del bote, entonces pudo ver como miles de nubes grises se metían en la cabeza de él y la hinchaban cada vez más.

Asustada, ella decidió salir del bote pero el humo no le dejaba ver la salida así que cogió un palo de hierro y rompió la pared del bote.

Ella creyó que ya era libre pero, como estaba muy delgada, el humo que salía del bote la arrastró hacia el cielo.

Ella comenzó a llorar porque no sabía como bajar a ayudar a su hermano.

Las lágrimas de ella cayeron en forma de lluvia en la tierra y comenzaron a crecer árboles de chocolate mágico.

Entonces ella se dió cuenta de que no le bastaba salir de la botella para ayudar a su hermano, si no que también necesitaba su chocolate mágico para salvarlo.

Pero los árboles de chocolate magico estaban muy lejos y ella no podía alcanzarlos así que, por la noche, ella estiró la mano y cogió una estrella y con una de sus puntas consiguió romper la nube y cayó al suelo junto con toda la lluvia de la nube haciendo que en la tierra crecieran plantas y flores.

Entonces corrió a buscar a su hermano y cuando lo encontró vio que su cabeza estaba a punto de explotar.

Ella buscó un grifo y se lo colocó a él en una oreja y lo abrió. Entonces salió una nube negra muy muy grande y la cabeza de su hermano se volvió de tamaño normal.

Ella no podía dejar que la gran nube negra viajase por el cielo, si la nube lloraba, llovería ácido y se quemaría todo el mundo, así que ella decidió tragarse la nube.

Cuando lo hizo se sintió más triste de lo que estaba antes, le pesaba el alma y no le apetecía nada, todo le parecía una mierda.

Pero ella tenía su chocolate mágico y así podría sonreír siempre aun que su corazón llorase por dentro.

Ella agarró la mano de su hermano y los dos se fueron a vivira una casa en una colina.

Los vivos seguirán viviendo antes de que prueben el vino y lo  harán,  lo harán.

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⏰ Última actualización: Nov 04, 2014 ⏰

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