tres

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-Hey, ¿te suena algo llamado "muchas gracias"?

-No.

Mike siguió revisando la caja de cartón, pero parecía no encontrar nada de su gusto.

Soltó un pequeño bufido y, cerrando levemente los ojos, dijo:

-"Muchas gracias."

-Así me gusta -le respondió el rubio, esbozando una sonrisa al haber cumplido su propósito. -Pero dilo serio.

Rodó los ojos.

-Muchas gracias, Luke. -repitió, entonando en el nombre.

El chico asintió, agradecido.

-No hay nada en esta caja.

-¿Y por qué tendría que? -enarcó una ceja, confundido.

Antes de contestar, Mike se llevó la mano a la rodilla mientras su cara mostraba una mueca de dolor.

-Oh, ya entiendo. -dijo, mordiéndose el labio.

El lugar no era muy grande. Tenía dos pisos, con ventanas a ambos lados y una puerta de madera angosta. En el pórtico habían un par de sillones desgastados. Él se encontraba en uno de ellos, con una caja de cartón en las palmas de sus manos, y la mirada fija en su mejor amigo. El sonido del fuego de la hoguera resultaba relajante, y era algo que lo perseguía constantemente.

-Aguarda un momento. -pidió Michael al ver que su compañero se acercaba a las escaleras.

Éste se detuvo de inmediato, y giró levemente la cabeza para responder a su pregunta.

-¿Qué es esto? -el muchacho sacó una libreta de un tamaño ligeramente pequeño. Era de un color grisáceo y tenía un aspecto antiguo. Tenía bastante polvo, por lo que pensó que ésta había estado guardada allí por un largo tiempo.

Sopló en la tapa de la misma, liberando toda la nube de polvo hacia el rostro de Luke, que ahora lo miraba enfadado.

-¡¿Qué eres idiota?! -se quejaba el chico mientras tosía y "espantaba" a esas partículas agitando la mano.

Michael soltó unas carcajadas.

-Eres genial. -dijo mientras se echaba hacia atrás en el sillón, aún riendo, apoyando sus brazos por detrás de su cuello para utilizarlos como respaldo.

-Ya lo sé. -e hizo una pose bastante ridícula.

Mientras el morocho continuaba riendo, le hizo una seña a su acompañante, para luego entregarle el cuaderno que había descubierto en la caja.

Una vez calmado, Luke observó la libreta. Le dió bastantes vueltas, y lo sacudió unas cuantas veces para poder presenciarlo en su totalidad. Luego, pasó cada una de las hojas. Todas estaban en blanco.

-¿Y? -preguntó, curioso, al ver el rostro inexpresivo de su amigo.

-Oh, es sólo un simple anotador. No tiene nada de importante. -explicó. -Un simple objeto que usaban los anteriores propietarios de esta casa, supongo. -se encogió de hombros, haciendo un puchero.

-¿Puedo... quedármelo? -dijo volviendo a tomarlo en sus manos, dándole un vistazo a sus hojas, para ver si lo que Luke decía era verdad. Luego de ésto, levantó la mirada hacia él, esperando una respuesta.

-Por supuesto que puedes. -respondió, sonriendo. -De todos modos, no creo que el poseedor original salga de la tumba a quitártelo, ¿no es cierto? -cuestionó, haciéndolo reír nuevamente.

-Cierto... -y volvió a mirar al cuaderno.

• •

Había salido a caminar. A pesar de estar en las altas horas de la noche, todavía se podían ver autos circular por las calles de la ciudad. Esta vez, los faroles del lugar iluminaban más que antes y permitían ver las cosas con claridad.

Escuchó unas risas. Supuso que eran de los chicos a los que había encontrado el día anterior, jugando a la pelota, ya que, gracias a Luke, se enteró de que salían a jugar todas las noches, en el mismo lugar y a la misma hora. También le había contado que algunas veces él iba con ellos, y era el árbitro.

Aunque de verdad Michael no podría imaginarse a su amigo en tales condiciones, con unos niños de apenas 10 años, jugando a pasarse la pelota los unos a los otros. Era simplemente extraño viniendo de él, que pocas veces salía de su casa, y le tenía poco cariño a los jóvenes.

Se acercó levemente al lugar de dónde provenían las carcajadas, sólo para verificar si sus creencias eran ciertas.

-¿Quién eres? -oyó una voz detrás suyo. -¡¿Acaso pretendes robar las cosas de mi propiedad?! ¡Aléjate!

Al darse vuelta, pudo divisar a un hombre de edad adulta que, por lo que sus ojos daban a entender, se encontraba bajo los efectos del alcohol.

-¿Qué? -tartamudeó Mike, confundido. -No, yo sólo estaba...

Se acercó a él con una ceja encarnada. Michael se encogió mientras retrocedía ante él, quien continuaba avanzando. Pegó su espalda contra la pared. Invadía su espacio personal. Se sentía asfixiado, además de asustado por la actitud amenazante.

-No me hagas reír, niñito. -escupió con desdén.

-No soy un niño.

-¿Qué? -aumentó el tono de voz.

-¡Que no soy un niño! -vociferó, harto.

Él impactó la palma de su mano contra su mejilla, haciendo que su rostro se voltee por completo. Podía sentir como ardía y palpitaba. Sus manos temblaban y seguía en shock por el golpe. En realidad, creía que el golpe sería peor. Quizá un puñetazo o alguna patada, teniendo en cuenta la edad de aquella persona.

Le ordenó a sus manos que pararan de temblar de una vez. El hombre sonreía satisfecho por el efecto que sus palabras y su bofetada le causaron. Reía con ganas, burlándose de su debilidad.

-Aléjate de mis cosas. -repitió una vez más, antes de darse vuelta y empezar a caminar.

-Espera... -llegó a decir el muchacho, llamando la atención del borracho. -¿Cómo te llamas?

El hombre lo miró, confundido, pero aún con esa sonrisa de satisfacción en sus labios.

-¿Por qué te interesaría?

-Sólo quiero saber.

Dudó unos segundos antes de responder.

-Craig.

HOLA CÓMO ANDAN ahr

¡al fin subí el tercer capítulo! (ahora la linchan) bueNO

En fin, quería decirles que MUCHÍSIMAS GRACIAS porque pasé los 1K de leídos, Y DIOS NO SÉ AHRE ESTOY FELIZ CHICAS LAS AMO. Bueno, supongo que era eso sólo, la verdad que no sirvo para esto pero, de todos modos, muchísimas gracias. Besos.

-martu

PD: A partir de ahora voy a empezar con las dedicaciones en los capítulos, que se los haré a cada persona que comente y/o vote los capítulos.

PD2: ¿VIERON EL SEGUNDO TRAILER? bueno, no me gustó AHRE

i am the demon ✧*。 mgcDonde viven las historias. Descúbrelo ahora