Casualidad | Lit Killah x Tini Stoessel

002.

« la cita »

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martina se encontraba en una batalla mental.

después de estar observando por dos horas y media su guarda ropa no encontraba algo adecuado para asistir a su cita. Esto sucedía cada que tenía que ir al médico. Le costaba mucho poder elegir su atuendo, lo único que buscaba era sentirse cómoda.

—maldición, ¿por qué es tan difícil escoger un estúpido conjunto de ropa? —dijo mientras rascaba su cabeza.

comenzaba a frustrarse.

aquella tarde, como cada semana, Martina tenía cita con su psicóloga. Después de todo lo que había pasado; el abandono de su novio, la muerte de su familia, su embarazo inesperado; todos aquellos problemas que habían acabado con ella, habían generado que la ansiedad se apoderará de su vida. En el último mes sus ataques de pánico eran constantes algo que comenzó a preocupar a la chica, fue en esos momentos en donde decidió pedir ayuda. Afortunadamente lo hizo a tiempo, porque pudo haberse arrepentido después, su bebé pudo haber nacido en un estado de ánimo triste y morir horas después de su nacimiento. Era lo que menos deseaba Martina.

—¿vos qué pensas mi amor? —le habló a su pequeña barriga —¿te gusta este vestido? —dijo mientras tomaba un vestido de mezclilla con botones negros que hacían un conjunto lindo.

sintió unos leves movimientos dentro de su vientre, su bebé le estaba respondiendo. Hacía medio mes antes que comenzó a sentir como una especie de burbujas en su estómago; Marcela, su ginecóloga y psicóloga, le había dicho que era el bebé quien comenzaba a generar movimiento y desde ese día Martina le hablaba mucho más a su barriga.

—dale, entonces hoy usaremos este —respondió mientras se miraba en el espejo que yacía cerca de su guarda ropa.

sin pensarlo más, se enfundo en el vestido y lo termino acompañando con unas sandalias blancas. Cepillo su cabello y maquillo muy levemente su rostro, a Martina no le gustaba maquillarse demasiado, siempre había sido así. Se miró en el espejo por última vez, ya estaba lista. Tomó su pequeño bolso y salió de su habitación.

aquel día María no se encontraba en el departamento, pues tendría sus shows muy pronto y debía prepararse, Alexander había pasado por ella desde muy temprano. Antes de salir, la chica se dirigió hasta la cocina, tomaría algo de la despensa, tenía hambre. Con un manzana roja en sus manos salió con una sonrisa del departamento. Se acercó hasta el elevador y presiono el botón, se encontraba en el tercer piso pero sus pies ya no aguantaban demasiado, la hinchazón que tenía comenzaba a molestarla un poco, lo único que quería era el sentirse cómoda.

Las puertas del elevador se abrieron unos minutos después, sin pensarlo entró en el y presiono el botón que la llevaría a la primera planta. Allí la recibió Gustavo, el portero del edificio.