« somos una casualidad llena de intención ».
sisi 2022 y yo reescribiendo está historia, pero ahora del lit y la tini (rari, pero yo amo la pareja que hacen xd) pero pasa que tenía está historia que jamás terminé de una pareja que ya no es pareja xd...
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M A R T I N A
una luz horriblemente cegadora hacía que mis ojos ardieran un poco, pase una de mis manos por mi rostro tratando de acostumbrarme a los rayos ultravioleta, pero, fue en vano, debía de mantener los ojos entre cerrados. Ladee la cabeza de un lado a otro pero, la poca visibilidad que tenía no me permitía reconocer el lugar donde estaba, me esforzaba por entender que tenía a mi alrededor pero, no lograba hacerlo. Lo único que podía percibir era el sonido de una extraña máquina. No entendía que pasaba. Mierda. Deje pasar unos minutos y volví a intentar, poco a poco comencé a abrir los ojos, la luz ya no se sentía tan fuerte, parpade un par de veces hasta que termine de acostumbrarme. Mi cuerpo dolía un poco al igual que mi cabeza.
mire a mi alrededor, ¿dónde carajo estaba?, traté de mover mi mano pero un dolor punzante me hizo dejarla como estaba, levanté un poco la cabeza; una bolsa de suero estaba conectada a mí, toque mi vientre que se sentía un poco extraño, éste tenía algunos cables pegados. Miré detrás de la cama, allí estaba la máquina que hacía que mi cabeza doliera un poco más, al parecer registraba mis latidos y los de mi bebé.
¿qué mierda pasaba? ¿qué hacía en un hospital?.
por unos segundos perdí la noción del tiempo; lo último que recuerdo es haber llegado a casa ayer con Mauro de la heladería. Después de ver una película que en realidad no termine de ver porque me quedé dormida, nos fuimos a dormir... ¡mierda!
aterrada me empecé a levantar como podía, el dolor punzante en mi muñeca no me importaba más. Posee una de mis manos en mi vientre, no sentía a mi bebé, ¡maldición!. Con pánico seguí tratando de quedar sentada en la orilla de la cama, pero, un sonido en la puerta llamó mi atención.
y allí apareció con su melena blanca platinada.
—buen día wacha, hasta que por fin despertas. —Mauro venía con un café y la mitad de una medialuna. —¿pensabas ir algún lado?
me dijo cuando vió que trataba de alcanzar el piso, si, mi estatura no es lo que parece.
—¿qué me pasó? ¿por qué no siento a mi bebé? ¿qué mierda hago aquí Mauro? —le digo haciendo puchero.
no lo pude evitar, una lágrima cayó por mi mejilla.
—tranquila linda, todo 'ta bien —se acerco hasta mí y limpió mi rostro. —¿no te acordas nada de lo que pasó? —solo negué —te desmayaste y tuve que traerte hasta aquí, bah, una ambulancia lo hizo porque yo entre en pánico y te aseguro que si te traía te hubiera llevado a todos lados menos a un hospital, siempre pelotudo, nunca inpelotudo.