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8 de agosto, 1998

Shawn: 7 horas de nacido.

Niall: 5 años.

El alfa despertó removiéndose.

-shh, duerme, duerme- lo arrullo su madre masajeando su cabeza.

Pero Niall no quería dormir, así que levantó el rostro del cuello de la omega y abrió los ojos lentamente.

Había tanta luz blanca que lo hizo cerrar los ojos y quejarse bajo.

-¿donde estamos?- pregunto adormilado mientras volvía a recostarse en el regazo de su madre.

-estamos en el hospital bebé, la señora Karen tuvo a su hijo- respondió Maura bajito, meciéndolo suavemente.

El corazón de Niall se aceleró y abrió los ojos con rapidez, de pronto no tenía tanto sueño.

-¿ya nació?- se despabilo un poco tallando sus azulados ojos.

-si, estabas dormido y no quise despertarte, así que te traje dormi..- la mujer no termino de hablar pues su hijo la había interrumpido.

-¿pero ya nació? ¿Esta bien? ¿Es un Omega? ¿Puedo verlo?- pregunto el pequeño rubio atropelladamente.

Su madre rio al mismo tiempo que un doctor se acercaba.

-¿Señora Horan?- el señor algo hablo.

-si, soy yo. ¿Ya podemos pasar a ver a mi amiga?- cuestionó su madre con nerviosismo.

Su madre Maura, la señora Karen, y la señora Denise eran mejores amigas, así que Niall comprendía que estuviera preocupada por su amiga.

Lo que no comprendía era por que a él le importaba un bebé que ni siquiera conocía, lo único que le importaba normalmente era si tenía juguetes y comida.

-claro que si- la voz del doctor lo saco de sus pensamientos -acompáñenme-

Niall siguió a el tipo aferrado a la pierna de su madre, que le acariciaba el cabello.

-es aquí- les sonrió -con su permiso-

El hombre se alejó y su madre junto con el quedaron frente a una puerta blanca.

Desde ahí Niall podía oler un delicioso olor a Vainilla, miel, canela y esas galletitas que tango le gustaban.

Sintió una presión en el pecho, como la vez en que "Fifu" el perro de su amigo se le había subido encima para lamerle la cara.

Sintió algo en el estómago , algo que iba subiendo desde su pancita hasta su garganta.

Un pequeño rugido se escuchó en el lugar.

-bebé, ¿estas bien?- su madre lo tomo en brazos asustada.

El alfa de ojos azules se removió inquieto, queriendo encontrar de donde venía ese olor.

Gruñidos saliendo de sus labios sin darse cuenta.

-mhm- se movió hasta que su madre lo bajo.

Miró hacia el frente, la puerta blanca invitándolo a pasar.

Ese olor lo estaba volviendo loco, no sabía lo que significaba, era un sentimiento extraño y nuevo.

No sabía tampoco si era bueno o malo.

Fue hasta que algo dentro de el se quejaba con dolor que sin importarle las palabras asustadas de su mami entro.

La madre de Shawn estaba acostada con un pequeño bultito de frazadas en los brazos.

Sintió como era elevado en el aire y pronto los brazos de su madre lo abrazaban fuerte -¿que pasa contigo Niall?- lo regaño.

Pero los ojitos del alfa estaban clavados en las frazadas con estampados de osos.

-de seguro solo está emocionado- hablo la señora Karen con dulzura al ver que no quitaba los ojos del bebé.

-lo lamento tanto- escuchó las lejanas palabras de su madre -felicidades querida-

-muchas gracias, es lo mejor que me a pasado- la omega amiga de su madre lo miró encariñada -¿quieres acercarte?- cuestionó.

El rubio asintió con rapidez.

Dio pequeños pasos hasta estar frente al bebé.

Con manos temblorosas y su alfa interior rasguñando apartó las mantas que cubrían la carita de la criatura.

Sintió que no respira.

El pequeño bebé con mejillas rosas lo miraba atento, sus ojitos brillantes viéndolo directamente.

Sintió algo extraño, era como cuando el hijo de la otra amiga de su madre, Nick, un alfa de su edad y al que consideraba su enemigo, le quito uno de sus juguetes favoritos.

-mio- gruñó acariciando con uno de sus deditos la suave piel del bebé- mi omega- gruñó acercándose y lamiendo la mejilla del pequeño.

𝚂𝚘 𝙻𝚘𝚗𝚐•𝚂𝚑𝚒𝚊𝚕𝚕•𝚘𝚖𝚎𝚐𝚊𝚟𝚎𝚛𝚜𝚎•Donde viven las historias. Descúbrelo ahora