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16 de enero, 1999.

Shawn: 5 meses.

Niall: 6 años.


Un rubio se removía incómodo en la cama.

Su pecho se apretaba y no sabía que pasaba.

Despertó exaltado tocando aquel área que lo tenía así.

Sentía como si llorara, pero el problema era que no estaba llorando.

Hizo una mueca y se puso las pantuflas con estampado de carros dirigiéndose a la habitación de sus padres.

-¿mamá? ¿Papá?- cuestionó asomando la cabeza.

Su padre dejó una taza de té a un lado y su madre le sonrió invitándolo a acercarse.

-buenos días tesoro- saludó la omega sonriéndole amplio.

El alfa avanzó hasta subir a la cama y sentarse en la cama.

-estoy llorando- dijo simple. Su rostro serio.

Sus padres lo miraron y no notaron ninguna lágrima.

Su padre miró a su madre y levantó una ceja sin entender en lo absoluto, siendo respondido por un encogimiento de hombros.

-yo no veo que estés llorando-

-pero lo estoy, siento aquí - apunto a su corazón -que estoy llorando-

-no lo estás querido...- el celular de Maura sonó sin dejarla terminar.

Vio como su madre respondía y luego colgaba.

-es Karen, dice que Shawn esta llorando y no deja de llorar, quiere que la ayude, ya sabes, es su primer hijo, tengo más experiencia en esto-
La mujer se levantó tomando una bata, antes de meterse al baño sintió como Niall la tomaba de la pierna impidiéndole eso.

-¿está llorando? ¿Por que?- cuestionó con desesperación.

-no lo sé, es por eso que iré. Si quieres ir, cámbiate, nos vamos en cinco....- El alfa había salido corriendo de ahí rumbo al parecer, su habitación.

Su madre negó con un suspiro y entró al baño.

-mhm- el alfa mayor rasco su mandíbula pensativo -sospechoso-








Conforme Niall se acercaba a la gran vivienda, su corazón latía más rápido, la desesperación aúmentaba.

Ahora que sabía que el omega lloraba, su lobo se retorcía obligándolo a que lo ayudara.

Hasta podía sentir como el bebé lloraba, o tal vez estaba loco.

Fueron recibidos con la señora Mendes nerviosa.

-gracias por venir- ambas omegas se abrazaron -estoy desesperada-

Yo también.

-no te preocupes, es algo normal en bebés-

-hola Niall- Karen lo saludó con una sonrisa y el alfa respondió igual.

Entraron a la vivienda yendo directamente al cuarto del bebé.

Las pupilas del ojiazul se dilataron al sentir el dulce olor, su alfa ronroneo feliz.

Esa felicidad se esfumó al sentir el toque de tristeza en el aire y los llorosos detrás de la habitación.

Karen abrió la puerta invitando a su amiga y al alfa a pasar.

Niall observo a la cuna.

Al parecer de ahí salían los lloridos del omega bebé.

Por alguna razón sintió el impulso de ir ahí y calmarlo.

-le di su manta preferida, y no funcionó- la omega lo miro -por cierto, muchas gracias alfa, al parecer le encantó- tomo al bebé en manos y esta vez, el alfa casi lo toma en brazos -tambien lo alimente, le cante, nada parece funcionar-

Observó a su madre ponerse en acción y tomar al bebé.

Ambas omegas lo arrullaban, hacían cosquillas y otras cosas, nada funcionaba.

-bien, dame su manta- Maura explico a su amiga y está se la tendió. -bien, primero hay que acomodar su cuna, Niall, sostén esto por favor-

El alfa asintió tomando la manta que el mismo le regaló al bebé y la abrazo contra su pecho esperando.

Su madre le tendió la mano para que le diera la manta y así lo hizo.

Se acercó más y miro como la omega envolvía al niño con aquella manta y lo ponía en la cuna.

El bebé dejó de llorar al tener la manta cerca.

Las madres abrieron los ojos espectantes al ver que el bebé acercaba con sus pequeñas y gordas manitas la manta a su nariz.

El bebé tomo respiraciones de la tela suave antes de que su respiración se regularizara.

-sabes, creo que es la manta, tal vez tiene algo- su madre hablo.

Quitaron la manta de las manos del omega y pusieron otra.

El llanto comenzó de nuevo.

La devolvieron, viendo como el bebé se relajaba al acercar de nuevo la manta a su nariz.

-debe ser el olor de la manta- dijo la señora Karen.

Observó con nerviosismo como ambas olisqueaban la cobija.

Tal vez, solo tal vez, el había puesto su olor nuevamente ahí al notar que ya había desaparecido.

Sintió la mirada de las mujeres sobre el y las miro también.

-huele a ti- Karen se acercó un poco -tal vez es por que la sostuviste-

Asintió cohibido.

Antes de que su madre pudiera regañarlo Karen siguió -puedes dejar que Shawn té huela, por favor-

Niall asintió de inmediato acercándose más.

La omega tomo al bebé cuidadosamente en sus brazos agachándose para que el alfa se acercará y se dejará oler por el omega lloroso.

Shawn se relajo al instante en que la fuente de olor de Niall estuvo a su lado.

Estiró las regordetas manitas hacia el, sus ojos brillando al verlo.

-creo que quiere que lo cargues- hablo su madre -¿quieres hacerlo?-

-si, por favor- respondió anhelando tener a aquel precioso y pequeño ser más cerca.

Pusieron al bebé con cuidado entre sus brazos.

Por primera vez, Niall sintió cómo su alfa se ponía como loco, brincado y retorciéndose con alegría dentro de el. Se sentía completo.

Se sentó donde la señora mendes le indico y acercó más al bebé.

El Omega ya no lloraba y soltaba pequeños soniditos gustosos, suaves ronroneos que hacían a Niall estar orgulloso de si mismo.

Sin contenerse, marcó al pequeño cachorro con su olor.

Se acercó un poco más hasta dar un pequeño beso en la frente del bebé.

No esperaba que las cálidas y suaves manitas del bebé tocaran parte de su mandíbula antes de quedarse dormido sobre su pecho y brazos.

𝚂𝚘 𝙻𝚘𝚗𝚐•𝚂𝚑𝚒𝚊𝚕𝚕•𝚘𝚖𝚎𝚐𝚊𝚟𝚎𝚛𝚜𝚎•Donde viven las historias. Descúbrelo ahora